Luck pestañeó sin creérselo.
—Ahora por favor déjame —resoplé —Le diré a Dan que me lleve a casa.
Comencé a caminar hacia la fiesta tragándome el nudo de la garganta.
—Espera —lo oí. Se acercó a mí y me giró del brazo.
Intenté encontrar algo en sus ojos, pero no había nada. Sólo confusión.
—Hoy sentí que... —aclaró su garganta y yo sentí el brillo asentarse en mis ojos —Ahora, en realidad, sentí que realmente me sentiría mal si te pierdo... Dan y Trey dijeron que habías salido a tomar un poco de aire...pero sabía que no estabas bien. Y no sabes cuánto me preocupé —confesó acercándose a mí y sentí cómo se me hizo chiquito el corazón —. No te recuerdo, lo sé, pero estás alterando todo en mi vida en tan poco tiempo...No es algo normal para mí. Y eso me hace pensar que en realidad has sido muy importante en mi vida y no quiero que te alejes.
—Pero no me amas Luck —solté frustrada —Y no sé si lograré estar en tu vida como una amiga.
—No. No te amo —suspiró con fuerza.
—Me alejaré de ti ¿de acuerdo? —hablé con decisión.
—¿Qué?
—Lo que has oído. No te costará olvidarme Luck...
—¿Por qué quieres alejarte de mí ahora?
—¿Por qué hablas como si me quisieras? Con suerte sabes que mi nombre es Pascal... —bufé —Admite de una vez que no te importaría si me quedara o si me voy. No te intereso tanto como te gustaría y es la verdad ¿no? No me recuerdas, no sabes quién soy. No me amas y lo único que hago ahora en tu vida es traerte problemas o malos momentos como el de ahora.
Luck se quedó petrificado mirándome. Si él me hubiese recordado, de seguro estaría discutiendo conmigo llevándome la contraria o maldiciendo a todo mundo si fuese necesario, pero no estaba frente a ese Luck...
—Está bien, Pascal. Dejémoslo así... sólo... aléjate de mí —su voz sonó como si yo lo estuviera obligando a alejarse. Él quería decirme más cosas, pero no le salían las palabras o sólo quería guardárselas todas. Me sequé las lágrimas que aún estaban en mi rostro y lo observé una vez más. Respiré hondo y luego de un par de segundos comencé a caminar hacia la fiesta. Él me siguió detrás, busqué a Dan con la mirada hasta que lo vi con una chica. Resoplé.
—Está ocupado —oí a Luck.
—Llamaré a Jean para que venga por mí —saqué el móvil de mi pantalón y tras unas cinco llamadas que no contestó, sonó apagado.
—Vamos, yo iré a dejarte.
—Se supone que nos alejaremos.
—Comencemos mañana —se encogió de hombros. Luego sonrió un poco, pero yo no me reí. Nada en ese momento me hacía sentir mejor, ni siquiera sus bromas.
El viaje a casa fue silencioso e intenté aferrarme a su espalda y no olvidar el olor de su perfume masculino. Cuando me bajé de su moto frente a la puerta de casa, sentí un gran vacío en el estómago. De verdad pensaba que no nos íbamos a volver a ver, pues ya nada nos unía.
—Gracias —le dije.
Luck detuvo el motor, luego me observó y dejó su moto en el pie de apoyo. Se bajó y se quedó frente a mí haciendo notar nuestra diferencia de altura.
—Lo lamento, Pascal —lo oí.
No podía estar enfadada con él. Nada era su culpa, todo era la mía y el maldito karma estaba matándome.
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INTERNACIONALES
ActionTony Fabregas no es una metáfora. Es un hombre real. Tony Fabregas es brillante, tanto que no te escapas de su entrecejo hasta que te tiene sentado frente a él. Es peligroso, frío como un témpano de hielo y el rey de las calles que piso a diario. ...