Alexandra es una joven chica que definitivamente no cree en el amor, y mucho menos en los buenos hombres, o en las buenas personas. Su pasado la ha obligado a ser fuerte y ahora tras años sola se oculta bajo una actitud fuerte, desconfiada y dañina...
Ira. Ira violenta. Ira violentamente torturadora. Ira violentamente torturadora asesina. Sí, eso es lo que corría por mi cuerpo mientras la rubia escupía esas filosas palabras "despierta a mi esposo y dile que baje" Rex aulló como un lobo detrás de mí y ella le clavo una helada vista celeste al siberiano, el odio es mutuo...
-No voy a despertarlo porque su ex esposa se aparezca de la nada.
-Escúchame puta, no sé quién te crees pero...
-Es mi novia-escucho que Bastian la interrumpe y me volteo a verlo mientras baja la escalera adormilado, Rex se acerca a él moviendo la cola y yo sonrió aliviada, la rubia me empuja un poco para pasar y cuando estoy por quejarme su taco aguja se clava fuertemente en mi pie y me abstengo de hacer ruido alguno.
Puta perra vieja.
Ella se voltea levemente victoriosa y mis ojos encendidos la apuñalan.
-¿Qué haces aquí Natacha?-Bastian parece enojado o desconcertado mientras toma una prudencial distancia de ella.
-Intente conectarme por otros medios pero nunca me dejan pasar en tu oficina y no respondes los llamados-apoya su puño en la cadera como una modelo y su brazalete de oro tintinea un poco.
-Esa no es respuesta...
-Necesito hablar contigo-me mira de arriba a bajo mientras voy a la cocina-a solas- escupe finalmente y mis cejas se elevan, Bastian viene trotando a mí y agarra una tostada, su torso desnudo y marcado me marea un poco e instantáneamente tengo ganas de morderlo.
-Sube con el desayuno, yo te alcanzo-mi amado golpea suavemente mi trasero y agarro la bandeja sonriente mientras besa mi frente, el dolor de mi pie se ha ido y mientras me voy me aseguro de mostrarle bien a la rubia esa lo que ella no tiene, juventud, tetas que no necesitan brasier para permanecer en su lugar y un trasero, prácticamente puedo sentir sus intentos de asesinarme en su mente mientras subo la escalera y debo admitir que me encanta.
Me quedo un segundo en el lugar y sé que desde aquí no pueden verme, pero si puedo escucharlos.
-¿Ahora te gustan las putas Bastian?
-Respétala y ya mismo te quiero fuera de mi departamento...
Dejo que esas sean las ultimas floten en el ambiente y continuo con mi camino, me bamboleo hasta la habitación de Bastian y dejo la bandeja en la mesita de luz, prendo la televisión y frunzo el ceño "Mujer violada y asesinada" es el encabezado, odio esto de los noticieros, sea la verdad o no me ponen muy triste; Busco una película hasta dar con Pixeles en HBO y me tiro en la cama animadamente, como una tostada con frutilla y mi estómago comienza a gruñir violentamente, demasiado sexo da hambre, tomo un sorbo del café para no morir atragantada y quiero escupirlo, me olvide del azúcar.
Mierda...
¿Debería bajar? Se supone que esta es la casa de mi novio, nerviosa muevo el anillo de mi madre y respiro, solo es azúcar, solo es azúcar. Atuso mi pelo y miro mi aspecto, tampoco estoy tan mal.
Camino descalza por el pasillo hasta las escaleras con una sonrisa, no me importa que esa rubia haya venido, Bastian es mío. Entonces me detengo en seco y de la nada siento frio, Bastian me mira instantáneamente como si supiera que esto iba a pasar, como si supiera que yo llegue, Natacha está colgada en su cuello y fácilmente llego a sus labios, lo está besando...
El no responde, pero tampoco la aparta y mi patético labio tiemblan.
Corro al cuarto sin que ella me vea y sollozo, tropiezo a los pies de su cama mientras las lágrimas se escapan de mis ojos entonces todo se paraliza, me veo en el espejo y me siento patética ¿Por qué estoy llorando? me quito la remera de él y la doblo perfectamente perfumándola como si recién estuviera lavada para guardarla en su armario, me pongo el corpiño que traía anoche y en el bolso guardo las medias rotas, miro la caja y mi labio tiembla otra vez.
Perdón mama.
Recojo el cepillo de dientes que deje a pedido de Bastian y también lo guardo, borro cualquier indicio de que estuve aquí y me enfundo en el vestido plateado de anoche, me maquillo perfectamente y miro mis ojos completamente negros, "Muy bien Alex, se la perra que sé que eres" me digo a mi misma mientras me subo a los poderosos tacos sintiendo como si el hielo me recorriera, tiro el maquillaje dentro de mi bolso y salgo de la habitación caminando hasta la escalera.
Sonrió a los dos bajando mientras Bastian permanece perdido, Natacha esta impactada por mi aspecto y me detengo para teclear un mensaje rápido
"Amber te necesito en mi casa, ahora"
Camino como si nada hasta los dos chocando a la rubia con mi trasero en el transcurso, me inclino en el sillón para agarrar mi tapado y le sonrió a Bastian, luce desconcertado mirándome suplicante.
-Perdón amor, Amber me llamo y necesita que vaya-le informo haciendo un falso puchero, parece que va a protestar sobre ello así que espero un segundo, quiero que diga "Alex quédate" quiero que me explique, que me suplique que espere, quiero que diga que él no quiso ese beso, que todo fue un mal entendido, pero no lo hace, no dice nada, así que me acerco y cuelgo mis brazos en el cómo había hecho la puta anteriormente y lo beso, lo beso con hambre y furia mostrándole a la rubia como se hace mientras el responde con la misma intensidad, Natacha se remueve incomoda y la miro fríamente "lo lamento querida, después de esto no será el mismo" aparto a Bastian con una mano en su pecho y él sonríe, una fogosa sonrisa tonta que me esfuerzo por responder.
-¿Necesitas que te lleve?-pregunta rascando su nuca.
-No- digo secamente mientras enfundo el tapado en mí, Rex se acerca y llora en mis piernas, me acuclillo dedicándole una sonrisa sincera y beso su hocico, lo voy a extrañar.
Camino hasta la puerta como una modelo con el bolso colgando y miro hacia atrás por última vez.
-Nos vemos señor Wesner-le guiño un ojo antes de desaparecer detrás de la puerta y suspiro, bajo tranquilamente en el ascensor sin mostrar ningún rastro de dolor y abro la puerta con la copia de llaves que me dio hace una semana, se suponía que seguridad iba a registrar mi huella dactilar, menos mal que no sucedió.
Camino en la fría calle con un paso lento y todo parece asquerosamente iluminado, permito que mis lágrimas salgan luego de varias cuadras mientras siento que todo se cae a mí alrededor ¿Por qué deje que me hiciera esto? Me deje llorar mientras algo suena de fondo, creo que es mi celular, a momentos callaba pero no importaba. El peso del bolso ya pasó inadvertido al igual que los tacos en mis pies entumecidos, tropiezo con algo en la calle y mi rodilla se raspa, me dejo caer en el suelo mientras lágrimas negras caen de mis ojos y liquido rojo se escurre por mi pierna y es aquí que lo entiendo, mirando las cuadras que recorrí sin rastros del hombre que ame.
A él se le daban bien las caricias, no las promesas y en realidad tal vez yo me confundí sobre esto, él no es mío, tampoco soy suya, éramos algo temporal como un préstamo involuntario de recuerdos hasta que uno de los dos sanara o recuperara lo que necesitara, Bastian pudo conseguir lo que quería y yo, bueno, yo obtuve una nueva sabiduría, confirme algo que hace mucho sabia y decidí ignorarlo.
Amar es un lujo que yo no puedo darme.
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Hola mis lindos lectores, tengo buenas y malas noticias...
La buena es que di mi primer parcial bien, la mala es que no podre actualizar en un mes, lo intentare pero no creo que pueda...
