-No me toques- digo escupiéndole en la cara, acto seguido me da un bofetón que hace que me pite el oído aprovecha ese momento de aturdimiento para ponerse sobre mí, utilizando su peso para aprisionarme, y de paso restregarse contra mí, aprieto mi mandíbula con fuerza, no quiero mirarle, no puedo, creo que voy a vomitar.
-No hay necesidad de alterarse, no voy a violarte, no voy a arriesgarme a que en caso de que te encuentren, quedé algo en ti que los conduzca hasta mí, aunque...- inhala en mi cuello –como le dijiste a Darién cuando follasteis en la sala de mezclas, la tentación es una perra seductora- niega con la cabeza apartándose de mí, para a continuación agarrar mis pies, y arrastrarme fuera del jeep –es una verdadera lástima, tan hermosa, con tanto talento, desperdiciados de manera tan patética- me mira con falsa lastima limpiándose la cara con un pañuelo.
-Eres escoria Vine y pagarás por esto- le amenazo deseando poder lanzarle dardos envenenados. Intentando obviar el hecho de que me oyese teniendo sexo con el coreógrafo que dirige las peleas en la serie.
-Por favor, me hartas, ¿no te referirás otra vez a ese estúpido palurdo verdad? ¿Se puede saber que le ves? Es evidente que ese tío es carne de presidio-
-Te equivocas con él, no te imaginas cuanto- ante mi replica pone los ojos en blanco.
-Sabía que el amor era ciego, pero no que pudiese volver a alguien imbécil hasta tales extremos, Connors, bájate de esa nube de una vez, no te llega suficiente oxígeno a la cabeza estando allí arriba, y te lo digo como consejo de amigo-
-No estoy cegada por el amor, ni mucho menos.- Suspiro intentando serenarme. –Al contrario que tú, que estás tan enamorado de ti mismo que ni siquiera eres consciente de lo profundamente que estás cavando tu propia tumba,- en cuanto digo eso comienza a reírse de forma histérica.
-Eres- más risa –absolutamente fantástica, te lo digo en serio. No te haces ni una idea de lo graciosa que eres, deberías haberte dedicado a la comedia, entonces nuestros destinos jamás se habrían cruzado y no tendrías que darte cuenta de hasta qué punto es irónico lo que acabas de decir-
Chasquea los dedos y uno de los hombres me carga llevándome hasta donde están los demás, al llegar al sitio me tira al suelo como si fuese un saco de piedras en vez de una persona.
En mi fuero interno me cago en todos sus ancestros.
-Señor Price, ya está- mi cuerpo tiembla de forma incontrolable al escuchar eso, ¿ya está qué? Comienzo a arrastrarme lejos de ellos con el mayor disimulo posible, convencida de que eso que esté listo se trate de lo que se trate no va a ser bueno para mí salud a largo plazo.
-Bien, desatadla y metedla- en cuanto noto mis manos libres intento salir corriendo, pero apenas consigo ponerme a gatas, todo el esfuerzo que eso me lleva consigue hacerme vomitar, me siento enferma, sin ninguna compasión me elevan del suelo tirándome del pelo –pobrecilla, dadle agua- y me la dan, me obligan a abrir la boca y prácticamente me ahogan al forzarme a beber de un trago la botella entera.
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Mi ángel guardián (T - 1)
Romansa¿Qué pueden tener en común una actriz de Los Ángeles y un mecánico de un pequeño pueblo de Atlanta? ¿Podría ser ella la luz que necesita para ver su vida desde una nueva perspectiva? ¿Él estaría dispuesto a enfrentar cualquier peligro por mantener...