Rápidamente me incorporé, el alcohol había desaparecido de mi cuerpo y ahora sólo sentía mi corazón latir con fuerza, estaba asustada, si... Me coloqué las zapatillas, luego el polerón y me amarré el cabello porque de pronto me estorbaba.
—¿Qué ocurre, Luck? ¿De qué escapamos? —pregunté.
—No escapamos.
Se colocó nuevamente sus jeans, las zapatillas y también una chaqueta. Lo vi sacar un bolso grande y se lo cruzó por su hombro.
—¿Entonces qué sucede? —insistí.
Él no me dijo nada, sólo me pasó otra chaqueta de él, de cuero, negra y grande con un gorro incluido, hasta era un tanto pesada para mí.
—Amárrate bien el cabello y ponte la chaqueta junto al gorro ¿está bien?
—¿Para qué?
—Rocky, no es tiempo de preguntar idioteces, sólo hazme caso ¿sí? Todo estará bien si te mantienes a mi lado y obedeces lo que digo —contestó con frialdad, tanta que mantuve el silencio y entendí que realmente estaba hablándome en serio.
Me coloqué su chaqueta, metí mi cabello adentro y él cuando me vio, se acercó a mí y subió el cierre hasta que me cubrió la boca y un poco de la nariz.
—Te diré esto solo una vez ¿de acuerdo? Pase lo que pase, no entres en pánico y no te separes de mí si no te lo pido.
Asentí y el miedo me invadió una vez más. Luck abrió la puerta de su habitación y yo lo seguí, bajamos las escaleras con rapidez encontrándonos con dos personas: Trey Fenti y un hombre mayor con cara de pocos amigos y temple serio. Era alto, tenía el mismo color de ojos que Luck, estaba en forma y sólo desvié mi mirada de él porque Trey estaba fijamente mirándome. Alzó las cejas.
—Dime una cosa Pascal —oí la voz de Trey, mientras su padre y Luck nos miraban como en un partido de tenis —¿Por qué no estás haciendo el proyecto de matemáticas?
Fruncí el ceño con confusión, su comentario me sacó completamente de mi miedo y no pude evitar sonreír un poco, Luck frunció el ceño confundido.
—¿Qué demonios? —lo miró.
—Debemos salir de aquí —interrumpió Norman Fenti —. Luck, lleva a Pascal a su casa.
—No dejaré que se queden solos.
—Te he hablado, llévala —exigió en un tono duro.
—Que no, sé que hacer —zanjó.
De pronto, se escuchó por toda la cuadra unas llantas deslizándose por el asfalto, algo se encendió dentro de mi tórax.
—Vámonos —comentó Trey volviendo a estar serio, como siempre.
Luck se quedó mirándome por unos segundos rápidos, cogió el gorro de la chaqueta y me lo colocó. Me tomó la mano y me dirigió junto a él hasta la parte trasera de la casa. De pronto, un silencio sepulcral se hizo presente y cuando pensé que todo iba a volver a la normalidad, Luck me tiró hacia abajo mientras Trey y Norman también se agachaban. Comenzaron a disparar, muchísimas veces, y noté cómo los vidrios se quebraban uno a uno. Norman no parecía demasiado afectado, pero su temple preocupado estaba seguro de que era por mi presencia.
—¡Sal Trey! ¡No seas un puto cobarde! —se escuchó una voz masculina desde afuera de la casa, que ahora, era un completo desastre. Trey no se inmutó, sólo nos indicó con su mentón la motocicleta de Luck.
Vi a ambos dirigirse hacia a ella, luego su padre los ayudó a levantarla y pasarla hasta el otro lado del muro, no sé cómo fue tan rápido que pasé hasta el otro lado de la pared quedando en una calle completamente vacía.
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INTERNACIONALES
حركة (أكشن)Tony Fabregas no es una metáfora. Es un hombre real. Tony Fabregas es brillante, tanto que no te escapas de su entrecejo hasta que te tiene sentado frente a él. Es peligroso, frío como un témpano de hielo y el rey de las calles que piso a diario. ...