12. Una oportunidad

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Después de que Samuel pagara la cuenta del restaurante se fueron en el coche hasta la mansión, entraron despacio y Andrea dejó los zapatos en la entrada.

Samuel: Tengo una curiosidad-ella lo miró-¿Por qué dejas siempre los zapatos en la entrada?-susurró.

Andrea: no sé, supongo que es una manía, siempre lo hago-sonrió-los días que no lo hago es por qué tengo un día de perros eso sí.

Samuel: tomo nota-ambos subieron al piso de arriba y Samuel acompañó a Andrea a la puerta de su habitación-me lo pasé muy bien esta noche contigo.

Andrea: yo también-ambos se quedaron mirándose y él se inclinó a darle un beso en la mejilla para irse también a su habitación-Samuel...-susurró, él se giró para mirarla-lo que hablamos de nosotros en la cena...bueno, pues, me gustaría darnos la oportunidad de conocernos y ver qué pasa-sonrió tímidamente

Samuel: me parece bien-se acercó a ella con una sonrisa.

Andrea: pero te pido-se miraron-te exijo que seas siempre claro conmigo, si ves que esto no anda que lo frenes... no quiero que me hagas daño.

Samuel: yo tampoco quiero hacértelo-posó una mano en su mejilla y se acercó lentamente, ambos cerraron los ojos y sus labios rozaron levemente mientras se entreabrieron, ella posó las manos sobre su nuca y ante el gesto él impacto sus labios por completo, metió su lengua con cautela y la saboreó plenamente, sus alientos se mezclaron en uno solo mientras movían sus labios, la sonrisa de ella interrumpió el beso.

Andrea: buenas noches, Samuel.

Samuel: hasta mañana-acarició su mano y volvió a inclinarse para darle un dulce beso en los labios, se giró y caminó por el pasillo para irse a su habitación, lejos de irse al suyo Andrea se fue al de su hermana

Andrea: Sofi-la meneo ligeramente-despierta, Sofi-la meneo fuerte-¡Despierta mujer!-Sofía se sobresaltó y la miro enfadada.

Sofía: ¿Qué haces Andrea? Estaba dormida.

Andrea: no te enfades, es que, llegué de mi cita con Samuel-Sofía atontada por el sueño se acordó y la miró con detenimiento-es un amor...-se apoyó en sus rodillas.

Sofía: ay sí, ahora la perdimos-se desplomó en la cama y Andrea soltó una risita.

Andrea: me contó que su novia lo engañó con su mejor amigo... llevaban 8 años juntos... ¿puedes creerlo? ¡¡Solo una loca haría eso con lo impresionante que es Samuel!! Se abrió conmigo como un libro, Sofi... me explico que estaba siendo un amargado por que no confiaba en las mujeres... pero me dijo que una persona con una sonrisa como la mía que no podría hacer daño a nadie-suspiro.

Sofía: entonces... ¿sois novios?-pellizco a su hermana repetidas veces mientras Andrea reía.

Andrea: no... digamos que vamos a conocernos, a ver qué es lo que pasa, el sigue con el recuerdo de su ex en la cabeza y...

Sofía: pero Andrea... deberías esperar a que la olvide ¿y si vuelve con ella o algo?

Andrea: ¡Que va! Después de lo que le hizo ¿Tú crees que lo haría?

Sofía: no sé Andrea, Samuel es muy extraño... ayer era un amargado y hoy es el más agradable del mundo... pero bueno, veremos en que termina todo, que procure no hacerte daño si no se las verá con la ira de mis hormonas-Andrea soltó una carcajada-y ahora ya... déjame dormir, mañana tengo que ir al psicólogo a ver si tiene una cura para este mal.

A la mañana siguiente Sofía se levantó temprano para su cita con el psicólogo, se puso una falda beige, una blusa de color blanco y unas botas altas del mismo color que la falda, salió de su cuarto y fue a desayunar con Soledad.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora