***ELRIC***
—Yo apruebo vuestra participación, princesa Adrienne—apoyó el Rey Günther para mi sorpresa. La sonrisa en su rostro no me daba buena espina. ¿Por qué dejaría a Adri participar?
—Gracias, mi señor—respondió Adri con una pequeña reverencia antes de tomar asiento.
Se hizo un silencio tenso en la sala. Cuando Adri se había ofrecido como miembro de los Borela para ser el representante de Arkadia se habían oído risas por la sala. No la creían capaz, pero yo tenía seguro de que Adri les iba a dejar a todos con lo boca abierta cuando la vieran disparar. Cometí el fatal error de subestimarla cuando la conocí. Solo vi a una joven guapa y delicada que parecía estar en apuros. Pero cuando golpeó fuertemente a Piers dejándolo en el suelo, quedó claro que no era ninguna damisela en apuros. Se las podía apañar sola sin ayuda de nadie. Además, le había visto usar la espada. No tenía nada que envidiar a ningún hombre. Era una gran maestra en su manejo.
—Una vez aclarado lo de la competición de arco de mañana, daremos paso al baile real . ¿Me concedes este baile, hija mía?—Günther extendía su mano cortésmente hacia la princesa Nereida.
Günther junto a su hija, se dirigieron al centro del gran pasillo que se encontraba entre la segunda y tercera mesa. El rey hizo un gesto a la banda de música que había estado amenizando la comida y solo habían parado cuando había salido el asunto de la competición de la mañana siguiente. Era gracioso verles bailar. El rey era al menos veinte centímetros más alto que su hija. Pero aún así, conseguían bailar elegantemente. La verdad es que la princesa Nereida atraía todas las miradas. Mientras que su padre era algo más torpe debido a la edad y a la tripa cervecera que tenía, su hija era toda elegancia. Se movía perfectamente al compás de la música y su cuerpo parecía el de un cisne.
Cuando acabó la primera canción, algunos nobles de Gasilia se unieron a la improvisada pista de baile. El Rey Iulianus ofreció su brazo a su mujer. Silvana le contemplaba con una sonrisa llena de amor. Se veía que los padres de Adri se querían. ¿Acaso Adri tendría también la oportunidad de casarse con alguien a quien amara? O, por el contrario, ¿languidecería en un matrimonio sin amor?
La pista se fue llenando de parejas que bailaban en torno a la princesa Nereida que se encontraba en el centro cambiando de pareja continuamente. Los sirvientes se habían movilizado rápidamente apartando las mesas contra la pared y dejando solo un banco al lado de cada pared de la sala para la gente que no deseara bailar.
—¡Muévete antes de que te la quiten!—me susurró Aeron mientras me pegaba un codazo en las costillas.
—¿Qué?—respondí sobresaltado—. Yo...mmmh...la verdad es que no se bailar.
¿Alguna vez acabaría encajando en el mundo de la corte?
—Tranquilo, no te hace falta. Adri es una gran bailarina. Solo tienes que dejarte guiar por ella y todo saldrá bien—esa última frase resumía más o menos las últimas semanas de mi vida.
Aeron me empujó haciendo que me levantara del banco. Caminé en busca de Adri nervioso. Cuando nuestros ojos se encontraron, la joven me sonrió. Sus ojos no eran tan duros como de costumbre.
—¿Me harías el honor de concederme este baile, princesa?—pregunté imitando el gesto que había visto hacer al padre de Adri antes.
—Sería todo un placer, mi señor—aceptó mi mano y se incorporó elegantemente del banco.
Nos encontrábamos en el borde de la pista de baile por lo que si lo hacía mal todo el mundo se daría cuenta. Adri debió de notar mi nerviosismo, puesto que me dio un leve apretón en el brazo para aportarme confianza. Agarré a la joven siguiendo el ejemplo de los hombres que bailaban. Pero no lo debí hacer perfectamente, puesto que Adri corrigió mi postura disimuladamente. Entonces, la muchacha comenzó a bailar siguiendo el ritmo de la música que se escuchaba través del barullo que montaba la multitud. Hice lo que me había aconsejado Aeron y me dejé llevar siguiendo a Adri.
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La Princesa de Hielo
FantasyEl continente de Erelín está dividido en cinco reinos que mantienen la paz. ¿Pero será esta paz duradera? Las familias que gobiernan cada reino lucharán por tener mayor poder que las demás. Un juego peligroso en el cual participan personas dispuesta...