El restaurante al que me trajo es hermoso, pequeño, cómodo y sin tantas personas. Nos sentamos en la terraza donde tenemos una perfecta vista de la playa, el viento revuelve mi cabello y me encanta, este lugar me encanta.
Llegamos hace unos minutos y ambos ordenamos lo mismo, mientras esperamos me concentro en la vista (pero siento que yo soy la vista de él) volteo a mirarlo y él sonríe pillado. Le da un trago a su bebida y vuelve a mirarme, enarco una ceja.
- Apuesto a que la vista desde aquí es más interesante que solo mirarme a mi.- él se encoje de hombros.
- Cada uno fija su vista en lo que le interesa.- ¿así o más directo?
- Cuando dices cosas como esas pareces un galán de novelas.- el ríe.
- No creo que nadie pueda cautivar mi encanto solo con palabras.- lo miro sorprendida.
- Eres un engreído.- rio. Apuesto que yo me compraría el libro.
- "Este galán engreído" quiere hacerte una pregunta.- sonrió.
- Solo debes hacerla.- abre su boca para hablar pero lo interrumpo.- Pero si comenzaras con tu interrogatorio hasta quitarme la información que quieres no, deseo comer en paz.- vuelve a cerrar la boca.- Eso pensé.- mi celular nos interrumpe.
Es María, dudo en responder pero veo que es la décima llamada así que me levanto para responder.
- Ya vuelvo.- Tristan me mira intrigado, sé que quiere saber quién es.
Me alejo de nuestra mesa y me acerco a la barandilla para contestar.
- Hola.- la escucho respirar hondo.
- - Hasta que te dignas a responder Amely, estaba preocupada por ti y tu no te dignas a responder. Ya pensé lo peor.
- Estoy bien.- la tranquilizo.- De hecho estoy por almorzar con Tristan.
- Me importa un pepino que estés con Tristan, por la mañana saliste hacia el instituto y no te vi, luego la enfermera va dice que te sientes mal para que no te marquen la falta y me preocupe, fui a verte y no me dejaron entrar por el disque señor ya estaba contigo. No me quedo de otra que luego venir a tu casa a esperarte y tu ni señal de vida. Para colmo el chofer que te busca volvió sin ti.-eso me preocupa.
- ¿Mis padres saben que no volví con el chofer?
- No, no han venido desde que salieron por la mañana, iban a llamarlos pero contuve las cosas hasta que respondieras tu celular de adorno.- rio un poco.- No te rías que siento que me salió una arruga.
- Lo lamento, pero de verdad te lo agradezco.- remeda mis palabras.- No volveré a hacerte eso.- la tranquilizo.- En unas horas vuelvo y te cuento todo.
- ¿y si tus padres vuelven y preguntan por ti?
- No volverán hasta la noche.- la tranquilizo.
- Okey, no tardes tanto.
- Nos vemos... gracias por preocuparte.
- Griciis pir priicipirti.- rio por su forma de enojarse.- Nos vemos.- se despide y cuelga.
Regreso a la mesa junto a Tristan que aparta la vista cuando lo pillo mirándome.
- ¿Está todo bien?- asiento.
- Si, solo era María preguntando donde estoy.- el parece conforme con la respuesta y sonríe.
- ¿Es ahora tu mejor amiga?