[Recuerdos] •YM•YoonMin •

#1

*+*+*Algunas explicaciones...las palabras o frases que se hallen entre ("), son los pensamientos de Jimin. Y cabe decir, que toda la historia se verá desde el punto de vista de Jimin*+*+

*+*+Eso es todo. Disfruten y comenten owo*+*+

"¿Otra vez el mismo sueño? Debería buscar algún hobbie para entretenerme y dejar de tener estos sueños...¿o pesadillas?"

- Jimin, ¿ya arreglaste tu cama? -entró mi madre a mi habitación sin previo aviso, preguntándome con voz calmada.

- A pues...

- ¡Jimin!

Fui interrumpido de susto por la misma voz, la cual ahora se hallaba ahora con un tono mucho más alterado y preocupante. Los pequeños ojos de mi madre ahora se hallaban sobre mí con una mirada de compasión y melancolía en tanto cubría su boca con sus manos.

- ¿Qué sucede madre? -pregunté sin tener alguna idea de lo que ocurría en esos instantes.

- Pobre de mí, pobre de mi Jimin, pobre...pobre...pobre... -los ojos y la voz de mi madre se notaban cada vez más preocupadas.

- Madre, madre -intenté llamarla varias veces para que volviese en sí, pero no reaccionaba de la misma forma como siempre.

Me estaba empezando a alterar también, pero debía mantenerme calmado así que me acerqué a ella de forma pacífica y la abracé. Recuerdo que estuve varios minutos así hasta que su voz dejó de pronunciar las palabras y su respiración volvió al ritmo normal.

Una vez ambos estuvimos más tranquilos y pudimos hablar con normalidad, nos sentamos en mi cama aún sin arreglar pues había despertado hace poco.

- Mamá...

- Me alegra escucharte decir esas palabras...me recuerdas a cuando eras más pequeño y siempre...-soltó un suspiro muy calmada-...venías corriendo hacia mi si algo te asustaba en el bosque.

Hizo un pequeño esfuerzo por sonreír, pero pareciese como si le doliese mentirme. Aunque yo no hice ninguna queja.

- Deja de recordar y pensar. Vive el ahora madre, además...estoy preocupado por ti -mencioné agachando la cabeza y en voz baja.

- Entonces estamos igual -sonrió cálidamente-, porque yo me encuentro siempre preocupada por ti.

Mi madre no tenía tanta edad, pero el trabajo físico del campo le proporcionaba un desgaste mayor. Por eso aunque intentase verse más joven, no siempre lo lograba.

Ambos intentamos reírnos del otro, lo cual logramos milagrosamente.

- Pero madre, ¿ahora podrías decirme el por qué estabas tan "alterada"? -hablé con temor, pues no quería verla sufrir de nuevo.

- Amm...-dijo dudando mientras desviaba su mirada- no es algo que tengas que preocuparte hijo, pero debo suponer que tuviste otra pesadilla ¿no?

Ahora tenía esa sonrisa, que te decía silenciosamente "no intentes mentirme, porque lo sabré". Así que opté por tomar la mejor solución que se me ocurrió.

Decir la verdad.

- Si madre. Pero no es algo de lo que tengas que preocuparte, solo fue un recuerdo de hace unos años -sonreí de forma nerviosa.

-Bien hijo, si tú lo dices...

"Bien, funcionó"

Mientras terminaba de consolarme, llevó una de sus manos a mi mejilla y la deslizó suavemente por ella, como si estuviera intentado limpiar algo.

Yo solo me limitaba a dejarme llevar por el tacto y la calidez que hacía un tiempo no recordaba.

- Sí madre, no tienes que preocuparte. Ahora...-mencioné mirando mi alrededor-...debo arreglar todo esto -reí calmadamente.

Mi madre solo me observó por unos segundos para seguidamente regalarme una reconfortante sonrisa y levantarse de la cama.

- Tengo buenas noticias -anunció de forma natural.

Mis pies se movieron solos al escuchar lo último y se aproximaron a ella en menos de lo que podía hacerlo normalmente.

- ¿Noticias? ¿Qué noticias? Hable más, madre. Por favor.

Mis ansias me sobrepasaban, pues había pasado varios años desde que escuché aquellas palabras provenientes de mi querida madre.

- Claro, claro. Verás...yo...-se oía nerviosa y emocionada a la vez.

- Dígalo madre, solo dígalo -imploré juntando mis manos.

- Calma, calma hijo mío. Verás yo...me fui a la ciudad para buscar trabajo y...

En cuanto mi madre habló de la ciudad, mis labios formaron una sonrisa más alentadora de lo usual y me concentré completamente en el relato.

- ¿Y...? -pregunté de forma curiosa, observando a mi madre.

- Y...-tomó aire profundamente- ¡Conseguí un empleo allá! ¡Así que vamos a mudarnos!

Ella se notaba entusiasmada. Muy entusiasmada. Recuerdo que empezó a dar pequeños gritos de euforia y me abrazaba y besaba con mucha fuerza.

Aunque a decir verdad,...yo no estaba tan lejos de cómo se hallaba ella.

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