- ¿Te escapaste alguna vez? - le pregunto mientras caminamos hacia la puerta de entrada del colegio.- Digo, no es que yo tenga demasiada experiencia.- señalo la puerta.- Pero salir por la puerta principal no me parece una gran idea.
- ¿Qué te preocupa?- pregunta como si nada pasara ¿acaso no ve al guardia?
- ¿el guardia por ejemplo?- obvio señalándolo con la mano.
- Ah.- hace un gesto con la mano restándole importancia.- El no es problema, tu observa.- cuando estamos a punto de llegar ella me sujeta de la mano y empieza a correr y gritar (está loca)
- ¡AYUDA, AYUDA! ¡GUARDIA, GUARDIA!-el guardia viene corriendo a nuestro encuentro.
- ¿¡QUE PASA!?- pregunta alarmado.
- Unos compañeros esta...están.-tartamudea y todo mientras lagrimas falsas (que parecen muy reales) corren por sus ojos.- Peleándose en el pasillo frente a la cafetería.- termina. El guardia corre y desaparece de nuestra vista.
Ella saca un pañuelo de su bolso y limpia sus lágrimas falsas. (Soy una niña muy buena al lado de esta chica) aunque admito que tiene carrera como actriz, hasta yo me la creí.
- ¿Piensa quedarte ahí hasta que el guardia vuelva o nos vamos?- pregunta. Camino hasta ella mientras aplaudo.
- Te juro que me la creí.- ella se carcajea y pasa un brazo por mis hombros.
- Ya te enseñare.- Caminamos por el estacionamiento.
- ¿Tienes auto?- Pregunta
- No.- respondo.
- Genial, iremos en el mío.-sonríe
- ¿Cuál es el tuyo?- pregunto
- ¿Ves ese precioso descapotable rojo?- pregunta mientras mueve sus cejas de arriba hacia abajo y camina hacia él.
- Sí, es hermoso.- sonrió
- Bueno, ese no es. El mío es el que esta alado.-sonríe. Mi cara debe estar simpática por que no deja de reír.
- Oh... Está bien.- siempre hay una ves para todo, esta será la primera vez que me subo en una chatarra así.
- Está un poco feíto, también un poco viejo, bueno... muy viejo, pero no lo cambiaría por un desc... ¿qué digo? Obvio que lo cambiaria.- responde sincera. Yo solo niego con la cabeza y subo al lado del acompañante.
- Al menos tú tienes uno.- comento.
- Al menos.- repite.- ¿y tú porque no tienes uno?- intenta arrancar y el auto hace un estruendoso sonido, la tercera vez que lo intenta enciende.
- ¡Bien! - exclama. Ambas festejamos y chocamos palmas.
- ¡eso es!- le festejo. Salimos a la carretera y ella enciende la radio.
- ¡súbele, esta me encanta!- exclama mientras maniobra para salir del estacionamiento. Le subo a todo el volumen y bailo en mi asiento mientras cantamos juntas.
- ¡y toda mi gente se mueve!- gritamos en vez de cantar y bailamos en nuestros asientos.
La ciudad es hermosa (al menos lo que vi) tengo hacerme tiempo para conocerla, luego de mucho rato recorriendo la ciudad, llegamos al centro comercial. Personas entran y salen, muchos chicos se nos quedan viendo mientras nosotras los ignoramos.
