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Blanco

-Así que... ¿eres vírgen?
-¡Eso no es de su incumbencia, capitán!
-Tranquila, chica, solo estoy aprendiendo sobre vampiros... Si me voy a enfrentar con ellos, tengo que estar bien informado.
-Hay una biblioteca a lado del salón, ahí puede aprender mucho sobre vampiros.
-¿En serio? Deberías ir conmigo, según he escuchado no eres uno muy bueno.

Seras enloqueció ante el comentario,ese hombre podía ser tan molesto cuando se lo proponía. Pip sonrió ante la furia de la chica, le encantaba provocarla.

- Dejemos de lado que no puedes darme una buena instrucción sobre vampiros. Mejor dime, ¿tienes novio?
-Yo... ¡Eso no le importa!
-Tomaré eso como un no. Es una lástima, mignonette, estoy seguro de que muchos hombres se te declararon y tú los rechazaste... Que pena por esos soldados caídos.

Seras no respondió, agachó el rostro y Pip notó como su semblante entristeció ... Había metido la pata.

-Creo que mejor me voy, hay que supervisar a los chicos, nunca han estado en una mansión. Quizá alguno se pierda en el sótano y no creo que quieran encontrarse con tu maestro.

Le dió la espalda y caminó hacia la puerta, pero se detuvo antes de salir.

-Mignonette, se que te verías muy bien de blanco, y bueno, no me molestaría estar a tu lado.

Salió cerrando la puerta tras de sí. Ella no pudo evitar el sonrojo ante las palabras del capitán Bernadotte y sonrió, dudaba que él pudiera vestir de blanco frente a un altar, pero la imagen que se formó en su mente le gustó.