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Y antes de que me sonrojara excesivamente, y el contrario me viese, le hice un pellizco, ni tan fuerte como para dejarle marca ni tan despacio para que se riese de mí

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Y antes de que me sonrojara excesivamente, y el contrario me viese, le hice un pellizco, ni tan fuerte como para dejarle marca ni tan despacio para que se riese de mí.

— ¿Te dolió? —reí alejándome con mis ojos semi-cerrados y apareciendo al frente suyo para ver su rostro de dolor y sorpresa.

Lo sabía, en los momentos más incómodos y pesados de la vida, me ponía a jugar o peor aún, a molestar al resto que tenía una concentración única.

— Jimin...—pronunció con lentitud.

Mi sonrisa se esfumó nuevamente. El muchacho de pelo verdoso y piel color leche, dejó de mirar a la nada, pero ahora lo hacía conmigo mientras unas cataratas se deslizaban por sus bien definidas y tersas mejillas.

De seguro tenía una expresión desconcertada y asustada por el contrario, mas pareciese que el ya mencionado no le prestó atención a eso y solo siguió allí en su sitio sin decir alguna otra palabra.

****

Después de esa escabrosa y algo extraña situación entre los dos, mi compañero se alejó hasta el cuarto de baño donde no salió de ahí hasta treinta minutos después. Yo por mi parte, me había ido a la sala, sentándome en un sofá mientras reflexionaba sobre mis acciones.

Hasta que oí alguien llamándome.

— Ven a la cocina, tenemos que hablar.

— Sí, ya voy —respondí sin oponerme.

Su rostro parecía el de un muerto, sin expresiones de algún tipo y ojos tan rojizos como hechos por algún tónico.

En cuanto nos volvimos a reencontrar en el mismo cuarto, este me indicó que me sentase en la silla cerca de una pequeña mesa, en tanto él hacía lo mismo pero al frente mío.

— Creí que te habías ido...nunca pensé que me pasase eso con...—se detuvo momentáneamente—...unas cuantas pastillas.

— Pensé que sería descortés irme sin avisar, y...—puse mis manos sobre la mesita—...aún creí que tendrías una explicación para...

— ¿Lo de ayer? —me cortó las palabras.

Asentí con cierto temor.

Yoongi puso también sus manos sobre el mueble hecho de madera diminuto, en tanto resoplaba con cansancio.

— Creo que no debí hacer, yo...no tuve muchas opciones ¿sabes...? Me sentía fatal por culpa de una persona, y...—se levantó el cabello, moviendo su cabeza—...me desquité contigo. Si esperas que diga un "lo siento", pues ya lo dije.

Se podía notar como quería deshacerse de mí a toda costa de inmediato, por lo cual no tuvo que pedírmelo de nuevo. Lo capté ahí mismo.

— Entiendo. Yo también lo siento...—estrujé mis manos provocando dolor—...no soy bueno con el alcohol, y aun así no me importó y vine a molestar.

Quise preguntar qué es lo que había pasado hace unos minutos atrás con él, mas un cierto estrujo en mi pecho me lo impidió.

— Me voy...—podía escuchar los segundos corriendo en un tic-tac muy animado en mi cabeza—...lamento los inconvenientes...

Cogí mis pocas cosas, y salí del edifico.

En cuanto puse los pies en el porche de afuera, sentí como una tristeza inevitable me consumía. Me sentía el culpable de aquella escena de hace rato, y de todo lo que había provocado en mí el alcohol anoche.

Las puertas de los vecinos me daban ansiedad y pronto sentí que mis pies caminaban solos y mi cabeza giraba para todos lados. Así que me senté en el suelo lo más rápido que pude, y me abracé a mis piernas sollozando.

"Fue un golpe muy duro...tan duro que no pude resistir..." me decía constantemente.

No sé cuánto tiempo pasó desde que estuve así, pero en un determinado momento me puse de pie y saqué las llaves de mi bolsillo para abrir la puerta de mi cuarto.

— Jiminnie —escuché la voz de mi madre—, qué bueno que ya regresaste, aún tengo un poco de sopa de esta mañana —se acercó a mí con su figura tan tranquila y serena de siempre—. Si quieres puedo servirte ahora, pero si ya co...

Me abracé a ella sin decir ni una palabra, y hasta estaba seguro que aún se notaban las sombras de las lágrimas ya derramadas. Pero ella no dijo nada por no preocuparme.

— ¿Ji...min? —dijo la suave voz femenina.

Fue ahí...donde mi corazón y mi cerebro dieron un TIC. Y yo comencé a recordar lo de la noche y lo de esta mañana, mis sentimientos eran un laberinto sin fin y mis pensamientos me atormentaban.

[Recuerdos] •YM•YoonMin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora