El temor de un hombre sabio

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"Los saqueadores acaban siendo saqueados, y el tiempo nos hace mercenarios a todos ."

Patrick Rothfuss

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Era solo un niño cuando el mundo se le vino encima... Una confesión de su abuelo, aquel hombre que tanto admiraba, bastó para que la vida de Pip perdiera sentido. Ahora todas esas burlas, el acoso de sus compañeros, el recelo de sus profesores, todo empezó a encajar. A sus nueve años tuvo que tomar la difícil decisión de tratar de continuar una vida normal o seguir con la herencia familiar... No tenía sentido fingir algo que jamás podría ser, la imagen de su padre muriendo en Colombia para conseguir dinero por su nacimiento y la de su madre exhalando su último aliento poco después de que diera a luz lo atormentarían toda la vida.

Dejó la escuela, su abuelo insistió en que debía mantener cierto grado de educación, así que estuvo bajo el yugo de un estricto sinodal particular, mientras comenzaba su entrenamiento físico. Esos viejos amargados y ruines le darían a Pip las lecciones de vida más importantes: "Eres un soldado de la fortuna, la escoria de la tierra... Pero, el que te vean como escoria, no quiere decir que lo seas ni que tengas que serlo", "La grandeza de un hombre se mide por los aportes que deja al mundo... Tal vez, usted sienta que no aporta nada, pero su sacrificio no es menos valorado por el hecho de no pertenecer a una causa fija... Si nadie lo valora, hágalo usted mismo, jamás permita que lo hagan sentir menos". 

Gracias a esas palabras, Pip aprendió a lidiar con su destino y jamás se sintió inferior a otros nuevamente. Se unió a un escuadrón con algunos amigos que decidieron seguirlo a una vida de "dinero fácil" y siempre destacó por sus habilidades, pero sobretodo por su buen juicio y la imparcialidad al momento de tomar decisiones. Siempre fue un hombre noble que no encajaba en el estereotipo del mercenario común.

No pasó mucho tiempo para que se convirtiera en capitán, era un líder nato que hacía justicia a la fama del apellido Bernadotte dentro de los Wild Geese. En sus varias misiones perdió compañeros, amigos, aliados... Nombres iban y venían en las listas de reclutamiento de su escuadrón, pero él siempre honraba a sus caídos y se aseguraba de que las familias supieran el destino de sus hombres y recibieran la paga que les correspondía. Jamás logró que esos decesos no lo afectaran, era igual de doloroso que la primera vez... Esos nombres, los rostros cubiertos de sangre, se unieron a la imagen de sus padres, atormentando su conciencia... Le preguntaron varias veces si no tenía miedo de morir, Pip siempre decía que no, porque al morir dejaría de atormentarse con la lista de muertos que consideraba su responsabilidad, sería un alivio para él.

¿A qué le tenía miedo Pip Bernadotte? A morir sin ser reconocido, sacrificarse por una causa que no significara algo para él, a eso le temía. Lo supo cuando perdió el ojo en Uganda, fue la primera vez que se sintió tan cerca de la muerte y en su desesperación conoció sus mayores miedos. Quizá esa revelación lo orilló a aceptar el contrato más cómodo que le ofrecieron en su trayectoria de mercenario, ¿Qué tan malo podía ser enfrentarse a "vampiros"? Sonaba como una locura, pero sentía que le daría el tiempo para encontrar la noble causa por la que valiera la pena morir.

Fue muy irónico que encontrara su razón en medio del infierno, combatiendo a los vampiros que creyó al inicio solo eran desvaríos de su nuevo jefe. Encontró una amistad desinteresada, una aliada tan noble como sus mismos ideales, una hermosa mujer que era más humana que los mismos humanos por los que luchaba a pesar de que formaba parte de los "no-muertos". Pip encontró a una persona que no lo juzgó por su pasado ni porque el apellido Bernadotte estaba ligado al asesinato, alguien que lo reconoció por quién era y no se dirigió a él como la escoria del mundo. Encontró el amor por primera vez en su vida, tan desinteresado y hermoso que lo abrumó al inicio. Y supo, que esa era la razón por la que valía la pena morir, ¿qué es más noble y hermoso que dar tu vida por la de tu amada?

Ya no tuvo miedo de la muerte, logró salvar a una dulce chica y además le robó un beso. Quisiera haber logrado algo más con ella, pero no siempre tenemos lo que más ambicionamos...Tuvo que conformarse con sentir sus labios, pero estuvo bien para él.

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