— No lo hagas. Se preocupó mucho —colocó su mano sobre mi hombro—, NOS preocupamos mucho —recalcó la última frase con intensión acusadora.
Giré los ojos con molestia.
"Eso de que me sirve" mascullé para mis adentros "ustedes no saben cómo me siento...no saben todo por lo que pasé..."
— Hoseok pensaba llamarte pero no sabía qué decirte...—siguió.
Asentí, mientras absorbía el humo grisáceo a mis pulmones.
— ¿Alguien sabe que te escapaste? —Se notaba su preocupación en sus palabras— Si no lo hiciste debes hacerlo pronto. Deben estar preocupados en tu casa.
"No lo saben...y dicen que me querían ayudar....si claro" me estaba empezando a enojar "que horrible y falsa mentira."
Podía ver las cenizas caer lentamente a cada segundo, avanzado por el tiempo, todo se notaba muy cansado y lento. Las personas se movían con lentitud inimaginable, los carros parecían unas imágenes exactas.
Un dolor fuerte me invadió, haciéndome dejar caer el cigarro y llevar mis manos a mi cabeza rápidamente. Parecía una migraña dentro de otra migraña.
Me paré de inmediato; aún tambaleándome y con loa cabeza mareada.
— Me...voy...
— Jimin espera —me llamó con firmeza.
— Tengo que volver a casa...—no quería seguir con los ojos abiertos, mi cabeza iba a explotar de tanta luz.
Sin embargo, las pocas luces a nuestro alrededor eran notorias, algunas quemadas por tanto uso, o como otras que simplemente estaban sin encender.
Namjoon me dejó caer sobre sus hombros, dejando el cigarro en el piso.
— Te llamaré un taxi —me miró de nuevo, para asegurar quién sabe qué—, y no te preocupes del dinero. Yo lo pago, y no me devuelves.
— No...pu-puedo...—mis ojos se cerraban cada cinco segundos, al igual que mi cerebro—...eres...m...mi...ami-ami-....go...
— Sí, pues claro —me sujetó con más fuerza, para evitar que cayese—. Y como amigo, no te dejaré en estas condiciones.
Acarició mi pelo con sumo cuidado de no maltratarlo, en tanto me arreglaba las ropas.
"No hagas esto...esto no es ni siquiera por ella..." me decía a mí mismo con pena.
— Nam...jon...
Sin embargo, me ignoró y en cambio me subió a un taxi de color oscuro y le dijo la dirección de mi departamento.
— Asegúrese de que entre. Y quédese con el cambio —añadió el contrario dándole algunos billetes al hombre que mantenía sus manos en los volantes.
Sentía tanta lástima por mí mismo, de ver que ni siquiera cuando quería hundirme, alguien me lo permitía de forma decente y siempre terminaba siendo carga de otros que me quemaba por dentro.
***
Todo el camino que recorrió el automóvil se hizo más lento de repente, podía ver como los demás carros estaban a mí alrededor pero no podía oírlos; podía ver las personas caminar, mas descifrar lo que decían era casi imposible.
Algo en el mundo estaba perdiendo sentido...o era yo.
"No lo sé..." concluí muy de malas maneras, y con un dolor de cabeza.
A lo que cerré los ojos por un segundo.
— Llegamos joven, puede bajar —me interrumpió una voz mucho más vieja.
— Sí...—susurré intentando agradecerle al hombre mayor.
Bajé con algo de apuro en mis pisadas, pues mi mente se sentía a un milímetro de explotar. Y mis ojos dolían horriblemente.
"Que paren ya..." suplicaba con angustia.
El auto se alejó de mí en cuanto vio que estaba en la acera.
Podía ver la ventana de mi departamento encendida, pero justo antes de que pudiera lanzar una mirada de desprecio, la mencionada se apagó.
"Tch...que molestia" reclamé en mis adentros, "¿Y ahora qué hago? Ella debe estar preocupada, pero le envié un mensaje con todo lo contrario."
***
No me importó, subí al departamento como si nada más importase. No había pensado en nada, de hecho consideré decir que solo fue una mentira adolescente sin embargo...algo me distrajo.
La habitación de Hoseok.
Esta se hallaba apagada, pero podía ver unas luces fosforescentes desde afuera por lo que podía significar que estaba viendo TV, o bailando con luces de colores neón.
Cualquiera era una mejor idea a la de ser rechazado por ti mismo. Y tener el corazón destrozado.
"Necesito eso..."
Me aproximé con caminar lento por el trago de hace unas horas, y por la excitación de la cocaína en mi ser de hace unos momentos.
Toqué la puerta.
No tan fuerte, pero sí lo suficiente como para que me escuchase el llamado.
Demoró unos minutos, pero por fin se abrió la puerta despacio y con dificultad.
— Hoseok...déjame...pasar...¿si? —hablaba lento para no trabarme.
— Él no está —esa voz otra vez. Me atemoricé por quién creía que era—. Mejor vete a casa niñato. No quiero verte.
"Que idiota..."
— Pues no hasta que vea a Hobi hyung...—reí por mí mismo—...ahora déjame pasar...
Mi voz sonaba graciosa y hasta suplicando era totalmente lindo, de eso estaba seguro pues la mirada del contrario, me decía eso...o era...¿pena?
"No me importa. Tú no me importas. Piensa lo que quieras" concluí en mi mente, con algo de paz ensimismada.
— ¿Estás ebrio? —era algo preocupante, pero su voz decaída y sin emociones decía lo contrario.
— ¿Te parece? —sonreí bobamente, casi riéndome de mi mismo.
Me dio una mirada de pies a cabeza, y creo que intuyó demasiado pues salió del porche y cerró la puerta detrás suyo.
— Sé que estás al lado niño, y voy a llamar para que te lleven. No quiero tener que ver contigo ¿vale?
"Hijo de pu...." Pensé de inmediato.
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[Recuerdos] •YM•YoonMin •
Fanfic"La vida puede separar DOS CUERPOS, pero nunca DOS CORAZONES." "Me gusta pensar que voy a encontrarte. No sé en que lugar, ni en que estación ni en que circunstancia. Pero solo pensar que voy a encontrarte de algún modo; en algún tiempo en que nuest...