Fugitiva | Camren

Con temor y fe.

Lauren's POV

Dos días después, ahí estaba, en Indianápolis, de pie frente a una zona de juegos abandonados. Caminaba tras Kass y Jack, su prometido. Según había escuchado en la camioneta de Jack, dos años atrás, el dueño de aquel lugar había sufrido un infarto y había muerto. Desde entonces, la zona de juegos estaba completamente abandonada.

Jack forzó la desgastada puerta del local. Al entrar al salón, la oscuridad no me permitía ver mucho. Fue hasta que Jack encendió una de las lámparas de la entrada, que puede ver parte del lugar. Había por lo menos ocho enormes máquinas de Arcade que estaban puestas en fila a mi derecha. Tres simuladores de conducción de coches y cuatro de motos estaban a mi izquierda. Hacia el fondo vi un par de mesas de pingpong y tres máquinas de pinball. Todas estas cosas estaban completamente llenas de polvo y telarañas.

- Debemos esperar a los otros. - Dijo Jack desde la otra esquina del salón. Este trataba de encender una de las máquinas de pelea de Arcade.

- ¿Quién vendrá? - Le pregunté a Kass quien estaba a mi lado.

- Varios chicos. - Dijo con naturalidad. - No tengas miedo. - Puso mi mano sobre mi hombro. -Veras, todos tenemos un único deseo. Todos queremos matara a Leekie. - Eso era algo que yo estaba ansiando desde hacía mucho tiempo. - Tú, Jack y yo queremos liberarnos de su yugo. Mat quiere venganza. Anthony, Oliver, Alex y Rob solo quieren su dinero.

- Espera, ¿Hay dinero de por medio? - Estaba sorprendida.

- Descuida, te tocara una buena parte cuando toda esta mierda termine.

- ¿Por qué se quiere vengar Mat? - Volví a preguntar.

Kass bajo la mirada y tardó un poco en contestar. - Hace dos años Mat le debía dinero a Leekie. La madre de su hija de dos años estaba enferma. Mat no tenía dinero para pagar la cirugía. Era solo cuestión de tiempo para que la mujer muriera. Él le pidió más del dinero que podía pagar a Leekie... ya te podrás imaginar que pasó cuando no alcanzo a pagarle todo a tiempo.

Kass bajo la mirada y aclaro su garganta. No me miraba a los ojos.

- Leekie tomó a su pequeña hija. - Dijo con un hijo de voz.

Kass me miró. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

- Él la asesi... - Tenía miedo de completar la oración.

- Sí. - Contestó Kass con dolor en su voz.

Aquello me había roto el corazón. Era un maldito. Empuñé tan fuerte mis manos que estas se volvieron blancas y mis uñas de clavaron en mis palmas.

- Su esposa se salvó, pero se divorciaron tiempo después. Ella lo culpaba únicamente a él por la muerte de su pequeña.

No podía hablar. Un nudo en mi garganta obstaculizaba las palabras.

- Desde eso Mat solo quiere venganza. - Kass me miró de nuevo. - Y no lo culpo.

Asentí. No podía hablar. Estaba tan enojada. Nada de eso era justo. ¿Por qué pagar con la vida de una pequeña niña? Estaba segura que este mundo es una mierda. Nosotros los humanos somos una jodida mierda. ¿Por qué nos empeñamos tanto en hacerle el mal al prójimo? No tiene sentido.

Sin darme cuenta, lagrimas caían sin control de mis ojos. Empecé a llorar amargamente de pie junto a Kass.

- Oye no llores. - Sentí como las suaves manos de Kass secaban las lágrimas de mis mejillas.

- Kass no es justo. - Dije entre sollozos.

- Lo sé. Lo sé. - Sentí como los suaves brazos de Kass me rodeaban en un cálido abrazo. - Por eso lo vamos a hacer pagar. Vamos a terminar con él. - Dijo ella con fe. - Veras que tu gente estará a salvo.