Me encontré con Lola afuera de la biblioteca, pero al parecer no me vio.
Ella estaba parada justo frente a la puerta e incluso subió los escalones, y cuando pensé que iría a entrar... Se fue.
Lola, en vez de entrar a leer uno de los tantos libros que había, se levantó la capucha de su sudadera púrpura, metió las manos en los bolsillos y a paso lento y cabeza gacha se fue alejando de la biblioteca.
Al rato yo también pegué la media vuelta y me fui porque no tenía nada que hacer.
Decidí que le preguntaría a Lola sobre esto la próxima vez que la vea, aunque posiblemente me ignore de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
La biblioteca de las almas solitarias (PB.1)
Короткий рассказYo siempre voy a la biblioteca. No soy nada estudioso ni mucho menos un ávido lector, sólo voy para matar el tiempo. En la biblioteca suelo sentarme con algún libro en mano que finjo leer y a veces me duermo. La biblioteca era soli...