16.- Confrontaciones y corazones

11.8K 1K 413
                                    

Luego de la sesión del club de duelo, Harry sufría de "mala fama", era difícil ser el niño-que-vivió; pero era aún peor ser el supuesto "heredero de Slytherin", y el hecho de que su tío fuera el jefe de la casa de las serpientes no hacía más que echarle leña al fuego. Harry nunca había sentido que el hecho de que su tío fuera de Slytherin fuera algo malo, y el jamás había visto a la casa de Slytherin como el repositorio del mal y cuna de futuros mortífagos que decían que era. Pero era evidente que para las demás casas no era así.

Harry se encontró muy pronto siendo excluido por toda la escuela, exceptuando a sus amigos; los Gryffindor preferían darle la vuelta cuando se lo encontraban en los pasillos, los Ravenclaw iban en grupo siempre y los Hufflepuff optaron por hacerse los invisibles. Los únicos que se reían abiertamente de lo ridículo de la situación eran los Slytherin. Cuando veían a Harry le hacían reverencias mientras decían "salve oh, heredero del gran Salazar, príncipe de la casa Slytherin", mientras contenían las risitas. Los gemelos imitaron a los Slytherin y con una trompeta, solían anunciar a Harry en el comedor o la biblioteca si se lo encontraban.

—¡Abrid paso al heredero de las serpientes, temed, podría petrificarlos con su enorme poder! —Gritaba George.

—¡O mandar a su mascota gigante a comérselos! —Terminaba Fred.

Neville, Ron, Hermione, Ginny, Theo y Draco, les seguían la broma a los gemelos y recibían a Harry con reverencias, incluso Oliver y Marcus, le hacían sendas reverencias cuando entraba. Esto ayudó a Harry a mantenerse ecuánime. Sus amigos no lo abandonarían al menos y eso lo reconfortaba. Ron era el más entusiasmado a la hora de las "reverencias", aunque eso quizás se debía a que Severus lo llevo a comprar una varita nueva a Ollivander's ese fin de semana. De todas maneras, Ron conservó su varita rota, dijo que, aunque ya no sirviera era parte de las "reliquias" de la familia y solía llevarla como amuleto entre los bolsillos de su túnica.

Lo positivo de esta inusitada "mala fama" es que sus clases especiales con su tío, podían seguir en total tranquilidad. Gracias a Colin, que un día siguió a Harry hasta el lugar donde practicaban, media torre de Gryffindor se enteró y luego encontraban a algún compañero "oculto", y farfullando alguna excusa inverosímil sobre el porqué de su presencia ahí. Draco no había conseguido el permiso de su padre, así que Severus le había permitido "ver" las clases, pero no formar parte de las "prácticas", así; técnicamente no estaba tomando la clase. Y el hecho de que Theo (que se había sumado a las clases en la última semana), Ron, Neville y Harry se lo llevaran a practicar, era solo una mera coincidencia feliz.

Todos los niños estaban mejorando mucho en sus habilidades con la varita y hechizos defensivos, Severus estaba seguro de que de continuar así, pronto estaría enseñándoles hechizos defensivos para criaturas oscuras, como los Lethifolds, acromántulas o Dementores. Sin embargo, no todo estaba bien en el horizonte. Harry seguía oyendo voces que nadie más oía, en concreto, una sola voz. Solía pasar en cualquier momento y siempre repetía variantes de las mismas palabras que la primera vez que Harry la oyó. Severus estaba preocupado, pero luego llegaron las vacaciones de navidad y eso distrajo a todo mundo de los misteriosos ataques.

~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~

Era la primera navidad que Harry pasaría fuera del castillo desde que era estudiante, el año anterior su primo había ido de vacaciones a su "casa de veraneo" de Mallorca, un sueño cumplido de su tío Vernon, pero no de Dudley al parecer. Fue una Navidad relativamente tranquila, una cena "familiar" con los Dursley en casa de Severus, bastantes regalos de los niños Weasley, que iban desde bufandas hasta libros de historia, todo de Slytherin para Harry y un libro muy grueso y raro de "Nuevas técnicas de pociones curativas" para Severus de parte de todos los niños, además de cajas de dulces caseros para Dudley y sus padres (y una muy oculta caja de bromas para Dudley que Harry se encargó de entregarle), sin olvidar tradicional suéter hecho a mano de Molly, una caja de tartas de fruta tradicionales de Dudley para su tío y Harry, Hermione envió un protector para los ojos, que se usaba de forma profesional en quidditch para Harry, un libro de "Historia de la magia en el último siglo" para Severus y un videojuego para Dudley, Draco le envió un surtido de ranas de chocolate en varios sabores a ambos y una carísima loción para después de afeitar a Severus, y Theo, que solo conocía a Harry y su tío, les envió un par de libros de hechizos defensivos a ambos, Marcus y Oliver le enviaron a Harry (extrañamente se cooperaron) unos guantes profesionales de quidditch.

Una Serpiente De PelucheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora