51. Perdió la memoria..

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Al día siguiente, Samuel llegó a las escaleras y se quedó mirando al final de las mismas... entonces a su mente vino la imagen de una chica morena de espaldas recogiendo una maleta, una voz se coló en su interior "¡NO ME VOY QUEDAR PARA SER TU AMANTE!" un fuerte dolor se concentró en su frente e hizo una mueca, cuando se le pasó un poco bajó las escaleras y caminó hacia el despacho escuchando a Patricia por teléfono.

Patricia: tienes que impedir que Diego vea a Samuel.... Me da igual, puede ser un caos si se reencuentran...-escuchó al otro lado e hizo una mueca-cada vez son más intensos sus dolores de cabeza, me dijo el médico que puede ser una señal de que este recordando.

Se separó de la puerta y se quedó pensando, en ningún momento recordó que el médico le dijera eso, por lo que interpretó que Patricia había visto al médico a sus espaldas, endureció el rostro y caminó de nuevo a su habitación, sacó una maleta y comenzó a meter ropa en ella, cuando la terminó, tomó el papel con la dirección que Sofía le había dado y abandonó la mansión en silencio, se subió a un taxi y se puso rumbo a Esperanza del mar.

Irina y Flavio habían ido al ginecólogo para una revisión del embarazo, por lo que Andrea y Coco se quedaron sin su paseo matutino por quedarse en la recepción del hostal, algo que aburría enormemente a Andrea, habían pasado varias horas y su perro la miraba con cara de desesperación.

Andrea: lo sé Coco... esto es muy aburrido... pero tenemos que quedarnos hasta que vengan-resopló y se apoyó en el mostrador-esto es A-BU-RRI-DO-apoyó la mano sobre la frente y vio al perro que la seguía mirando, de pronto el jardinero paso por la entrada-¡Ey! Te importa quedarte un momento aquí, necesito sacar al perro, se está meando-el jardinero miró al perro y este empezó a mover la cola.

Jardinero: si, claro... pero poco tiempo, debo ocuparme de los destrozos del jardín.

Andrea: solo serán una media hora de reloj, si viene algún huésped hazle registro-salió con el perro justo cuando un taxi aparcaba en la entrada, pero no le dio importancia y siguió su rumbo con Coco.

Samuel salió del taxi, respiró profundo y se sintió tranquilo, cogió sus maletas y entró en el hostal de la dirección. Se acercó al mostrador.

Samuel: buenos días quería una habitación.

Jardinero: claro, ¿su nombre?

Samuel: Samuel... Gallardo-dijo dudando.

Jardinero: muy bien, ¿Cuántos días se queda?

Samuel: pagaré por una semana.

Jardinero: muy bien ¿teléfono?

Samuel: no sé... no lo recuerdo-se tocó la frente-con que sepa eso está bien-sacó dinero del bolsillo y el hombre le entregó la factura con lo que le costaba.

Cogió las maletas y siguió al jardinero, subió al primer piso, entró en su habitación y colocó sus cosas en el armario y también en el baño, se cambió la ropa por una más fresca ya que estaba haciendo calor y bajó nuevamente para conocer el pueblo. Caminó por un largo rato hasta entrar en la playa... se sentía en paz, tranquilo y sin presiones por parte de Patricia ni de Pablo... algo en su interior le decía que no debía fiarse de ellos, tanta insistencia en la empresa le resultaba muy sospechoso.

Andrea iba con su perro de paseo, el año y la comida lo habían hecho un perro muy grande y fuerte, por lo que cuando se ponía terco era capaz de tirar de la correa hasta el punto de arrastras a Andrea... y así lo hizo en cuanto a lo lejos vio a unos niños jugando con la pelota.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora