DULCE AROMA

9. Necesito hacerte mía

Andrea: pues alguna vez lo pensé... la verdad, aunque también pensé que era así de nacimiento-su hermana soltó una risa.

Sofía: que boba eres, Soledad me comentó que se trata de un mal de amores...

Andrea: ¿En serio? ¿Qué más te dijo?-intrigada se acercó a su hermana.

Sofía: no sé nada más... Soledad tampoco sabe, pero ni se te ocurra decir nada, se lo prometí a Soledad... ¿estamos?

Andrea: claro... no diré nada...

Sofía: por cierto... hoy me encontré con Mariana, fue muy agradable como siempre, me ofreció su ayuda con el tema de Leonardo, pero... he decidido ver a un psicólogo, como dice Soledad el ver una perspectiva fuera de esta casa me puede ayudar-Andrea sonrió y la abrazó.

Andrea: como me alegra eso hermanita-la besó-yo te ayudo a buscar uno, ¿vale?

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Samuel había llegado hace unos minutos, aflojó la corbata y dejó su maletín en el suelo para quitarse la chaqueta del traje, observó los zapatos de Andrea en la entrada.

Samuel: siempre dejando todo tirado-gruñó, su teléfono comenzó a sonar insistentemente y vio que era una llamada de Diego-Hola Diego ¿todo bien?

Diego: Hola... ¿Cómo estás? Sí, todo marcha estupendamente, acabo de enviarte al correo las últimas cuentas de la primera venta del pintalabios, ha sido un éxito.

Samuel: eso me alegra-con el teléfono en la oreja se dirigió al despacho-¿algo más?

Diego: si...-dijo con miedo.

Samuel: ¿Qué ocurrió?

Diego: Patricia estuvo aquí...-ambos se quedaron en silencio, Diego esperando una palabra de Samuel y él petrificado ante la noticia, al no obtener respuesta Diego continuó-vino a pedir trabajo, obviamente me negué, amenazó con demandarnos porque dice que la idea del pintalabios era suya y me mando decirte que va a encontrarte y volverá a tu vida-los ojos de Samuel se cristalizaron y cortó la llamada-¿Samuel?...

Comenzó a respirar agitadamente, "¿Cómo se puede ser tan cínica?" pedir trabajo, amenazarle y por si fuera poco atormentarlo con que algún día reaparecería en su vida, tiró el móvil al suelo.

Samuel: ¡Maldita!-¿qué haría cuando volviese?, a pesar de todo lo que Patricia le había hecho seguía profundamente enamorado de ella como un tonto, pero, tenía que mantenerse más fuerte que nunca, necesitaba olvidarla urgentemente antes de que volviese e intentase destruirlo todo, le había costado un mundo normalizar su interior después del primer golpe como para recibir un segundo, ya había sido suficiente con hacerle un amargado como para además seguir lucrándose con su dolor.

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Andrea se sentó al comedor y claramente se fijó en la ausencia de Samuel, su hermana la ayudó a averiguar por él.

Sofía: Soledad ¿y Samuel?

Soledad: se encerró en el despacho... lleva ahí desde que llegó-se mostró preocupada-¿tenéis mucho trabajo?-miró a Andrea.

Andrea: bueno, hoy dimos con la idea perfecta para el diseño del perfume... me imagino que estará trabajando en ello, además de que debemos iniciar con la publicidad cuanto antes, pero no sé, debería avisarme para que lo ayude.

Sofía: a lo mejor no quiso molestarte, Andre...-la miró-tu eres más de hacer los perfumes.

Soledad: ¿en serio Andrea?

Andrea: Sofía exagera un poco Soledad... todo lo que sé lo aprendí de papá, cuando era pequeña me interesaba mucho en ese mundo, pero pronto se me fue el interés con la llegada de la pubertad-rieron.