Capítulo 19

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Llevo más de una hora caminando en círculos y no me había dado cuenta, los árboles se ven iguales, no hay ni una sola casa o algún pequeño campamento, no hay nadie, estoy completamente sola. No recuerdo como llegué al bosque y menos sé cómo salir de aquí, mi celular no tiene señal.

Intenté subirme a uno de los tantos árboles idénticos que hay para ver si encontraba señal pero nada.

Moría de hambre, busqué en mi mochila y encontré una barra de chocolate y un juego de uva, no se me hacía la mejor combinación pero no estaba para ponerme delicada en esos momentos. No sabía tan mal después de todo.

Comencé a pensar posibles razones por las que me encontraba en ese bosque.

1.- Los aliens me raptaron para hacer posibles experimentos conmigo y después me borraron la memoria y dejaron a la deriva.
2.- Me volví loca y comencé a correr hasta que llegué aquí, después me golpé con una piedra y ahora no recuerdo nada.
3.-Estoy so...

En eso se interrumpieron mis pensamientos, y escuché unos pasos. Hay alguien más, no estoy sola, pero en lugar de alegrarme por ello me dio miedo, comencé a caminar más de prisa, pero sentía como si no pudiera avanzar por más que quería correr sólo lograba dar unos cuantos pasos, me empecé a frustrar y una lágrima se escurrió por mi rostro.
Volté hacia atrás y vi que quien me seguía era un hombre alto y fornido de unos 25 años, tenía una capucha negra que le cubría casi todo el rostro y parecía traer un arma en la mano.

Sentía la sangre correr por mi cuerpo, no tenía que estar cerca para que me pudiera matar, bastaba con apuntarme, disparar y ese sería el fin.

Intenté correr de nuevo y esta vez si lo conseguí, no tenía idea de hacía donde me dirigía sólo quería estar lejos de aquel hombre.

De pronto vi una enorme casa blanca y me dirigí hacia ella, a medida que me encontraba más cerca me di cuenta de que era la escuela. El hombre estaba cada vez más cerca de mí, los salones estaban completamente vacíos, pero se escuchaban personas platicando, seguí el sonido de sus voces las cuales me dirigieron hasta mi salón, donde  se encontraban todos mis compañeros, justo en ese momento me di cuenta de que yo también tenía puesto el uniforme.

Toqué la puerta desesperadamente, las ventanas estaban cerradas y nadie me veía, de pronto vi a Carlos y él me vio a mí.

Abrió la puerta y me.dejo entrar.

-Cierra la puerta de prisa- grité.

Me asomé por la ventana y el hombre ya no se veía, se había marchado.

-¿Qué te suscedio? ¿Te encuentras bien?

Le conté todo y que novia como había llegado a aquel lugar, me dijo que hacía una semana que no sabían nada de mi.

-Conmigo nada malo te va a pasar- me abrazó fuerte y me besó la frente.

Nos sentamos arriba del escritorio y yo ya estaba más relajada.

Me estendió su mano y yo la tomé para sentirme más segura.

-Tengo algo que confesarte- dijo- se que quizá no es el mejor momento pero si no lo hago ahora tal vez nunca me atreva a hacerlo.

Yo escuchaba atenta.

-Desde hace tiempo, seis meses, para ser exacto, yo he estado- no escuche la palabra- contigo.

-Lyaaaa- me gritó Karol.

Abrí los ojos.

-Despierta ya Lya, parece que te va a dar un infarto estabas muy agitada e intenté despertarte pero no podía parecía a estar en una especie de transe.

-Solo estaba soñado- le dije y le conté el sueño.

-Y ¿se lo vas a preguntar?- dijo Karol.

-¿Qué cosa?- pregunté.

-Pues si el también sueña contigo.

-No lo creo sería una locura.

Pero sin duda desde ese día me he quedado con la duda de preguntarle, pero si lo hago le tendré que contar los sueños y no puedo, qué tal y si se los cuento dejó de soñar con él.

Sueño contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora