Fugitiva | Camren

No puedes culparme por quien soy.

Después de aquella cita, las cosas entre nosotras habían mejorado. Ahora tenía sentimientos mucho más fuertes por la morena. Ella era dulce, atenta, graciosa, amable y muy tierna. ¿Qué más le podía pedir a la vida? Ella encerraba todas esas cualidades en su personalidad. Era increíble para mí.

Ella me hacia sonreír. Ella hacia mis días menos grises. Ella me hacía olvidar lo que había hecho, quien era. Amaba la persona que me convertía cuando estaba a su lado. Solo ella. Camila Cabello.

Pero olvidaba un diminuto detalle. Ella no sabía ni una pequeña fracción de mi pasado. Debía contarle todo si quería tener un futuro con ella. Estaba planeando como se lo iba a decir. Entonces, fue cuando una llamada me sacó de mis pensamientos.

— ¿Ally? — Pregunté esperando respuesta del otro lado de la línea.

— ¡Lolo!

— ¿Cómo va todo Allyboo? — Llame a mi mejor amiga por su apodo.

— Lauren hay algo que debes saber. — Dijo la joven con su voz un tanto apagada.

— ¿Qué pasa Ally? —  Me preocupe por el tono que utilizó mi amiga.

— Anoche estuve en casa de mis padres. Mi padre y yo estuvimos hablando de su trabajo. Hice todo lo posible por obtener información sin que él sospechase. Al parecer los federales están tras la pista de Leekie.

Eso era bueno y malo.

— Están buscando a todos los testigos. Están tomando todos los testimonios. – Añadió.

Mierda.

— Continua. — Le pedí con un hilo de voz.

— Lauren. Mientras ellos estaban ocupados, entré al despacho de mi padre y busqué entre los documentos... Ellos tienen el testimonio de Joy.

— Mierda. — Dije.

El señor Hernández me conocía desde hacía tanto como Ally. Él trabajaba en varios casos, entre esos el asunto de Leekie. Había un problema. Si Leekie caía, yo también lo haría. Solo era cuestión de tiempo para que los federales llegaran hasta mí. Estaba más jodida que al principio.

— Lauren. Joy dio una descripción muy detallada tuya, pero en el archivo no mencionó tus tatuajes ni tu color de ojos. Eso en parte es bueno. Supongo.

— Ally esto es malo. Vi Orange Is The New Black ¡No puedo ir a prisión! ¡Ally soy muy joven para ir a pudrirme tras las rejas! Ally esto no es justo ¿Por qué me pasa esto cuando por fin la vida me sonríe? — En ese momento un temblor se apodero de mis extremidades.

— Lauren y otra cosa.

— Dime.

— No le digas ni una palabra a Camila.

— Pero Ally... T-Tú fuiste quien me pidió que le dijera la verdad. — Le dije a mi amiga.

— Lauren. Ella también iría a la cárcel por ser tu cómplice. Obstrucción a la justicia.

— ¿Qué hay de ti? ¿Qué hay de Dinah? —Mierda. Me estaba hundiendo y mis amigas junto conmigo.

— Soy la hija del jefe de policías. Por el momento estoy a salvo. Debo pensar alguna solución para Dinah.

— Ally. — Dije con un hilo de voz. — Necesito que me prometas algo.

— Lo que sea Lo.

— Si algo me llega a pasar, cuida a Luis como si fuera tu hijo.