32. Con nombre de mujer

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¡¡Hola, hola!! Antes del capítulo quería dar un aviso y es que mañana me voy de viaje, con lo cual no podré publicar hasta que vuelva que será el domingo 30 de Abril, por ello hoy publique dos capítulos. En cuanto vuelva retomaré la novela publicando como hasta ahora, muchas gracias por las lecturas, los votos y los comentarios, estoy muy agradecida por la acogida de la novela, sin más os dejo con el capítulo 32 y cualquier duda no olvidéis comentármela.

¡Un saludito!

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Sofía: para el mes que viene tengo un aniversario de casados, y 2 bautizos... y en el verano ni te cuento-le dio un lambetazo a su helado de frutas del bosque-todo son bodas... la verdad es que recibí buenas críticas, aun me siguen llegando mensajes de felicitaciones.

Arturo: no sabes cuánto me alegro Sofía, verás, yo venía a verte por que estos días estuve pensando y tomé una decisión-aquello la asustó de tal manera que alejó el helado de sus labios para escucharlo atentamente, pero él no se decidía.

Sofía: ¿Qué pasa?

Arturo: es obvio que tu estado ha mejorado mucho y apenas tenemos sesiones en el consultorio, creo que ya no es necesario que sigas viniendo.

Sofía: ¿Cómo? No... si me hacen falta, siempre necesito de tu consejo.

Arturo: para...-la interrumpió-necesitas al Arturo amigo, no al psicólogo, tu casi depresión despareció por completo ya eres una mujer autónoma dueña de sus decisiones, de su vida y de la de su hijo-sonrió-obviamente cuentas conmigo para todo, seguiré aquí como tu amigo, pero ya no es necesario que siga tratándote como paciente, aunque si lo necesitas puedo derivarte a un colega.

Sofía:-suspiró-no sé, yo... tengo miedo.

Arturo: no temas, contar con los consejos de los demás no es mala señal y por lo pronto es lo que considero que necesitas con más urgencia, saber la opinión de los demás y que te den algún consejo sobre qué hacer, eso no es malo y lo puede hacer cualquiera sin necesidad de que me consultes como terapeuta.

Sofía: está bien, pero...-tomo su mano-no quiero que te apartes de nuestro lado-la apoyó sobre su vientre, Arturo tragó en seco.

Arturo: sería incapaz de hacerlo... te... te has convertido en alguien muy importante para mí...

Sofía: tú también para mi...

No resistió más el impulso y Sofía estrelló sus labios sobre los de Arturo que ante la sorpresa abrió los ojos sin saber reaccionar, ella colocó las manos sobre sus mejillas y comenzó a mover sus labios sobre los de él con ternura, el deslizo las manos entre su pelo y agarró su cara con cariño empezando a responder a aquel beso moviendo los labios al mismo ritmo que el de ella, entreabrió la boca para dejarle paso a su lengua y ambas conectaron inmediatamente explorando cada rincón que se hallaba a su paso, el sabor de ambos helados se mezcló dentro de sus bocas, creando una combinación perfecta que ninguno de los dos quería dejar de saborear... se separaron con la respiración un poco agitada.

Arturo: Sofía...-sonrió con las manos todavía enredadas en su pelo.

Sofía: no digas nada...-avanzó y le dio un beso en los labios-estoy muy confusa... no sé qué es lo que me pasa contigo.

Arturo: trastocas mi vida con solo mirarme...-suspiró sobre sus labios-pero necesitas tiempo para aclarar eso que sientes... Es obvio que yo no te puedo ayudar en eso ni como amigo ni como psicólogo.

Sofía: lo sé...-ambos sonrieron-¿vamos a cenar?-él afirmó.

La miraba detenidamente mientras terminaba de abrocharse el sujetador después de haberse colocado completamente la ropa interior, admiró sus caderas y observó las marcas de sus manos sobre ella.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora