Capítulo XV

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****ELRIC****

—No entiendo una cosa. ¿Qué relación tienes tú con todo esto?—pregunté a Adri. Una cosa era creer en la magia y en los dioses, y otra muy diferente que Adri tuviera magia. ¿Por qué ella? Es verdad que Adri era una mujer fuerte, pero no estaba relacionada con aquel rey. ¿Quizá alguien de la familia real tuviera algún bastardo y de ahí descendía Adri? Era la única teoría que tenía algo de lógica.

Adri posó su mirada en el suelo e inspiró profundamente.

—Hay algo que tengo que contarte Elric—la normal seguridad que se veía siempre en sus ojos había desaparecido. Se pasó la mano por el pelo suelto—. La verdad es que no se como empezar...Voy a ser directa Elric. No te asustes, ¿vale?

—Prometido—aunque con el simple hecho de haberme dicho que no me asustara ya me había asustado.

Adri cerró los ojos y expulsó el aire de sus pulmones fuertemente. Abrió los ojos y me miró algo más calmada.

—No es que te mintiera en mi nombre, mis seres más cercanos me llaman Adri, pero Adri es solo un diminutivo. Mi nombre es Adrienne—hizo una pequeña pausa antes de continuar—Mi nombre completo es Adrienne Laelia Borela.

—¡¿Adrienne Borela?!—exclamé en shock. La muchaha asintió—. Pero...eso significa que....—no terminé la frase, las palabras no me salían de la boca.

—Soy la princesa de Arkadia, la segunda hija del rey Iulianus y la reina Silvana.

Seguía sin poder articular palabra alguna. Adri había dicho que tenía cinco hermanas, los reyes de Arkadia tenían seis hijas. Además Adri mencionó un día que ella no podía elegir con quien casarse y que lo había sabido desde pequeña. Sabía leer, escribir y era muy inteligente. Las cosas comenzaban a cuadrar. Incluso comenzaba a tener sentido el hecho de que Adri supiera manejar una espada. Todo el continente de Erelín sabía la tensión que había en Arkadia. Los reyes tenían seis hijas. No había ningún varón que heredase el trono, pero el rey Iulianus en vez de dar el trono al hijo mayor de su hermano había decido que sus hijas eran igual de capaces que cualquier hombre para heredar el trono. Así que había educado a sus hijas no solo como a las demás damas de la corte, si no como futuras gobernantes del reino. Habían sido instruidas en política, estrategia y lucha, aunque la segunda hija del rey era la que destacaba en estas cosas. Por ello se decía que seguramente la segunda hija fuera la que heredara el trono y no la primogénita. Había oído que la princesa Adrienne Borela ganó el último torneo de duelo con espadas de Arkadia. Arsya había dicho algo de la traición de la hermana de Adri. Esto tenía sentido teniendo en cuenta que igual Adri heredaba el trono y se lo quitaba a su hermana mayor. Además, rumores sobre la belleza de las dos hijas mayores del rey recorrían todo el continente, y la verdad es que las leyendas hacían justicia a la realidad. Adri era la mujer más bella que conocía. También cuadraba el hecho de que la guardia real estuviera detrás de Adri. Los reinos de Arkadia y de Gasilia eran grandes enemigos.

—Espera, espera un momento. ¿Me estás diciendo que estoy ante una princesa?

Adri asintió. De repente comprendí el motivo por el cuál mi amiga se había asustado tanto cuando la llamé princesa por primer vez. Pensaba que había descubierto quién era en realidad. Comencé a reírme histéricamente. Había estado todo este tiempo con la probable futura heredera del reino de Arkadia. ¡Incluso nos habíamos besado! Adri me miraba con la ceja izquierda alzada y los brazos cruzados.

—¡Esto no tiene gracia Elric!—escupió en un tono frío como el hielo. Me molestó que se comportara así conmigo, después de todo me había ocultado cosas muy importantes.

—¡¿Cómo has sido capaz de ocultarme algo así?! ¿Sabes en el peligro que estoy por ayudar a escapar a la heredera de Arkadia? Como alguien se entere me matarán.

La Princesa de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora