Deserve better |Jeff Atkins

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Nos detenemos frente a mi casa y tenso los labios. Miro a Justin a los ojos y le sonrío, Justin me devuelve la sonrisa y lleva un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y después acaricia mi mejilla de una manera suave. No dejo de mirarlo a los ojos, me tomó por sorpresa el beso pero no hablamos de eso cuando íbamos de regreso a mi casa y ahora me acariciaba la mejilla. Cada vez me sorprendía más.

-Nos vemos, Justin.

Justin toma mi mano cuando apenas me dispongo a darme media vuelta, miro su mano y después lo veo a los ojos.

-¿Pasa algo? - pregunto.

Justin me estira por sorpresa del brazo y terminamos tan juntos como hace un rato. Pongo mis manos en sus hombros y una de sus manos está en mi espalda, su pulgar traza tiernos y suaves círculos en ella. Justin me mira a los ojos y se muerde el labio tratando de ocultar una sonrisa.

Debo de estar loca o es la adrenalina pero deposito un beso en la comisura de sus labios. Justin me mira sorprendido pero reacciona rápido, tan rápido que apenas me di cuenta de que había puesto su mano en mi mejilla y me había acercado a él para besarme. Así que Justin me besa, y besa de una manera lenta y tranquila, tanto que incluso sonrío ante tan maravilloso beso. Llevo una de mis manos a su nuca y otra a su cabello. Mis dedos juegan con su cabello mientras sonrío sin dejar de besarlo, Justin se separa para tomar aire y vuelve a besarme, esta vez diferente a la anterior, ahora solo deposita pequeños y cortos besos en mis labios. Siento sus labios suaves y un tanto húmedos sobre los míos y me besa por última vez.

-Supongo que eso es un sí... - dice con una enorme sonrisa.

Oh, Justin...

-Tal vez - sonrío cuando me separo de él y empiezo a caminar a mi puerta.

-¡Lex! 

-No grites, Justin. 

-¿Es un sí? - insiste.

Niego con la cabeza y me tapo la cara con las manos. ¿En verdad escogería a Justin? Justin era todo un peligro, y no quiero sonar mal pero en verdad no quiero sufrir lo que le ha pasado a Hannah, aún así Justin es casi perfecto para lo que tengo planeado pero sigue siendo peligroso, sobre todo para mí. Suspiro y le sonrío a Justin, solo espero que todo salga bien.

-Sí - digo y entro a la casa sin mirar atrás.

Cuando cierro la puerta recargo mi frente en ella y relajo los hombros. No estaría con tanto estrés y preocupada por mi situación con Justin si tan solo Jeff me hubiera creído. Él se lo busco, es su culpa todo lo que me está pasando. Y bien podría mandar todo al tubo y dejarlo así como así, pero desde pequeña me vengaba de Jeff y eran juegos de niños, pero habíamos crecido y la desconfianza entre mejores amigos es lo más terrible que te puede pasar.

Me doy media vuelta y estiro mi cuello con los ojos cerrados. Cuando los abro su rostro no tan arrugado me hace sobresaltar.

-¿Quién era ese muchachito, Alexa? - dice mi querida e impredecible abuela.

Conny suelta una carcajada cuando le digo la visita sorpresa de mi abuela desde México y su interrogatorio sobre Justin y por qué nos estábamos besando. ¿Saben lo incomodo que es decirle a tu abuela de 60 años quien era el chico con el que te besabas, y por lo visto ahora novio? ¿saben lo incomodo que es convencer a tu abuela de que sigues virgen aún cuando besas a un chico? Sí, mi abuela exagera y hace bromas de mal gusto como esa pero es genial tenerla aquí. Cuidará de mi mamá por unos meses y además ¡va a cocinar! Las abuelas tienen un don en la cocina, un  magnifico y delicioso don.

Conny deja de reírse pero todavía pasan unos segundos para que recupere el aire y vuelva a su color natural de piel, se estaba poniendo morada de tanto que reía y no respiraba.