PASCAL
Esa noche estaba ansiosa porque saldría con Jeff a una carrera clandestina, al fin iba a poder conocerlas y me había inventado una fiesta cualquiera en casa de Dan. Sin embargo, una llamada cambió todos mis planes.
—¿Hola? —contesté sin saber quién estaba detrás del teléfono.
—Habla Jeff —me dijo, enseguida me emocioné porque tenía ganas ya de salir —Pascal, lamento cambiar los planes tan encima, pero no puedo salir contigo esta noche.
Mi sonrisa se desintegró.
—¿Pasó algo malo?
Él se mantuvo unos cuantos segundos en silencio, luego habló.
—Nada. La verdad prefiero que tú y yo sigamos siendo buenos amigos, o conocidos, como quieras llamarlo —dijo con una madurez que hasta me sorprendió. Fruncí el ceño, extrañada.
—De acuerdo...—contesté no muy convencida de lo que me estaba diciendo.
—Nos vemos luego ¿sí?
—Claro Jeff, adiós —colgué.
Esto sólo podía ser obra de un celoso empedernido: Luck Fenti.
Estaba decepcionada, no porque me interesara Jeff de forma emocional, sino porque tenía muchísimas ganas de salir y lo único que hice, al final, fue lanzarme a la cama y hundir la cabeza en la almohada.
Mi móvil comenzó a sonar una hora después en donde estuve mirando el perfil de cientos de personas desconocidas y su vida perfecta en países de aguas cristalinas. Era Luck. Una llamada entrante de nada más ni nada menos que Luck Fenti.
—¿Hola?
—Necesito que hablemos, Rocky —su voz sonó seria, arrugué el entrecejo.
—¿Qué?
—Vente a la fiesta de Gus —continuó.
—Pero...
—Por favor.
¿Luck Fenti pidiendo algo "por favor"? Debía ser algo importante. De seguro había asesinado a un tipo y no tenía donde esconderlo.
—De acuerdo...
—Nos vemos —colgó.
Apenas bajé las escaleras le pregunté a papá si seguía en pie lo de mi permiso para ir a la "fiesta de Dan", él asintió preguntándome si él pasaría por mí y antes de entrar en pánico, la bocina de su auto sonó afuera de casa. Solté un respiro.
—Es Dan —le dije.
—Cuídate —me observó —Cualquier cosa me llamas ¿sí?
—Gracias.
Le di un beso en la mejilla, cogí mi abrigo y mi billetera y salí de casa. Apenas hice contacto visual con Dan me subí a su auto.
—No estoy entendiendo nada —le dije mientras me abrochaba el cinturón. Dan rápidamente puso a andar el auto —¿Sabes por qué Luck me pidió que fuera a la fiesta?
—Probablemente porque está loco —se encogió de hombros despreocupado.
—¿Quién está en el lugar?
—¿Quién quieres que no esté? —me observó.
—¿Amy?
—Lástima que si está. Ya sabes, todo el mundo conoce a Gus, pero tranquila, después de lo que le ha dicho Luck, no creo que se acerque.
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INTERNACIONALES
AksiTony Fabregas no es una metáfora. Es un hombre real. Tony Fabregas es brillante, tanto que no te escapas de su entrecejo hasta que te tiene sentado frente a él. Es peligroso, frío como un témpano de hielo y el rey de las calles que piso a diario. ...