- Mamá.- la llamo.- iré con los chicos en la camioneta de Soph.- aviso. Ella deja de tomar las provisiones que estaba comprando y se voltea lentamente a mirarme, parece escena de película macabra.
- ¿Supongo que Ángelo, ira con ustedes?- pregunta. Yo niego con la cabeza y tomo unas papitas del estante.
- Respóndeme cuando te hablo Amely.- odia que la ignore o no responda.
- Quiero ir con los chicos.- me encojo de hombros.
- No iras a ningún lado sin Ángelo, te recuerdo que tú lo invitaste y ahora pretendes dejarlo solo, eso no se hace Amely. - replica molesta y me quita las papitas y las pone de nuevo en el estante. Con mis papitas no te metas. Tomo de nuevo las papitas y ella me mira mal.
- No llevaras esa fuente de calorías a mi auto.- dice molesta.
- Perfecto, porque no iré con ustedes.- me volteo para dirigirme a la caja pero ella me toma del brazo y lo aprieta, me empieza a doler.
- Suéltame.- le reclamo. Ella aprieta más
- Tienes la suerte de que ese buen muchacho volvió a ti y tú te haces de la estúpida, te ordeno que vallas allá y admitas que te equivocaste, aun estas a tiempo de arreglar la única relación decente que tendrás.- sisea. Me intento deshacer de su agarre pero no me deja.
- Suéltame o no respondo mamá.-no lo hace, me desafía con la mirada. No dejare que sea ella quien siempre tome mis decisiones, yo no volveré con el por qué ella lo quiera.
- Estas advertida Amely.- me suelta y continua tomando cosas de los estantes y poniéndolos en el carrito. Siento como los ojos me arden, pero no derramare ni una sola lagrima por ella. Tomo todas las bolsas de papitas que caben en mis manos y me voy a pagarlas.
La cajera cobra todo y busco mi cartera para pagarle, cuando le tiendo el dinero y la miro a los ojos, veo como la lastima se refleja en ellos y me tiende un pañuelo que acepto torpemente.
- Creo que tienes una manchita en la mejilla.- me dice. Toco mis mejillas y siento que están un poco húmedas (son lagrimas rebeldes) me las seco rápido.
- ¿Ya salió la manchita?- le pregunto. Ella asiente
- Si, ahora ya no está.- dice muy segura y yo sonrió un poco.
- Gracias.- tomo mis compras y me voy al auto de mis padres.
Suspiro, nada paso, todo está bien, todo estará bien. Acomodo mi cabello y subo al auto, antes de entrar veo como los chicos me dan una última mirada, como esperando que valla con ellos, solo termino de subirme y cierro la puerta... que vergüenza.
Veo como en la camioneta todos empiezan a subir y en la nuestra también, cuando todos suben en la nuestra veo como en la otra, Tristán, está en la puerta mirando hacia aquí, cuando ve que papá enciende la nuestra, el mira por última vez a la nuestra y sube a la suya.
Papá empieza a conducir y mamá a quejarse del servicio en la gasolinera.
- Es una vergüenza el servicio aquí, su cajera era una inepta.- se queja.- se limaba una uña por cada cosa que registraba.- rio para mis adentros, definitivamente me cae bien la mujer. Mi padre la ignora, a diferencia de cierto francés que le presta atención a cada queja que ella lanza.
- ¿por qué se detienen?- pregunta mi padre mirando hacia la camioneta de Soph, ignorando lo que le decía mi madre.
- No lo sé.- dice mi madre.- iré a ver que pasa.
Lo siguiente que vemos es como dos puertas se abren y Tristan y su madre bajan, una muy molesta Sophia.
Charlan unos minutos y veo como Soph, regresa a su camioneta y vuelven a emprender camino pero sin su hijo. ¿Dejaran a Tristan, solo a mitad de camino? Me escandalizo por un momento. Pero él y la bruja se acercan hacia nosotros.
La bruja sube a su lugar y la puerta del lado de Ángelo, se abre y un muy sonriente Tristan, entra.
- Buenas.- saluda. Y se sienta. Se remueve mucho y Ángelo, lo mira mal.- oye amigo ¿te molestaría si me siento en medio?- le susurra a Ángelo, Este lo mira muy mal.
- ¿Por qué?- pregunta de una manera fría y desinteresada. Tristán, pone cara de perrito arrollado.
- Es que las ventanas me dejan nervioso y me dan mal estomago.- irónico, siempre lo veo conduciendo.- ¿por favor?- le ruega. De muy mala gana Ángelo asiente.
Tristan, se levanta de su asiento y Ángelo, se corre un poco, cuando se sienta en medio después de removerse y empujar a Ángelo más hacia la ventana, me mira y me sonríe.
- ¿Me invitas tus papas?- pregunta. Me pierdo por unos segundos en su mirada, en como brillan sus ojos... ¡concéntrate Amely!
Le paso una bolsa y el me guiña un ojo.
- familia.- eleva el volumen de su voz para que todos lo oigan.- ¿Qué les parece un poco de música?- pregunta. Saca su iPod y se lo da a mi padre quien lo conecta al estero, la música suena muy fuerte. Tristan comienza a contonear las caderas un poco, contagiándome el ritmo, sonrió. Momentánea mente fijo mi vista en Ángelo, su rostro se contrae como si estuviera comiendo un limón.
- baila conmigo.- pide muy cerca de mi oído, sacándome de mis pensamientos, noto como empuja cada vez más a Ángelo hacia la puerta.