Abro los ojos justo antes que suene el despertador ¿no les pasa que cuando están ansiosos no logran dormir del todo y quedan en un estado como de alerta? Bueno... esto me pasa a mí ahora.
Me arrastro por mi cama para apagar el despertador, por más que no me haya despertado no quita que sienta una clase de odio hacia aquel sonido, con el tiempo aprendí a odiarlo.
Antes solía poner músicas que me gustaban con la idea de todos los días despertar con mi música favorita y empezar bien el día... solo les diré que es una idea tonta. Con el tiempo entiendes que nada que te despierte de un profundo sueño pueda inspirarte amor o gusto.
Me levanto de la cama y camino hasta el baño de mi habitación, por el camino tropiezo con algunas cajas... eso me recuerda que debo desempacar todo eso. Luego de unos largos minutos salgo del baño y rebusco en mi maleta algo de ropa, de preferencia limpia.
Elijo una franela de tirantes rosa, una falda floreada 3 dedos arriba de la rodilla, unas molecas blancas con un moñito en las puntas (No es que tenga demasiado para elegir, todo está en mi maleta)
Mi cabello rubio en una trenza de espigas que cae sobre mi hombro que llega hasta mi pecho y unos mechones desordenados sobre mi rostro.
No me maquilló porque no quiero que me vean y se enamoren (mentira, no tengo ganas)Tomo mi mochila, el móvil y me dispongo bajar a la cocina para desayunar.
Encuentro a mamá y papá sentados desayunando así que me uno a ellos.
- Buenos días.- los saludo mientras me sirvo café.
- Buenos días.- me saluda mamá.
- Buenos días.- también mi padre.
- ¿Preparada para tu nuevo día?- pregunta mi madre.
- Si.- me encojo de hombros.
Aún no me agrada la idea de que tuviéramos que Mudarnos.
Papá abrió una nueva sede y se asoció a una empresa del mismo ámbito en esta ciudad, lo que significa que debe estar más por aquí que en la sede principal, que es en nuestra antigua ciudad.
Al principio todo se resumía a cortos viajes de idas y vueltas junto a mi madre, que lo acompaña a todos lados (lo que significaba: días de descontrol para mi) bueno tanto así lo que se le diga descontrol... no era. Pero si, tiempo sin padres y nadie que te mande.
Supuestamente no me quedaba sola, estaban los empleados pero... un pequeño soborno no molesta a nadie. En fin, esos pequeños viajes de ida y vuelta se convirtieron en días y los días en semanas, todo bien... hasta que esas semanas cambiaron a meses (lo sé, era genial para mi) mis padres decidieron que no podían dejarme sola tanto tiempo y que los negocios en esta ciudad necesitaban más de su atención que los de allá.
Así que luego de 7 meses de iniciar sus negocios aquí... nos mudamos (o bueno me trajeron con ellos)
Es un gran cambio, pero como verán, no me quejo. A mal tiempo buena cara, todo pasa por algo. Y aquí estamos luego de dos días de haber llegado, en una mansión el triple más grande que la anterior (cabe destacar que parece una casa embrujada ya que aún no se ha decorado y terminado de desempacar los mueble) pero no se preocupen por mi... tengo un colchón donde dormir, mi vida no es tan mala.
- Amely espero que este cambio te sirva y te apliques más este año.- volteo los ojos, ya va empezar
- Sí mamá.
- Se te desviaran los ojos si los pones así.- me levanto.
- Lo bueno es que tiene suficiente dinero para ponérmelos bien de nuevo, me voy.