48. Descubriendo la verdad

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Era tarde en la ciudad de Houston y Samuel se encontraba en su oficina revisando una revista en la que Pablo había dado una entrevista... de pronto se encontró con una opinión que no le gustó nada y que inevitablemente logró enfurecerlo de tal forma que volvió a desatar las lágrimas en él.

Samuel: Lo que le ocurrió a Gallardo es que no pudo superar que del Junco prefiriese estar conmigo y no con él... de ahí su fracaso en este mundo, su éxito se debía a esa mujer, ese era su gran secreto... ahora que la tengo yo está acabado-estrujó la revista y tiró todo lo que había en su escritorio lleno de ira-¡ESTÁN JUNTOS! PERO AHORA SI ME VAN OIR...

Arturo: ¿Cómo están mis dos amores?

Sofía: demasiado bien-sonrió-el glotón ya comió y solo te está esperando para que lo duermas-Arturo cogió al niño entre sus brazos.

Arturo: así que ya comiste, mi corazón... te estás haciendo muy grande eh-Sofía los miraba con mucha ternura.

Sofía: es increíble el amor que le procesas a mi hijo... es como si...

Arturo: ¿como si fuera mío?-ambos sonrieron y él miró al niño-sé que no lo es, pero lo siento así... no tendrá mis ojos ni mi nariz, pero es tuyo y eso es suficiente para quererlo-los ojos de Sofía se cristalizaron.

Sofía: eres tan increíble Arturo... sé que es poco ético que un psicólogo se enamore de su paciente o viceversa, pero me alegro que hayas llegado a mi vida, tú y Omar sois mi vida... me alegra que él crezca rodeado de este ambiente tan tierno y bonito...

Arturo: va tener la mejor educación y el hogar que os merecéis... te lo prometo-deslizo un brazo sobre ella y la acercó a su pecho junto al pequeño, ambos permanecieron un rato así, mirando como el pequeño Omar poco a poco se dormía.

Con rabia cogió su chaqueta y dejando todo tirado en su despacho, se fue al parking de su fábrica, cogió su coche y como un rayo se presentó en la fábrica de Fragancias Martínez dispuesto a plantarle cara a él y a Andrea.

Entró como un demonio en la fábrica ignorando las advertencias de la seguridad, subió en el ascensor y llegó a las oficinas, ignoraba en donde estaba ubicado el despacho de Pablo pero lo buscaba enfurecido hasta que comenzó a escuchar una conversación que le heló el corazón.

Patricia: duras tus declaraciones en la prensa-soltó una carcajada.

Pablo: espero que Samuel las lea para terminar de hundirlo... ¿has visto? Con un par de golpes más lo dejo en quiebra-se frotó las manos con una sonrisa.

Patricia: en verdad subestimé nuestro plan primo... llegue a pensar que no lograríamos separarlos pero si ¿eh?

Pablo: estaba todo de nuestra mano para que saliera bien, que reviviera con Andrea lo que le pasó contigo fue lo mejor que se nos ocurrió.

Patricia: además con la droga que le dimos ella jamás sabrá que nunca se acostó contigo y que fue una trampa nuestra para alejarlos.

Samuel todavía permanecía tras la puerta, oír aquello le partió el alma en dos... Como pudo creer aquello de Andrea, los habían engañado y él había creído en esa cruel trampa en vez de confiar en el amor de su vida, "ESTUPIDO" gritaron su corazón y su mente... aquellos dos personajes irrumpieron su idílica relación con Andrea, lo habían jodido todo, no se lo iba permitir, abrió la puerta de golpe y observó como el rostro de Patricia y Pablo se desencajó por completo.

Pablo: ¿Samuel? ¿Qué te trae por aquí?-tragó en seco rezando en su interior que no hubiese escuchado nada.

Samuel se aproximó enfurecido a la mesa de su despacho, lo agarró de la camisa, tiró de él arrastrándolo por encima de la mesa, tirando con todo a su paso y terminó con él en el suelo repartiéndole golpes por todo el cuerpo.

DULCE AROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora