Fugitiva | Camren

Post Mortem.

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La primera semana sin Lauren fue la peor de mi vida. Teníamos una terrible sensación de incertidumbre e impotencia. Después de la última llamada de esa noche, no volvimos a tener noticias de ella. Fueron tantas largas noches sin dormir. En esas noches, me dedicaba a pensar en el incierto futuro de mi Lauren. Muchas preguntas rondaban en mi mente, pero no les podía dar una respuesta. ¿Dónde está Lauren? ¿Qué pasó con ella? ¿Qué hizo esa noche? ¿Por qué dijo que cambió el plan? ¿Aún me quiere? Y la peor de todas: ¿Lauren está viva? No lo sabía y temía que la respuesta fuera negativa.

Durante la primera semana, las chicas y yo buscamos por cielo y tierra a Lauren. Llamamos a todos nuestros contactos en Miami en caso de que alguno la hubiera visto. Pero todo eso fue en vano porque nadie había hablado con ella. A excepción de sus padres. Ally tuvo la idea de llamar a los progenitores de la latina. Ellos amablemente nos dijeron que Lauren los había llamado esa noche casi a la misma hora que ella había llamado a las chicas. Lauren también se despidió de ellos. Los padres de la ojiverde se mostraron muy preocupados ante la desaparición de su hija y se comprometieron en ayudar en la búsqueda. No era opción reportarla a personas desaparecidas porque significaría un gran riesgo para Lauren si la policía se involucraba en su búsqueda. Por eso, aunque era muy tentador reportarla, no podíamos por cuestión de no causarle problemas con la ley en un futuro.

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A la segunda semana, la incertidumbre persistía. No teníamos ni un correo o un texto de Lauren. Mis ojeras cada vez eran mucho más grandes, a tal punto que era casi imposible cubrirlas con maquillaje. Mi apetito había disminuido considerablemente. Mi insomnio estaba presente cada noche sin falta. Las chicas se mostraron muy preocupadas por mí, pero no había nada que ellas pudieran hacer para mejorar mi depresión. Mi estado de ánimo estaba por el suelo. Las cosas no estaban mejorando. Teníamos que hacer algo pronto. Entonces tuvimos una gran idea.

El padre de Ally nos podía ayudar ya que el hombre trabajaba como policía en Miami. Después de rogarle que no dijera ni una sola palabra a sus superiores, el hombre prometió ser totalmente discreto en la investigación; no le dimos toda la información que porque no queríamos comprometer a Lauren en ningún crimen. Sin embargo, confiábamos en el hombre y estábamos desesperadas. Al cabo de dos días de hablar con él, el padre de Ally nos dio noticias nada alentadoras.

El hombre nos llamó y nos contó qué había investigado. Nos dijo que dos semanas antes alguien había volado y consecuentemente, incendiado con una bazuca y cuatro granadas una casa en donde operaba un peligroso cartel. El cartel estaba ubicado en uno de los barrios más inseguros de Miami. También nos dijo que habían logrado identificar solamente cuatro víctimas de las cuales tres, estaban calcinadas en el lugar. Ellos eran: Jenna Babinski. Jenna era una prostituta que estaba en ese momento en la casa tomando su dosis diaria de heroína. No habían determinado el motivo de la muerte, pero creían que había sido por imparto de arma de fuego en su cabeza y abdomen. Otra persona identificada fue Cameron P. Kusterbeck, quien trabajaba en el cartel. Este hombre fue el único sin haberse calcinado ya que su cuerpo quedó en la puerta donde las llamas no alcanzaron a consumirlo completamente. Las autoridades determinaron que hombre murió por una puñalada en el cuello. También tenía más de quince puñaladas en el tórax, pero esas heridas fueron post mortem. La tercera persona en ser identificada fue Mat Williams. El hombre murió por múltiples impactos de bala en su cabeza y pecho. Y finalmente el diablo. Garrett Leekie. Las autoridades determinaron que su causa de muerte fueron cincuenta y cinco impactos de bala propinados por armas de diferentes calibres. Quien quiera que hubiera hecho eso, se había esmerado mucho en verlo muerto. La parte desmoralizante de la noticia era que había otros veintiún cuerpos totalmente irreconocibles sin identificar.