***ADRI***
Unos golpes en la puerta me despertaron. Busqué a Elric con la mano pero no daba con su cuerpo. Abrí los ojos y vi que me encontraba sola en la cama. Toqué las sábanas del lado de Elric y me di cuenta de que estaban frías. Se había marchado hace tiempo. O quizá en cuanto me quedé dormida aprovechó a marcharse. Nos habíamos quedado dormidos el uno abrazado al otro. En ese momento nos teníamos y habíamos decidido no pensar en nada más.
Los golpes volvieron a resonar en la puerta.
—Un momento—ordené.
Busqué a tientas la bata y me la coloqué encima para no recibir en camisón a mi visita. No era muy propio que digamos.
Para mi sorpresa, Elric se encontraba con una gran sonrisa en el umbral de la puerta.
—Le están esperando para almorzar alteza—anunció.
—Por su puesto señor Hamleigh. Enseguida me reuniré con ustedes. Avisad de que he dado mi aprobación para que comencéis a almorzar ¿Podríais avisar a una sirvienta que venga a atenderme?
—Como deseéis alteza—sus ojos recorrieron mi cuerpo sin vergüenza alguna. Su tono normalmente color avellana se oscureció. Cuando sus ojos se encontraron con los míos hizo una reverencia y se marchó.
Todos los bellos de mi cuerpo se había erizado mientras que una escalofrío recorría mi cuerpo. Y ese escalofrío no había sido provocado por el frío, si no todo lo contrario.
La noche anterior había estado llena de sentimientos encontrados. Había subido al tejado para practicar algo de magia cuando me había encontrado a Elric y Lorelei hablando sobre mí. Sus comentarios no habían sido los más amables, sobre todo por parte de Elric. En ese momento la decepción y la ira habían comenzado a bullir en mi interior, pero esos sentimientos se habían exaltado cuando contemplé como estaban apunto de besarse.
Tenía sentimientos por Elric, y aunque no lo hubiera hablado con ninguna de mis hermanas, Lorelei me conocía perfectamente para saber que Elric ocupaba un puesto importante en mi corazón. Pero aún así, no le había importado y se había mostrado extremadamente amable con Elric para mi gusto. Por ello parte de mi se sentía traicionada. Lorelei conocía mi aprecio por Elric y lo había pisoteado con el único fin de conseguir su objetivo. Si quería lucha, yo se la presentaría pensé. Pero una parte de mi quería rendirse y dejar a Lorelei el camino libre con Elric.
Era verdad que jamás había visto a mi hermana así con ningún chico. Lorelei era la más enamoradiza de todas. Le encantaban las novelas sobre caballeros que salvaban a princesas. Desde pequeña aquella había sido su fantasía. Recuerdo que cuando le conté mis aventuras con Elric se le iluminaron los ojos. Me debía de haber dado cuenta que no sólo se había ilusionado por escuchar como una de sus historias se convertía en realidad, bueno la parte que se refería a las aventuras ya que aún la historia entre Elric y yo no se había escrito por completo, si no que había idealizado a Elric.
Había estado tan preocupada en vigilar a Alyssa que no había dado importancia al comportamiento de Lorelei hacia Elric. Pero tras aquella escena sobre el tejado de la taberna, los sentimientos de mi hermana hacia Elric eran claros. Lorelei había intentado evitar las señales de que yo tenía sentimientos por Elric para mantener viva su fantasía, pero tenía seguro que si le decía que albergaba sentimientos por el muchacho, Lorelei se resignaría en silencio y me diría que ella estaba bien ya que no albergaba sentimientos hacia él. Pero estaría mintiendo y sufriendo por ello. ¿Qué hermana quería aquel sufrimiento para su hermana? Por eso había pedido a Elric que se marchara. Tenía sentimientos encontrados con respecto al asunto de mi hermana. No quería que le rompieran el corazón.
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La Princesa de Hielo
ФэнтезиEl continente de Erelín está dividido en cinco reinos que mantienen la paz. ¿Pero será esta paz duradera? Las familias que gobiernan cada reino lucharán por tener mayor poder que las demás. Un juego peligroso en el cual participan personas dispuesta...