23. De viaje M. (3/5)

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Fueron dando un paseo por la urbanización en la que vivían, hasta sentarse en un banco, Samuel apoyó los codos sobre sus rodillas y se frotaba las manos, los nervios de él hicieron sonreír a Sofía, que será lo que le iba decir...

Samuel: cuando encontré a Patricia con el que era mi mejor amigo en la cama, mi mundo se vino abajo-Sofía endureció el rostro-sentí como me apuñalaban el corazón una y otra vez sin piedad-respiró hondo-mi corazón se quedó vacío y todo me generaba mal humor, no confiaba en nadie, ni siquiera en Soledad que es como una madre para mí, me encerré en mi bunker y no quería que nadie se acercase a mí-sus ojos se volvieron vidriosos-lloré muchas noches, muchos meses... tenía pesadillas con lo ocurrido continuamente y nada de lo que me pasaba en la vida me aliviaba aquel dolor, ni siquiera el éxito empresarial, ni una buena posición social pudieron sanar mis heridas, era una agonía infinita, un agujero en mi corazón que cada vez se hacía más grande y dolía, muchísimo-Sofía no perdía ninguna palabra de las que Samuel decía-pero como dice el dicho: no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante-la miró y asomó una leve sonrisa-y el fin de mi mal llegó con una sonrisa y dejando los zapatos tirados por la entrada de mi casa-Sofía soltó una carcajada-llegó para cambiar mi vida-Samuel soltó una lágrima-ella le puso un vendaje a mi corazón, convirtió mis pesadillas en sueños, con su bondad alivió mi corazón, de pronto esa agonía fue substituida por un hormigueo que es difícil de explicar y entonces ese agujero se hizo pequeño, tan pequeño que casi ya no existe, por que logró hacerme ver la luz al final de este tormentoso proceso... hizo que volviese a querer y a sentirme querido... volví a sonreír y a creer en la felicidad, por eso, estoy convencido que tu serás capaz de sentir lo mismo-tocó su vientre-tienes una persona dentro de ti que tiene lo necesario y más para sanar tus heridas... para llenar ese vacío que cargas a tu espalda... él o ella será la personita que te devolverá la felicidad, ¡que le den a tu marido! ¡Pídele el divorcio! Y continúa tu vida-agarró sus manos-eres una joven preciosa, Sofía, eres una emprendedora en el mundo empresarial y pronto serás madre, quien no quiere una mujer como tú a su lado... No te encierres en ti misma, que Leonardo te haya abandonado y estes sufriendo no significa que te vaya a doler toda la vida, solo ten paciencia y ve despacio-ella sonrió ampliamente y se lanzó hacia él abrazándolo.

Sofía: ¡Gracias!-soltó una risa-era justo lo que necesitaba oír, alguien que entendiese todo por lo que estoy pasando... ¡Que suerte tiene mi hermana!

Samuel:-se rascó la nuca-más suerte tengo yo de que me perdonase...

Sofía: me encanta que sientas esas cosas tan bonitas por mi hermana... me alegro que os arreglarais, Andrea te adora...

Samuel: y yo me di cuenta que también a ella-sonrió.

Sofía: vamos, por favor, vosotros os tenéis que ir de viaje, no voy permitir que os quedéis aquí por mi culpa.

Ambos se levantaron del banco y se encaminaron nuevamente a la casa, mientras Arturo y Andrea los esperaban impacientes, los vieron entrar entre risas...

Samuel: ¿Estas lista?-Andrea se quedó perpleja mirando a su hermana que entraba como si no pasara nada en casa.

Andrea: ¿qué le dijiste?

Samuel: después te lo cuento-le dio un beso en los labios-coge tus cosas.

Andrea: pero... mi hermana...

Samuel: sé que va estar bien... ¿Verdad Sofía?-ella lo miró con una sonrisa y se acercó a su hermana para tranquilizarla.

Sofía: vete y disfruta de Samuel... los dos os lo merecéis... ya es tiempo para los dos, yo me quedaré con Arturo y también está Soledad ¿verdad?

Arturo: claro... estaré al pendiente de ella todo el tiempo que necesites.

Andrea: solo será hasta el domingo, ¿vale? Cualquier cosa que necesites llámame-Sofía afirmó y Andrea le dio un beso en la frente-adiós.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora