Esto de los modelos deportivos son... interesantes, al menos desde mi punto de vista. Según el de los dos chicos "aterrador" atribuyo su comportamiento y comentarios a su mente machista y desagradecida, yo conduzco de maravilla.
Conduje hasta a casa, según ellos no podrían llegar así a su casa o sus guardias despertarían a sus padres (sus guardias si hacen su trabajo, les recomendare a los míos) y ellos comentarían a los míos que a estas horas, yo estaba con ellos.
Antes de ir a casa, pasamos a comprar comida (son pasajeros muy quejumbrosos, a cada rato repetían que tenían hambre) aun llenos de sangre y desarreglados, ambos primero querían comer.
Es más, ellos querían bajarse a pedirla y sentarnos a comer en algún lugar... no se ellos, muy guapos y con pintas de chicos malos, pero yo no los bajaría en ese estado conmigo a ningún lado (que no sea un hospital, claro)
Esta vez el guardia si me vio entrar, o sea, nos tuvo que abrir el portón, observo de forma muy extraña a mis dos pasajeros, incluso me pregunto medio en claves si estaba bien.
Estaciono el auto cerca de la puerta y miro a mis pasajeros, ambos comen sus papas. Tristan también me mira, aparta su papas y se acerca con todas la intenciones de besar mi mejilla, me quedo y se lo permito... sucio y todo me encanta. La puerta se cierra, Dylan salió.
- Debimos dejarlo por el camino.- dice en un pensamiento reflexivo.
- El auto es suyo, él nos hubiera dejado a nosotros.- comento antes de salir también.
- Si... lo hubiésemos mandado en taxi.
- Ya bájate y cállate amor.- se lo pido y el baja.
Camino hasta la puerta y la abro, los guío hasta la sala y ellos se sientan. Me paro frente a ellos cruzando los brazos y los examino con la mirada (¿quién está peor?) Dylan tiene sangre en su linda remera blanca... se arruinó. Dejo de sangrar, pero tiene sangre seca por todos lados.
Dirijo mi vista a Tristan... él se ve bien, su pequeña herida solo tiene unas pequeñas gotitas de sangre que bajan por su rostro.
Tristan enarca una ceja por mi escrutinio.- Ya vuelvo.- salgo de la sala.
Recorro algunos baños de la planta baja, hasta que hallo lo que fui a buscar. Con el kit de primeros auxilios y una latonita de agua vuelvo a la sala.
- ¿Quién quiere ser primero?- miran el kit y luego a mí.
- Yo.- levanta la mano mi novio y se sienta donde le indico.
- No sé suturar muy bien... pero haré lo mejor que puedo.- me mira como si me hubiese salido otro ojo.- Es broma.- no se ríe ¿Por qué no? fue divertido.
Me siento a su lado, comienzo por limpiar la heridita con un algodón y alcohol, es apenas una cortadita pero alrededor se nota que quedara el moretón. Le coloco una bandita para cerrar heridas y procedo a limpiar su rostro con otro algodón con agua.
El mira atento todos mis movimientos, noto se pierde en mis ojos y mi cabello, detalla mi rostro. Lo pillo haciéndolo y sonríe.- Ya está.- inclina el rostro y me mira con una expresión curiosa mientras una sonrisa se dibuja en su rostro, comienzo a sonrojarme así que me levanto y me alejo un poco.
Camino hasta Dylan que está sentado en otro sofá mirando su celular, me siento a su lado.
- ¿te ayudo o puedes solo?- me mira. Sus ojos son intensamente verde, su cabello negro y su piel un poco más bronceada.