Fugitiva | Camren

¿Quién es este monstruo que lleva mi piel?

"No puedo controlarme, no sé quién he sido ¿Y quién es este monstruo que lleva mi piel?

Una película en blanco y negro. ¿Cuándo terminará? Porque cada vez que grito, nadie me oye."

ꟷ Against The Current – Paralysed

Lauren's POV

Flashback.

Era uno de mis primeros trabajos para Leekie. Recuerdo que llevaba en mi bolso más de dos kilos de cocaína y una libra de heroína. Lo cual se resume a más de veinticinco mil dólares. Y tenía que trasportarlos hasta el otro lado de la ciudad. Estaba muy nerviosa porque esa era la primera vez que tenía que llevar tanto conmigo. Hasta aquel momento, la mercancía más costosa que había transportado estaba avaluada en seis mil dólares. Eso sin duda no se comparaba para nada con la presión de tener que llevar mercancía por más de veinticinco mil grandes.

Estaba asustada, no lo voy a negar. Sabía muy bien que me podrían matar por quitarme la droga. Un paso en falso y todo habría acabado para mí. Entonces, bien, ¿Por qué lo hacía? El estado de Normani no había mejorado. Por el contrario, su sistema parecía rechazar la quimioterapia que era puesta en su líquido cefalorraquídeo. Su enfermedad era muy agresiva. Parecía no rendirse. Por eso, los doctores sugirieron intentar con otro tratamiento mucho más complejo. Lo que quería decir que iba a costar aún más que el primero. Entonces, ahí entraba yo. Debía ganar mucho más dinero a como fuera lugar. En ese momento no pensé en mi propia seguridad porque me importaba mucho más la vida de mi amiga.

Caminaba por la acera apresuradamente. No podía usar mi auto porque fácilmente podría identificar la matrícula y, como consecuencia, daría en bandeja de plata todos mis datos personales. Un taxi también era mala idea porque, en caso de asalto, el conductor podría salir herido o peor, y no me perdonaría que un ser inocente saliera herido por mi culpa (muy contradictorio si lo piensas bien). Por cada diez pasos, daba una rápida mirada hacia atrás. Tenía que cubrir mi propia espalda si quería que aquello saliera bien. En más de una ocasión, me pareció ver que alguien me venía siguiendo. Supongo que algunos solo fueron reflejos de mi miedo y paranoia.

Caminaba siguiendo una ruta que ya había premeditado con días de anticipación. La cual consistía en atravesar cinco vecindarios y un pequeño sector industrial. Para finalmente llegar a un deshuesadero de autos donde entregaría la mercancía.

En el camino, por un momento mi mente se llenó de preguntas. ¿Cuántas personas se volverían adictas gracias a toda la droga que estaba transportando? ¿Cuántas personas sufrirían una sobredosis por mi culpa? ¿Cuantas madres perderían a sus hijos por aquella droga? ¿Todo eso se justificaba? La respuesta era no, pero no había vuelta atrás.

Estaba pasando por el último vecindario cuando me pareció ver que alguien me estaba siguiendo. Creo que era un joven menor que yo. Delgado y pequeño de estatura. Este seguía mi paso y estaba a una distancia considerablemente sospechosa. El tipo usaba una sudadera blanca con capucha la cual le cubría gran parte de su cara. En ese momento, mi corazón empezó a latir el doble de rápido. Mis manos temblaban sin control.

Como respaldo, llevaba una pequeña arma metida entre mis pantalones. Nunca antes había utilizado una. Mis conocimientos eran muy limitados. Mi única fuente de aprendizaje fue un par de tutoriales que pude encontrar en internet. Después de descubrir la presencia del sospechoso, continúe mi paso mucho más apresurado dirigiéndome hacia la zona industrial.