15.

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-Deberías entrar, ya es un poco tarde ¿A que hora llegarían tus padres?- el chico de rulos golpeaba el volante de su auto imitando alguna canción pegajosa que Louis no lograba reconocer.
-A la media noche, aun tengo algunas horas de soledad- el castaño encogió los hombros- Harry… yo quería- Las profundas pupilas color esmeralda de Harry se clavaron con interés sobre la figura nerviosa de Louis- Bueno, quería decirte gracias, por todo lo que hiciste por Liam hoy, quiero decir, nadie ofrece un trato así a un completo desconocido
-Nadie ofrece su casa aun bobo cabeza de aire, el cual roba su ropa previamente, para poder agradarle a un chico grandioso, el cual, y cito- Harry mantenía aquella sonrisa zancarróna tan característica de su personalidad- “odiaba hasta mi simple existencia”
- Cállate Harold- el castaño estalló en escandalosas risas, captando por completo la atención de su acompañante- Te echare de menos, esta semana fue divertida
-Acéptalo Louis, solo extrañaras que te alimente, Lo se soy grandioso, pero si sigo aquí tendrás que adquirir una membresia permanente para el gym - Louis golpeo amistosamente el brazo de su amigo haciéndolo callar- Aun no me voy y ya siento que te extraño Lou, y hablo completamente enserio, esta semana fue… genial
- Lo se, solo ruego por que no tengas ningún problema en tu casa por ello.
-Con suerte mi padre abra notado mi ausencia- el chico de rulos bajo la mirada, Louis se sintió un completo idiota ¿Por qué siempre sacaba a colación temas que afectaban emocionalmente a su amigo?- En fin, extrañare esas charlas hasta altas horas de la noche, será difícil dormir sin ellas.
-¿Sabes? Es gracioso, hemos compartido toda esta semana y ni siquiera hemos intercambiando números, eso ayudaría - Louis encogió los hombros fingiendo desinterés, cuando en realidad, había buscado entre mil palabras, para sonar lo mas casual posible a la hora de llegar a tocar el tema, no entendía por que su repentino nerviosismo.
- Buen punto- el ruloso tomo su teléfono celular el cual descansaba en el tablero del auto- Te escucho- Louis comenzó a dictar el numero telefónico que tenia completamente grabado en su memoria - Bien ahora, dame tu mejor sonrisa Lou- el castaño frunció el ceño cuando el chico de rulos puso la cámara de su celular frente a el- Anda, por favor, por mi- Louis no pudo decir que no, a la expresión de cachorro triste de su amigo, pero en lugar de sonreír, el castaño cruzo sus pupilas color celeste de una manera por demás graciosa, mientras enseñaban su rosada lengua a la cámara, Harry exploto en carcajadas pero sin perder tiempo capto el momento en una fotografía que usaría para agendar el numero de su Louis- No es lo que tenia en mente pero servirá, Bien, buenas noches Louis
- ¿No me darás tu numero? - El mas bajo exclamo claramente ofendido
-Haré algo mejor, y cuando lo haga tendrás mi numero, ahora, buenas noches - Louis frunció el ceño con decepción, pero decidió mantener la calma y esperar por lo que fuera, que Harry quisiera hacer.
- Buenas noches Hazza…
Sin nada mas que lo detuviera, Louis bajo del auto rojo para caminar con un enorme vacío en el pecho hacia su ¿Hogar? Ni siquiera sabia si podía seguirlo llamando así pues sin Harry, la casa se sentía vacía, sin vida, esa casa donde había vivido toda su vida se había trasformado en solo un montón de paredes, sin su risa, o su adorable presencia que llenaba de luz hasta el lugar mas obscuro, el lugar parecía sombrío y extraño.

• • •

La habitación del chico de rulos se encontraba tal y como Harry la recordaba, desde la ultima vez que había dormido en ella, el terrible desastre que caracterizaba la habitación del chico, por primera vez lo hizo sentir mal, Harry recordaba con nostalgia, la pequeña habitación de Louis, la suya era al menos tres veces mas grande que la del castaño, pero sin embargo el espacio de sobra que había en ella la hacia sentir vacía, en la semana que había pasado con Louis, había aprendido que el chico era un fanático de la limpieza y el orden, cosa contraria a Harry, quien se prometió a si mismo ordenar su habitación al día siguiente, quería impresionar a Louis, incluso en aquellos pequeños detalles que posiblemente, el castaño jamás llegaría a ver. Harry estaba por arrojar su perezoso cuerpo, sobre la enorme cama situada justo en el centro de la recamara, pero una nota color amarilla sobre esta lo detuvo. La caligrafía tan peculiar del señor Styles, la cual su hijo reconocería sin necesidad de una firma, describía un mensaje dirigido a el chico de rulos.

“Harry, tenemos que hablar. Patricia y Yo estaremos fuera de la ciudad por algunas semanas, espero que para cuando regrese, tu también lo hayas hecho, no pelees con Zayn por favor, puedes pasar el lunes a mi oficina por tu cheque semanal, pide un poco mas si es necesario. Papa”

Harry sonrío burlesco, tal y como lo había predicho, nadie se había preocupado por su larga ausencia, y como era costumbre, su padre pretendía llenar la ausencia con dinero, el siempre frío dinero, el chico arrugo el papel con decepción y lo arrojó a alguna parte del piso, sin importarle realmente donde. El sentimentalismo habito su corazón, cuando se percato de que la única persona que llenaba el enorme vacío emocional en su vida se encontraba quizás en su habitación, leyendo un libro o haciendo tarea, no necesito pasar mas de una hora para que Harry se convenciera a si mismo de que extrañaba a Louis, no como su amigo, no como una simple compañía, extrañaba ese torbellino de emociones que el chico provocaba en el, su dulce mirada color celeste, la cual podía eclipsar al mismo sol, su peculiar tono de voz, su escandalosa risa, todo en el resultaba extraño, pero sumamente seductor.

• • •

Louis trataba de concentrarse en el libro que sostenía frente a el, pero le resultaba prácticamente imposible comprender cada una de las frases de aquella obra que algún tiempo atrás el mismo había calificado como extraordinaria, la ansiedad lo comenzaba a consumir, el deseo por escuchar la ronca voz de Harry se hacia cada vez mas intolerable. El castaño bajo el libro, dandose por vencido, no lograría leer aquella noche, sencillamente por que su mente te encontraba muy lejos de su habitación, exactamente, en cualquier lugar donde Harry estuviese. El débil sonido de una canción bastante conocida de “The Smith” irrumpió en el silencio de la habitación, el chico busco con desesperación su Móvil entre las sabanas de su cama, se trataba de un mensaje de texto, de un numero desconocido, no necesitaba abrir el mensaje para saber de quien se trataba. El corazón del castaño comenzó a latir con suma rapidez, el simple hecho de tener noticias de ese dulce chico que había robado cada uno de sus pensamientos desde que se había marchado algunas horas atrás, lo hacia sentir pleno, vivo de nuevo, por que sencillamente, ya no podía recordar su vida antes de conocer a tan especial persona.

12:20 AM
¡Felicidades¡ Usted es ahora un cliente Premium del servicio “Deseale buenas noches a una persona especial” de Harry Edward Styles, así que ¡Buenas Noches Lou!
Pdta: Te extraño, esta noche será eterna, juro que si no consigo dormir te secuestrare
Pdta 2: Usa la foto que te adjunte para registrar mi numero, poder admirar mi bella sonrisa cada vez que te llame, es mi regalo especial para ti. Te llamare mañana para planear algo. Hazza

Louis río divertido con las ocurrencias del chico de rulos, sin pensar mas, descargo la fotografía que Harry mencionaba en el texto, pero sin detenerse a cuestionarse ¿Por qué? El chico no solo utilizo aquella imagen, donde su amigo lucia una sonrisa por demás cautivante, para registrar su numero telefónico. Después de algunos cambios en la configuración del móvil, la imagen perfecta de Harry apareció en el papel tapiz de este. Louis abrazo el pequeño aparato de comunicación contra su pecho. Ni en un millón de años, una fotografía se compararía con el cálido toque de Harry, pero podría conformarse con “sentirlo cerca” de esa manera, al menos por esa noche.

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Un nuevo día había llegado, ò al menos eso anunciaba el sonido desesperante de la alarma de Harry, quien se negaba a despertar rotundamente pues hacia solo unos segundos se encontraba en aquel misterioso mundo de los sueños donde Louis lo acompañaba contagiando su encantadora risa y haciéndolo estremecer con el sutil tacto de su piel. Era increíble las sensaciones que le provocaba aún siendo esto un simple sueño, no era la primera vez que aquel par de ojos mar aparecían en su cabeza a la hora de dormir y sin duda alguna sus sueños se volvían cada vez mejor y lo hacían despertar de un excelente humor. Sin embargo esa mañana era diferente pues a contrario a sus últimos despertares, esta vez Lou no estaba con él, y su hombro donde solía dormir ahora era remplazado por una blanca almohada que a pesar de su textura de seda jamás podría compararse con el calor del cuerpo de Louis. Harry suspiro ¿Seria que algún día volvería a tener el placer de despertar junto a él? El chico sacudió sus despeinados rulos con ambas manos para después tomar su celular y hacerlo callar, la notificación de un nuevo mensaje en la pantalla lo hizo sonreír al instante y más aún cuando pudo admirar la graciosa foto del contacto justo alado del texto.

How Did I Fall In Love With You?  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora