Ya ha pasado una semana desde que me presenté en la puerta de Ale como una perra abandonada buscando refugio. Hemos establecido una rutina que me gusta, por las mañanas como con Daryl, normalmente él suele prepararme el desayuno.
A ver, me saca mi bollo de turno y me echa mi batido en un vaso, dejándomelo todo en mi lado de la encimera, no me cocina, pero oye, es un detalle muy bonito que no cualquiera tendría, cuando se marcha recojo un poco la casa, y me voy a correr.
Me ducho, hago la comida, que si se lo que pensareis ¿tienes que cocinar por ser mujer? No, no tengo que hacerlo, pero Ale lo único que sabe cocinar es cosas de microondas, bacon y huevos, no se puede vivir a base de eso únicamente.
Y Merle para lo único que se acerca a la cocina es para abrir la nevera y sacar cervezas y tampoco se puede vivir de eso, por mucho que él diga que está hecha a base de cereales, así que prefiero cocinar yo a acabar intoxicada, gracias.
Algunas tardes he ido con Ale a ver películas malas al cine que hay al aire libre, otras me paso a ver a Daryl y me quedo en la salita que tienen para el personal, escribiendo canciones en mi libreta.
Ahora que tengo tiempo libre quiero volver a hacer lo que de verdad gusta, estuve tentada de llamar a Matt para que me mandase mi guitarra azul por correo, pero prefiero no arriesgarme, tendré que comprarme una nueva.
El fin de semana lo pasamos en el bar, me puse literalmente hasta el culo de cubatas, me hacía falta desfasarme, no recuerdo quien me dejo en mi cuarto, pero casi segura de que fue Daryl, Ale estaba en peores condiciones que yo, prefiero no saber que se metió.
Conclusión, el menor de los Dixon fue nuestro niñero, se tiene el cielo ganado la verdad.
Entre semana lo típico están siendo las cenas con Daryl y luego ver películas de miedo o de acción, acurrucada a su costado, antes se tensaba cuando me acercaba, ahora ya parece que no le importa.
-Rainbow-
Estoy tumbada bocabajo en la cama, escribiendo, pero me he quedado pillada.
-¿Qué?- grito, es lo que tiene la confianza, que da asco.
-Mueve tu culo aquí, cacho de vaga- me grita Ale de vuelta.
Salgo de mi cueva a regañadientes, Daryl está preparando la cena, me sorprende ver que Ale y Merle siguen aquí, no me había dado cuenta de la hora que era. Me imaginó que será su noche libre y lo estarán celebrando, aunque la única diferencia sea que están aquí y no en el bar.
-Ya era hora- rezonga.
-¿Qué pasa unicornio? ¿Te pesa el cuerno?- me meto con él por haberme hecho ir para nada.
-¿Y a ti el culo?- me pregunta y me saca la lengua.
-No, el culo no, pero la vida y la hermosura que me cargo, mucho ¿por?- Daryl me dedica esa sonrisa suya de medio lado y Merle suelta una carcajada.
Ale está puesto de algo, ni idea de qué, pero no enfoca la mirada bien, me siento en el brazo del sofá y le acaricio la cabeza al ver que se ha enfurruñado.
-Muy graciosa Rainbow, muy graciosa-
-Lo soy, ¿Dónde has dejado tú sentido del humor?- al preguntarle una sonrisa que no me gusta ni un pelo adorna su cara.
-Al final hiciste el anuncio- me tenso al instante, veo como juguetea con el móvil.
-Alejo Castillo, ni se te ocurra- le amenazo.
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Mi ángel guardián (T - 1)
Romance¿Qué pueden tener en común una actriz de Los Ángeles y un mecánico de un pequeño pueblo de Atlanta? ¿Podría ser ella la luz que necesita para ver su vida desde una nueva perspectiva? ¿Él estaría dispuesto a enfrentar cualquier peligro por mantener...