Mi ángel guardián (T - 1)

4 a.m.

Me bajo del taxi y miro a mi alrededor, las calles parecen estar muertas salvo por el ruido de los motores de los coches a lo lejos, claro que también influye el hecho de que sean las cuatro de la mañana una hora no muy normal para hacer una visita, pero necesitaba salir de Los Ángeles, no aguantaba más la histeria de Mattie sobre la ex loca de Vine.

Y si, había intentado matarme, había conseguido colar una serpiente en mi casa, si Matt no hubiese estado conmigo y hubiese visto de que serpiente se trataba yo no estaría paseando mis maravillosas curvas por el mundo, ok, tal vez no sean maravillosas, pero mías si, y ese hecho ya las hace divinas.

Volviendo al tema, me había fugado porque no soportaba seguir encerrada en una habitación de hotel, y aquí estoy en un pequeño pueblo cerca de Atlanta, visitando a mi viejo amigo Ale, si es que me abre la puerta, trabajamos hace años en un bar en Nueva York, él ponía copas y yo actuaba, a pesar de que más tarde la vida nos llevó por caminos distintos nunca perdimos el contacto.

Toco el timbre y espero, Ale es el tipo de amigo que te podrá echar la bronca por despertarle, pero que te dejará entrar en su casa y quedarte sin pedirte más explicaciones que las que quieras dar.

-¿No sabes que c...? ¿Rainbow?- le abrazo con fuerza, en cuanto reacciona me lo devuelve elevándome del suelo, menuda estampa tenemos que dar abrazados en su porche mientras damos vueltas en medio de la oscuridad.

-Pasa, pasa- me baja y coge mis maletas. Ya dentro, las deja a un lado y me guía a la cocina -¿tienes hambre?-

-No, tranquilo estoy bien, he comido algo en el aeropuerto antes de venir, siento no haberte avisado de que me iba a presentar en tu puerta a estas horas- se me escapa una sonrisa ladeada.

-No te preocupes, eres una superestrella, dale una patada en el culo a tu asistente por no llamarme y listo- bromea.

-No soy una superestrella- niego con la cabeza, ante su adulación.

-Todavía, date tiempo- él siempre ha creído que llegaré alto, yo lo único que he querido siempre ha sido cantar, y sin embargo estoy actuando, cosas que tiene la vida, nunca resulta ser como nos gustaría que fuera.

-¿Te he despertado?- le pregunto sentándome en un taburete cojo.

-Acababa de meterme en el sobre- se encoge de hombros, coge un bollo y empieza a comérselo, al final me tienta y me como la mitad. –Mañana hablamos en condiciones y me cuentas que tal el curro y todo ese rollo, ahora la verdad es que estoy muerto-

-Lo entiendo, si yo también estoy cansada, oye- me callo y él me mira frunciendo el ceño, preocupado de mi repentino silencio -¿podría quedarme por aquí un tiempo?-

Me rodea los hombros con su fuerte brazo –por supuesto, ya vivimos juntos y no tienes malas manías, ese soy yo- rio por eso.

-Este es tu cuarto, el mío es el del fondo, tengo a un amigo y a su hermano durmiendo en el sótano, si te molestan los echo, Merle es un poco cretino, Daryl no es mal tío, solo que no habla mucho-

-Gracias Ale de verdad- me da un beso en la frente.

-Descansa, parece que lo necesitas Rainbow-

-Yo también te quiero unicornio- me saca el dedo de en medio y se mete en su cuarto.

Como he dicho un buen tío, que te da su apoyo, sin hacer preguntas incomodas. Siempre he podido contar con él, no importa lo mal que estuvieran las cosas, de igual manera he estado cuando me ha necesitado sin preocuparme si tenía algo más que hacer.

Mañana hablaré con él si es que no está demasiado hecho mierda con la resaca que seguro tendrá y le contaré la situación, por mucho que me quiera y sepa que me apoya, una cosa es acogerme si no tengo donde caerme muerta y otra porque me persiga una tía psicótica que ya ha intentado matarme.

Si va a esconderme tiene que saber que eso podría ponerle en peligro y ya verá él si se lo quiere decir a sus amigos.

Por el momento voy a seguir su consejo y a dormirme.

Me quito los pantalones y el sujetador dejándome solo mi camiseta larga de tirantes que me llega hasta por debajo del culo, estoy demasiado cansada como para ir a por las maletas, me tiro encima de cama y me enrollo en la colcha como si fuera un rollito de primavera.

Por primera vez en semanas duermo tranquila, pero antes de entregarme a los brazos de Morfeo, me pregunto cómo me llevaré con ese tal Merle y su hermano ¿Cómo ha dicho que se llamaba Dean, Daryl? Como sea, conociendo a los mamarrachos de Los Ángeles, no podrán ser muy difíciles de manejar.

Hola brisas primaverales, uffff estoy algo nerviosa es la primera historia que público aquí y la primera que hago de la serie The Walking Dead, de más está decir que estoy estúpidamente enamorada de Daryl Dixon y al igual que Beth pienso que él será el último hombre en pie, si no es así seguiré viendo la serie pero mi Kokoro se romperá... bueno no vamos a pensar en cosas que aún no han pasado y esperemos que no pasen.

Espero que os haya gustado este primer capi, en principio salvo algunos detalles no tengo la historia planeada, así que ella nos llevará a donde quiera, aquí no habrá zombies, si la historia tiene tirón haré una segunda temporada en la que si aparezcan, de momento gracias por leer, besototes.