Capítulo 10

71 11 0
                                    

Hoy saldré con Carlos y, no es una cita, pero no me molesta la idea ni me entristece, anoche que me llamó sonaba tan mal que me preocupó mucho y el sueño se me espantó por un rato, estuve dándole vueltas a mis pensamientos y ahora lo tengo claro, lo único qué hay entre nosotros es una hermosa amistad y siempre será así, no creo que podamos funcionar como algo más, pero está bien.

Por otro lado están mis sueños, y lo que me hace sentir sé que todo es falso, y es solo eso, un sueño.

Me lo contó todo de golpe, nunca imaginé su situación.

No quería demostrar lástima, simplemente no sabía qué hacer, qué decir. Parecía tranquilo, pero ¿cuánto tiempo habría estado tragándose todo? Era muy fuerte, yo estaría destrozada.

Seguía en shock, me parecía increíble que Leo fuera la persona con la que tendría que convivir de ahora en adelante, no me imagino la tortura que conlleva eso, soportarlo 24/7.

Jamás volveré a quejarme de mi vida.

De pronto me vino a la mente el recuerdo del sueño cuando aquel chico me contó que sus padres se habían divorciado, ahora lo confirmaba, era él.

Me dio escalofrío.

Lo abracé.

Cuando estábamos a punto de separaos, me besó en la frente, y me pareció tener la misma sensación que en el sueño.

«Estoy loca» 

Quería hacer algo para distraerlo, no podíamos estar sentados en esa banca durante tanto tiempo, el tema de conversación se acababa y siempre terminábamos hablando de lo mismo del comienzo.

-Ven- interrumpí.

Lo tomé de la mano.

Dimos un par de vueltas en unas calles y llegamos.

Decidí llevarlo a una tienda, pero ojo ahí que no es cualquier tienda. Es Boomtage mi tienda favorita, no es muy conocida y estaba 100% segura de que no tenía ni idea de su existencia. No es para nada normal ese lugar. Ahí se puede conseguir desde música hasta objetos de colección y ropa rarísima.

Pero lo raro no es feo, es único y algunas veces puede ser bonito.

-Pero mira quién ha vuelto por aquí.

-Boooob- lo abracé.

Conozco a Bob desde que tenía 9 años. Recuerdo muy bien ese día, estaba en el centro de Guadalajara, con Hanna paseando por las calles, nos escondíamos de nuestros padres, Bob nos vio en la cera de enfrente de la tienda y nos dijo que si nos gustaba el agua, y nos mostró una enorme fuente que se encontraba detrás de la tienda donde la gente aventaba monedas y pedían deseos. Resultó que Bob era amigo de mis padres y les llamó para avisarles que estábamos ahí y que fueran por nosotras.


Le tapé los ojos a Carlos con mis manos y lo llevé a aquella fuente, para que pidiera un deseo.

Sacamos una moneda, ambos cerramos los ojos y pensamos lo que perdíamos antes de aventarla.

«Solo deseo estar al lado de Lya y que esto sea más que una amistad»

«Ya que esto no puede ser más que una amistad, deseo que siempre seamos mejores amigos»

Ambos la aventamos.


-¿Y tus padres? ¿Cómo han estado? Esta vez si saben que estás aquí ¿cierto? o ¿los tengo que llamar de nuevo?- dijo Bob.

-Si está vez saben que estoy fuera de casa, y todos hemos estado muy bien, ¿y tú, Bob?

-De maravilla Lya, tenías mucho sin venir, has crecido demasiado, espero que me invites a la boda.

Sueño contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora