11. Las cosas claras

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Andrea: bueno... ese detalle no es de relevancia en la historia, el caso que lo vi muy extraño, estaba como decaído y bueno me dijo que tenía heridas que sanar y que me necesitaba... entonces una cosa llevó a la otra-se rascó la nuca y bebió de su agua.

Sofía: ¿otra vez?-abrió la boca

Andrea: si...-se tapó la cara-¡pero es que no me puedo resistir!

Sofía: madre mía Andrea...-soltó una risa.

Andrea: después de eso yo creí que volvería ser lo de antes, pero esta mañana llegó a la fábrica sonriendo... ¡¡¡Y que sonrisa Sofi!!!-Sofía la miraba ilusionada-hablamos un rato sobre el perfume que estamos ideando y después me propuso cenar con él porqué quiere conocerme-sonrió ampliamente mientras suspiraba.

Sofía: Andrea...-soltó una risa-¡estas enamorándote de Samuel!

Andrea:-reaccionó y se puso seria-¿YO? No... no-ambas hermanas se miraron-¿Si? Ay... pues igual si-se tocó la frente-es que... es tan guapo, tan pasional, tan dulce... quiero saber mil cosas de él

Sofía: pues hoy ya sabes... tienes que preguntarle muchas cosas-se mordió el labio inferior.

Andrea:-miró el reloj-venga date prisa, tienes que venir conmigo a comprarme algo bonito.

Samuel miraba el reloj, ya pasaban un poco de las nueve, llevaba un traje azul marino, una camisa azul clarita y la corbata correctamente combinada, dio un par de pasos por la sala para servirse una copa de whisky, estaba un poco nervioso, entonces escucho unos zapatos de tacón bajar por las escaleras, se giró y la observó detenidamente llevaba una falda larga ajustada a la cintura y que caía en vuelo hacia los tobillos junto con un top negro, llevaba el pelo suelto y ondulado con una leve capa de maquillaje, estaba muy hermosa, él se acercó.

Andrea: siento haberte echo esperar-Soledad salió de la cocina.

Samuel: estás muy guapa, Andrea-Soledad se acercó a ellos y los miró con una sonrisa.

Soledad: ¿Vais algún sitio?

Samuel: em...-se rascó la cabeza-sí, invité a Andrea a cenar, así que, llegaremos algo tarde-se dirigió a Andrea de nuevo y le ofreció su brazo-¿Vamos?

Andrea: sí...-le dedicó una amplia sonrisa y agarró su brazo bajo su mirada, Soledad los miraba maravillada y Sofía los vio marchar desde lo alto de la escalera.

Soledad:-soltó un suspiro-que lindos se ven.

Sofía: ¿te gustaría que mi hermana estuviese con Samuel, Sole?

Soledad: nada me gustaría más, Sofía, Andrea es una muchacha excelente, buena, dulce, risueña y ahora trabajadora-sonrió-ella es perfecta para él.

Sofía: solo espero que él no tarde mucho en darse cuenta, su niño es demasiado amargado y tiene muchos fantasmas sobre su cabeza.

Soledad: lo sé-agachó un poco la cabeza-él está herido, pero sé que Andrea le devolverá la sonrisa a mi niño.

Llegaron al restaurante donde iban cenar, durante el camino solo hablaron de algunos asuntos referentes a la fábrica y Andrea se moría por llegar al grano de lo que a ella le interesaba sobre Samuel. Entraron y los acompañaron a la mesa, pudo observar como gente conocida de su círculo social la admiraba algo que para Samuel no pasó desapercibido, cuando ordenaron lo que iban a cenar Samuel la miró.

Samuel: parece que te reconocen-Andrea miró a su alrededor.

Andrea: si, son conocidos del club y de mis padres-se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja y asomó una sonrisa nerviosa.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora