Lo observo conducir, me gusta más el auto que los peligros de su moto... no esta tan mal pero soy una miedosa, es demasiado temerario para mi gusto.
Me encanta su cabello, me hace comenzar a extrañar el mío, pero me alegra estar diferentes, no quiero que piensen que somos hermanos y esto es un incesto... eso sería bastante raro si me lo preguntan.
- Tristan.- lo llamo y me mira unos segundos antes de volver su vista al camino.
- ¿sí?- pregunta.
- ¿Me estabas siguiendo?- se atraganta con sus saliva.- Tampoco era para que te pongas así.- Bromeo con el (bueno, de él)
- No.- hace una expresión de fastidio.- Solo pase por ahí y te vi... con "Alex"
- Creí que te caía bien.
- Si... pero no demasiado, no me gusta nadie que pueda mirarte con otros ojos.- explica.
- Estamos posesivos al parecer.- juego.
- Amely ser mía, yo ser de Amely.- me regala una de esas sonrisas coquetas que me encantan.- Hay una fogata esta noche ¿quieres ir?- pregunta.
- Si... me encantan las fogatas, bailar alrededor, cantar canciones alegres en la noche... mirando a la luna.- suspiro encantada.
- No iremos a la fiesta de una tribu nativa Amely.- ríe.- Pero habrá música y personas actuando raro por la bebida ¿te sirve?- juega.
- Sí, no soy exigente.
- Iremos solo tú y yo.- me avisa.
- Está bien... ¿Qué haremos ahora?- esboza una sonrisita picara.
- Voy a estacionarme.
- ¿Ya llegamos?- pregunto, no sé dónde estamos.
- Si.
- ¿Por qué aquí?- pregunto.
- Porque quiero besarte y ya no me aguanto.- me roba un besito ¿Cómo se respiraba?
Unas ganas inmensas de entrar a un baño se apoderan de mí...
- ¿Qué pasa?- pregunta Tristan, tiene los labios rojos... tentador.
- Tengo que ir al baño.- me mira confundido.
- ¿quieres que vallamos a mi casa o la tuya?- pregunta.
- No hay tiempo para ninguna.- veo una por su ventana.- Iré a la tienda de ahí.- mira por la ventana la tienda que le señalo.
- Está bien, te acompaño.- se baja y yo también, me mira reprobatoriamente porque le gusta abrirme la puerta, pero que entienda... esto una emergencia, es un SOS en todos los sentidos. Camino más rápido dejándolo atrás. Me adentro a la tienda y camino hasta una mujer.
- Disculpe, me muestra el baño.- la mujer frunce el ceño pero acepta y me dirige hasta uno.
Ya relajada y sin emergencias pendientes salgo del baño y reparo que estoy en una tienda Louis Vuitton, genial... se me antoja unas compras. Me paseo por el local deleitándome con cada obra, sus modelos, todo perfecto como siempre.
Al mirar por el ventanal encuentro a Tristan sentado en el capo de su auto con la vista fija en el suelo, sonrió ¿Qué pensara?
- ¿Puedo ayudarla señorita?- la mujer llama mi atención, la miro y me debato si es prudente dejar a mi novio esperando por un bolso... bueno, él no se hará viejo por unos minutos.
Elijo un bolso pequeño de color negro, es discreto pero a la vez glamuroso, me encanta. Mientras le paso mi tarjeta a la empleada, paseo mi vista por el ventanal que da a la calle. Desde el otro lado de la vereda veo un auto negro con solo un vidrio abajo en la parte del copiloto, además tiene una cámara en sus manos fotografiando a Tristan, en algún momento enfoca la cámara donde estoy yo, cuando nota que lo estoy viendo se parta y sube el vidrio polarizado. ¿Tristan tiene paparazis?
