Capítulo 34: Te alejas o te destruye

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—Pascal, debemos hablar —se detuvo frente a mí y me observó con muchísima seriedad.

No había logrado evitarlo esta vez. Había sido rápida escabulléndome, pero se me había adelantado y ahora estaba parado frente a mí para hablar sobre algo que yo le había dejado claro por teléfono. Sólo quería irme a casa.

—No tenemos nada de qué hablar —dije cansada.

Ryan resopló.

—Pensé que realmente te interesaba intentar algo conmigo, pero al final veo que no.

—Ryan...

—Estás enamorada de un imbécil que nunca volverá a recordarte —zanjó con frialdad. —Debes seguir adelante ¿qué otra señal necesitas?

—¿Sabes algo? Fui una idiota al pensar que podía estar contigo. No me gustas y dudo mucho que logres hacerme feliz. Y sí, estoy enamorada de Luck y aunque no me recuerde él vale la pena y lo esperaría toda mi vida si es necesario.

Él se quedó congelado observándome.

—¿Por qué te asombras tanto de la verdad? —pregunté frunciendo el ceño —Yo no soy la princesa que tú quieres, Ryan. Y lamento haberte mostrado algo que no era, pero no puedo más —solté con honestidad —Soy la hija de Antoni Fabregas, no puedo separarme de lo que soy. Así que por favor olvidémonos de este episodio y encuentra a una chica que sí encaje contigo.

—Luck no te hará feliz nunca, Pascal —dijo con rencor.

—Saber que está vivo me hace feliz —contesté. —No quiero nada mas de ti ni tampoco quiero tener algo que ver contigo ¿de acuerdo?

—Te arrepentirás mucho de la estupidez que estás haciendo —frunció el ceño.

Iba a abrir la boca para responderle, pero unas manos en mis hombros me desconcentraron.

—¿De qué se arrepentirá? —de inmediato me giré a mirarlo, era Luck. Ryan lo observó confundido, pero se mantuvo en silencio ante la imponente figura de Luck —Bien, eso creí —continuó —No hay que arrepentirse de cosas como estas —dijo señalando a Ryan y luego a mí —Vamos Pascal, vine a buscarte.

Mi corazón latió con fuerza y me sentí de pronto como cuando iba por mí a la escuela. Ignoré a Ryan y caminé detrás de Luck quien iba con una lata de Coca-Cola en su mano.

—Gracias —le dije.

—¿Él es Ryan? —me preguntó botando la lata a un cesto de basura de la calle.

—Sí.

—Parece de tu tipo —opinó haciéndome sentir algo incómoda.

—No lo es. Sólo es un idiota con dinero.

—El dinero hace mucho.

—No me hace feliz.

—Que complicada, yo estaría feliz.

—Decías que algún día me aburriría de él —le comenté y él suspiró mirando hacia adelante, luego se detuvo y me observó a los ojos.

—No lo recuerdo.

Asentí.

—¿Qué haces aquí? —pregunté para desviar el tema. No quería enfrentarme a ese Luck, todavía estaba frágil.

—Vine a buscarte. Iré con Dan y Vis a comer pizza, les pareció bien invitarte también. Yo acepté venir a buscarte.

Lo miré con una pequeña sonrisa.

—¿Iremos caminando?

—No —sonrió.

No podía evitar imaginar que esto era como conocer a Luck otra vez, así que sólo guardé silencio mientras era guiada por él hasta que nos detuvimos frente a una moto. No era la de él, pero si muy parecida.

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