Alexandra es una joven chica que definitivamente no cree en el amor, y mucho menos en los buenos hombres, o en las buenas personas. Su pasado la ha obligado a ser fuerte y ahora tras años sola se oculta bajo una actitud fuerte, desconfiada y dañina...
-No sabía que tenias tan buen gusto para los hombres-me dice Maximiliano y sonríe, ya estamos con Adam en el auto, mis zapatos están tirados por alguna parte y tengo mi cabeza en su regazo.
-¿A qué te refieres? Tendrías que saberlo con solo mirarte al espejo-miro sus profundos ojos y sonrió, acaricio su mejilla y me acurruco en su estomago-Eres Hermoso-siento oscurecer su mirada, entonces finge una sonrisa y golpea con un dedo mi cabeza.
-Creo haberte dicho que no te enamoraras de mí.
-Nadie podría amarte cretino ególatra.
Cuando llegamos a mi casa me cuesta llegar a mi habitación por mi misma luego de tantos Martini, así que Maxi me carga en brazos con gentileza, lo último que veo antes de cerrar los ojos es a él, agarrando su pecho, debo pesar mucho prácticamente inconsciente.
-Buenos días bella durmiente-me despierta Maxi-lo lamento, pero ya se te hizo tarde para dormir la siesta.
-Que mal, es mi hora favorita del día- Me acomodo en la cama y Maxi deja una bandeja en mi regazo mientras acomoda las almohadas en mi espanda-Gracias por cuidarme niño feo.
-Ayer era hermoso y hoy soy feo-me recrimina con una sonrisa, tomo la aspirina con un sorbo de café y sonrió.
-Todos mentimos, me dijiste bella durmiente, pero anoche no me desmaquille asi que seguro parezco un mapache-ríe a carcajadas y pasa su pulgar por debajo de mi ojo.
-Eso no se quita con nada-mantiene la sonrisa mientras se acomoda mejor a mi lado y roba una tostada de mi plato.
-¿Cómo puedes decirme bella en este estado?
-Solo porque eres hermosa.
Sonrió aunque él no lo vea, queda perdido en la película que no reconozco mientras que yo lo veo por el reflejo del espejo en mi habitación ¿Puedo enamorarme de él? Me sorprendo a mi misma respondiendo que si, luche tanto contra mi misma en no enamorarme de Bastian que tal vez ese fue mi error, en luchar ¿Por qué no dejar que las cosas pasen? ¿Siempre tengo que pensar en que las personas son malas?
Dios, mi mama no me crio así y realmente la pase mal, pero las cosas se solucionan, se superan y aunque quede una cicatriz enorme junto a un dolor profundo son los gajes de vivir, ahora me veo en el espejo junto a él, como adolecentes normales porque, MIERDA, tengo dieciocho malditos años, creo que merezco un poco de esto, algo normal, algo real.
-¿Tienes ganas de salir?-le pregunto a Maxi, este besa la coronilla de mi cabeza y me mira como si hubiera olvidado que estoy aquí.
-Claro preciosa ¿A dónde quieres ir?
-Al cine, a donde sea...
Nada puede salir mal, no con él, o eso espero.
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Holaa! como estan?
ya se, ya se.. muy corto...
Pero bueno, estoy de humor... así que ¿quieren mas?
Solo dejen su sensual estrellita y pidanlo... Hoy me siento como Christian grey ;)
