DULCE AROMA

57. Necesito tiempo

Sus respiraciones poco a poco volvieron a su ritmo normal mientras el mar seguía chocando contra sus cuerpos, cada vez más arriba dado a que estaba subiendo la marea, ella salió de encima de él y comenzó a colocarse la ropa interior. Él la miraba detenidamente, por fin lo había recordado todo y había sido el peor de los hombres para ella, su temor se hizo realidad al darse cuenta de que no había estado a su altura y le había hecho daño, a pesar de eso, allí estaba ella haciéndolo recordar a pesar de todo.

Se incorporó poniéndose los calzoncillos y se acercó a ella lentamente, la abrazó ante la sorpresa de ella y tras posar su nariz sobre su pelo aspiro aquel dulce aroma.

Samuel: me has hecho caso-ella lo miró sin entender-te dije que nunca dejaras de usar tu perfume, gracias a él te encontré-sus ojos se aguaron al instante, recordaba aquel sueño.

Andrea: ¿Samuel...?-la esperanza se dibujó en su rostro

Samuel: sí, mi amor...-ella se lanzó a sus brazos instintivamente.

Andrea: gracias a dios...-se separó y lo miró a los ojos.

Samuel: gracias a ti... por todo...-ella sonrió-perdóname, fui un completo imbécil, no merezco que sigas a mi lado...

Andrea: ¿Por qué me dices eso? Eras tú el que me odiaba... ¿Has recordado todo?

Samuel:-suspiró ante el miedo que le daba decirle su último recuerdo se acercó a ella-tuve el accidente cuando iba a buscarte a casa de tu hermana.

Andrea: ¿A buscarme?

Samuel: si... acababa de descubrir que Patricia y Pablo te drogaron para meterte en su cama-ella se apartó de él-no te acostaste con él, ellos te drogaron para que lo pareciera y yo lo viera... solo así te sacaría de mi vida, perdóname-sus ojos se aguaron.

Andrea: ¿Y después de eso fuiste a buscarme y tuviste el accidente no?

Samuel: si...

Andrea: solo descubriendo eso creíste en mí, no cuando te suplique mil veces que confiaras en mí.

Samuel: ¡Lo sé, lo sé! Fui un imbécil... tienes razón en enfadarte, debí confiar en ti en que tú nunca me harías algo así.

Andrea: partiendo de la base de que yo no soy Patricia, Samuel, jamás hubiese sido capaz de engañarte porque simplemente eres el amor de mi vida-sus lágrimas descendieron de sus ojos.

Samuel: perdóname... todavía estamos a tiempo de ser felices, volveremos a la fábrica, vendrás a la mansión, seremos todo lo felices que nos merecemos.

Andrea: necesito tiempo Samuel... me has hecho mucho daño, incluso he llegado a creer que tenía la culpa y a tener miedo de que recordaras porque con ello ibas a odiarme nuevamente, aun así me arriesgué a todo por ti y tu no fuiste capaz...-recogió su camisón y caminó nuevamente al hostal.

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Al día siguiente Arturo y Sofía cargaban el maletero del coche con diversas maletas y cosas para sus vacaciones a Esperanza del Mar.

Sofía: mejor colócalo así-cambiando la trona de Omar de posición.

Arturo: uf...-colocó la última bolsa-desde que tenemos al niño me he vuelto experto en tetris...

Sofía:-soltó una carcajada-te mereces la máxima puntuación.

Arturo: ¿No son muchas cosas?

Sofía: son 15 días, no son muchas-sonrió colocando al niño en la silla del coche.

Arturo: está bien... vamos que nos queda mucho trayecto hasta el pueblo.

Sofía: cierto-le dio un beso al niño, luego a Arturo en los labios y ocupó el asiento del copiloto mientras Arturo el de piloto y se encaminaron a Esperanza del Mar