No puedo, no soy lo mejor

216 16 2
                                    


Lunes por la noche Merle vuelve a estar en una reunión en nuestra casa, me ha dicho que me quede aquí, que si me necesita ya me llamará. A parte de que es algo que se me hace extraño, no puedo evitar estar nervioso por él, si no estoy yo ¿Quién le cuidará las espaldas?

-No te preocupes- me dice Ale apoyando una mano en mi hombro, -en cuanto llegue al bar te mando un mensaje para que te quedes tranquilo-

-¿Y si para cuando vengas tú del bar aún no ha llegado?-

-Pues vamos a por él, oye el otro día no le pasó nada, solo se quedó dormido con el resto de idiotas tirado por el suelo- me recuerda intentando relajarme.

-No sé porque de repente no quiere que vaya con él- gruño fastidiado.

-Bueno yo me hago una idea- dice mirando hacia el pasillo. –Ve que estás empezando a recorrer tu propio camino-

-¿Qué tiene que ver ella?- pregunto a la defensiva.

-Pues llámame loco, pero yo diría que quiere que te lances a la piscina de una vez- me tenso al oír eso. –Oh vamos te cacé el día de los monster truck, ¿a qué viene que te erices ahora como un gato al ver un cubo de agua? Puedes estar tranquilo no le diré nada, eso es cosa vuestra, pero piensa que tarde que temprano se irá-

-Sí, se irá, y yo me quedaré aquí- aprieto mis puños cabreado, no necesito que me recuerden lo obvio.

-Podrías irte con ella- sugiere Ale.

-¿Igual que hiciste tú?- me enfrento a él intentando no alzar la voz.

-Yo solo le habría dado problemas, tú eres un buen hombre- contesta serio mirándome fijamente a los ojos.

-Soy un paleto- saco las palabras como piedras de mi boca -¿Qué puede hacer un tío como yo allí con ella?-

-Trabajar en un taller, ayudarla con las facturas, convivir juntos.- Enumera Ale con calma.

-¿Y quién cuidaría de Merle?- me agarro a un clavo ardiendo, porque ¿Qué pasaría si decidiese lanzarme de cabeza a la boca del lobo, y me encontrase solo en la oscuridad?

-Yo, para eso es mi amigo, mira...- se calla de repente.

-Que caras tan serias chicos ¿está todo bien?- pregunta Cass curiosa.

-Sí, Rainbow no te preocupes- nos mira desconfiada.

-De acuerdo- dice yendo a la cocina. Ale me hace un gesto y lo acompaño fuera.

-Seguiremos con esta conversación- insiste no dispuesto a ceder.

-No hay nada de qué hablar- respondo yo frunciendo el ceño alejándome de él y acercándome de nuevo mientras le miro de arriba abajo, -no sabes nada, no eres quien para opinar una jodida mierda sobre el asunto-

-Por dios que eres un Dixon- niega con la cabeza para a continuación darme la espalda y subirse a su Ford.

Vuelvo a entrar apretando los puños con fuerza, no me gusta que se metan en mis asuntos.

-¿Has discutido con Ale?- pregunta Cassidy preocupada, lleva una gran camiseta rosa fosforescente con un veintidós en blanco que le llega hasta medio muslo.

-No-

-Vale y ahora en serio- dice ella con un toque de burla en la voz.

-Es la verdad no hemos discutido, pero no opinamos lo mismo en ciertas cosas, eso es todo- se acerca y me abraza, correspondo el gesto antes de darme cuenta.

Mi ángel guardián (T - 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora