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Profesionales

— ¿Ese es todo su reporte, capitán?

— Si, jefa. Cero bajas y muchos ghouls descuartizados. ¿Necesita más detalles?

— No. ¿Y el objetivo principal?

— Silenciado, mi ama.

Alucard irrumpió en la habitación a través de uno de los muros. Un ligero escalofrío recorrió el cuerpo de Pip al escuchar esa profunda voz, Integra apenas si se inmutó.

— Puede retirarse, capitán. Una de nuestras prioridades es evitar las bajas en nuestras fuerzas, así que buen trabajo.

— Somos expertos, solo tiene que motivarnos debidamente.

Pip hizo un intento de guiño con su ojo derecho y salió de la oficina, procurando caminar lo más lejos posible del vampiro que permanecía de pie en una esquina, con los brazos cruzados y el rostro ensombrecido por el largo de su cabello.

—¿Qué opinas de su desempeño, Alucard?

— Atacan a matar, como si su vida misma dependiera de ello, aunque realmente es así. Son salvajes y mal hablados, inútiles a simple vista, pero el capitán tiene voz de mando y es buen estratega. Distribuyó a sus equipos y él se quedó en un solo piso con la chica policía, así que la misión fue agilizada gratamente. No tuve que intervenir más que para acabar con la escoria mayor, pero fue por aburrimiento. Algo más de preparación y podrían ser de verdadera utilidad.

— Comprendo. ¿Y Seras? ¿Cómo se desenvolvió con ellos?

— Es curioso, pero coordina mejor sus ataques cuando ese hombre le da órdenes.

Integra permaneció en silencio mientras prendía uno de los puros que tomó de su cigarrera. Walter no mintió, los gansos salvajes eran realmente unos profesionales.