Gesto tierno

364 24 24
                                    


Los ronquidos de Merle me perforan los tímpanos, le doy la espalda, acercándome más al borde.

Apenas he pegado ojo, pensando en ella, en Cassidy, en cómo no le importa pasar las tardes en la salita solo por estar conmigo en los pequeños descansos que me tomo de vez en cuando.

Y sobre todo, no he dejado de dar vueltas a la charla que tuvimos allí, frunzo el ceño, si mi hermano supiese lo que tengo en la cabeza me diría, "Uy Darlyna ¿quieres que vaya a comprarte unas compresas y un diario rosa? Compórtate como un Dixon y tíratela de una vez, marica".

Gruño molesto y me siento en la cama. Ella no es una desconocida, es, creo, que la primera jodida amiga que he tenido en toda mi vida, bueno, no sé si ella me considera así, a lo mejor para ella solo soy uno de los tíos que están apalancados en el sótano de su "hermano".

Niego, si ese fuese el caso ella pasaría de mi como de la mierda, me remuevo al recordar que dijo que tenía un buen culo, ¿lo diría en serio o fue para molestar por lo que le dijo Merle?

Esta mujer me lleva a hacerme un millón de preguntas, cuyas respuestas desconozco. Es desconcertante.

Me levanto para vestirme, mientras recuerdo lo juntos que estábamos ayer, su calor en mi costado, sus piernas sobre las mías, mi mano sujetándolas para que no se resbalaran, mi corazón late acelerado al recordar la suavidad de su piel.

¿Qué se sentirá al estar con una mujer así? Una con la que hablar antes y sobre todo después de follar.

Subo las escaleras diciéndome a mí mismo que tengo que dejar de engañarme, eso no va a pasar y aunque se diese la ocasión, aunque ella quisiera, por mucho cuidado que tuviera ella podría ver mi espalda, no estoy preparado para que nadie la vea, menos ella.

Además, me dirijo a la cocina a preparar el café, ella tiene una vida en Los Ángeles, a la que acabará volviendo, antes o después, cuando se solucione lo que sea que esté pasando, yo no tendría nada que hacer allí, con gente famosa y esas gilipolleces, y... está claro que ella no se quedaría con un mecánico muerto de hambre cuyo hermano es un camello.

Definitivamente tengo que dejar de hacerme ilusiones con ella, en mi mente puede ser todo muy bonito, pero en la vida real, ella y yo, es algo que nunca pasará.


-Connors- grita Matt, intento levantarme lo más rápido que puedo, mierda, mierda, mierda, seguro que me tenía alguna sesión de fotos o algún casting y me he quedado dormida, lo que implica hacer ocho kilómetros corriendo como castigo, por mucho que él diga que es para que me mantenga en forma, si esa mentira fuese verdad, me haría correrlos todos los días y no solo cuando lo cabreo.

El caso es que tenía las piernas enredadas entre las sabanas y al ponerme de pie tan deprisa, pasa, lo que tenía que pasar, de repente veo el suelo cada vez más cerca de mí, como diciendo, "ven a mi moqueta nena", sep mi mente es una perra que se cree muy graciosa.

-Joder- medio grito, medio gimo de puro dolor.

-Joder- medio grito, medio gimo de puro dolor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi ángel guardián (T - 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora