39. Clara

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Un par de horas después tenían la mala suerte de que todas las muestras elaboradas provocaban algún tipo de reacción, por lo que debía de empezar de nuevo.

Andrea: Diego, ¿me puedes pasar la fórmula de la crema?-Diego le entregó el papel de las formas usadas.

Samuel: ¿ves algo?-ella miraba detenidamente el papel en silencio.

Andrea: si, ¿Qué tal si incorporamos aloe vera en la mezcla? Es una planta muy presente en un montón de cremas y remedios para la piel.

Samuel: si puede funcionar, pero piensa, tal vez neutralice el olor de la fragancia...

Andrea: cierto... pero no perdemos nada por intentarlo, si no se puede buscar otra solución, lo que más nos urge es una base que no produzca reacciones, el resto se va mirando.

Diego: está bien ahora mismo informo-Diego abrió la puerta y se fue dejando a Andrea y Samuel en el despacho ultimando unas cosas, de pronto la puerta sonó.

Samuel: ¡Adelante!-ambos estaban inmersos en sus respectivos documentos hasta que el carraspeo de quien tocaba los sacó de su trabajo.

Clara: hola...-dijo con un hilo de voz, ambos la miraron.

Samuel: Clara...-murmuró y bajó la mirada, mientras que la de Andrea era de desconfianza.

Clara: solo quería hablar con tu novia si me lo permites.

Andrea: no veo de qué podamos hablar tú y yo-Samuel se levantó.

Clara: es por necesidad.

Samuel: os doy unos minutos-paso la mano por el hombro de Andrea y al pasar por el lado de Clara ambos se miraron, él salió y cerró la puerta.

Andrea: te escucho-señaló el asiento que estaba frente a ella, la rubia se sentó, ambas se miraron-¿empiezas?-dijo con impaciencia.

Clara: para mí Samuel siempre fue como un amor platónico, un amor inalcanzable que jamás podría tener... estaba muy enamorado de esa mujer, tenía la vida encauzada, yo era una simple modelo que estaba empezando, no podía aspirar a tanto-Andrea relajó su rostro al oírla hablar de esa manera-cuando esa mujer lo engaño pensé que la mataba con mis propias manos, todos vimos el sufrimiento de Samuel ante aquella traición y yo la sufrí más porque estaba locamente enamorada de él-sus ojos se cristalizaron-pero se volvió amargado, déspota y gruñón... en varias ocasiones trate de acercarme a él pero nunca era el momento, pero una noche... él estaba borracho, yo lo encontré y me aproveché de él...-hundió la cara entre sus manos llorando con desesperación-aquella noche toqué el cielo con la punta de los dedos, pero al día siguiente todo volvió a la normalidad... aquello fue un error y aunque él no me lo tuvo en cuenta por las circunstancias yo sí sé que lo que hice estuvo muy mal.

Andrea: tranquila...-no sabía qué hacer, que decir, ni que pensar, no se esperaba para nada esa historia de los labios de aquella chica.

Clara: no te ves como ella, por eso quise hablar contigo, contarte la historia, no quiero que él tenga problemas contigo por el escarceo que tuvimos hace casi dos años...-suspiró-es obvio que a pesar del tiempo sigue sintiéndose culpable, lo noto en su mirada.

Andrea:-suspiró-perdona la forma en la que te hablé... pero debo decirte que la manera en que lo miras no me gusta...

Clara: lo siento...

Andrea: no pasa nada, pero como comprenderás ahora es mi vida y no quisiera perderlo, ni por tu culpa ni por la de ninguna otra...

Clara: me alegra que haya encontrado una mujer como tú... Su sonrisa ha vuelto y para mí eso es suficiente, seré feliz sabiéndolo así-sonrió apenada.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora