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-No se detienen.

Me alejo de la computadora y me llevo una mano a la cara. No se sabe bien quien mandó la foto pero ya es todo un espectáculo. Hay dos chicas besándose, muy a penas se puede ver bien la foto. Si son tan rápidos como esta cosa llamada Internet, ya deben de estar buscando quienes son las chicas o sacando sus teorías o rumores. Después de la situación de la dichosa lista Hannah puede ser la primera en la lista de sospechosas. A comparación de ella, lo mío no fue nada; desde la foto que Justin tomó de ella Hannah no ha parado de recibir cualquier tipo de insulto o "cumplido".

Para el día de mañana, toda la escuela estará la tanto de esta foto, habrá murmuros y cuchicheos en los pasillos, habrá notas de papel volando en los salones de clase y a la hora de almuerzo, en la cafetería habrá miradas tratando de identificar a las dos chicas. De igual forma, la persona que tomo la foto no debió de hacerla publica... ni siquiera debió de tomarla, esta invadiendo la privacidad de las chicas y cuando se sepa quienes son, las pobres no podrán escapar de las miradas acusadoras o de los abusos, incluso de la homobofia o del típico: " Te hace falta un hombre, se nota que vas por el camino chueco así que ven conmigo para que vayas por uno derecho". ¡Qué les interesa!

Mi celular esta lleno de notificaciones, ni siquiera lo miro por que se bien de que están preguntando acerca de las dos chicas. Borro todos los mensajes de compañeros de clase que preguntan si tengo idea de quienes son, incluso me despido de la chica que me mandó la foto. después de tallarme los ojos con las manos por unos segundos, el brillo de la pantalla de mi laptop atrae mi atención. Acepto el videochat de Conny y después me levantó a encender las luces.

-Hola, Lex.

-Hola, conejo - digo dejándome caer en la silla.

-¿Conejo?

-"Conny" me recuerda a conejo - le muestro una amplia sonrisa.

-Claro - sacude la cabeza -. eso fue raro, en fin, el baile es en unas semanas y...

-Sabes que no voy a esas cosas.

-¡Vamos, Lex! Es el baile, nunca vas a los bailes y quiero que vengas conmigo...

-Y con Lucas. mientras ustedes dos bailan pegados yo estaré acabándome la barra de comida - finjo pensar -. Es tentador pero no gracias.

-Entonces arregla las cosas con Jeff. si te digo que quiero que vengas conmigo no es para que engordes, lo hago para que vayas con alguien. Y no me refiero a tus dos ex novios.

Me inclino en el escritorio con un suspiro.

-Jeff probablemente me odia, Conny. Después de lo que le hice no dudo que no quiera ni verme. Creo que hasta estoy llegando a odiarme a mi misma... - giro la cabeza cuando la puerta se abre -. ¿Qué pasa, abuela?

-Oh nada - acaricia mi cabeza y deja un plato con un rebanada de... - Te traje un poco de pastel de elote - sonríe y mira la pantalla -. Hola, Conny.

-¿Cómo se encuentra, señora?

-Pues veras: el novio de mi hija esta guapísimo, la protagonista de mi telenovela se fue con el chico al que no quiero, está niña esta peleada con Jeff, no acepta que se gustan, aquí no hay tortillerías y se me antojo una tortilla con limón y sal hecha taquito, me duelen los pies de subir las escaleras pero fuera de todo eso... estoy bien, Conny, gracias por preocuparte.

-Me alegro, señora - dice con aguantando una sonrisa -. Hablamos luego, Lex, y hazle caso a tu abuela.

En cuanto Conny desparece de la pantalla cierro mi laptop y doy vueltas en la silla hasta quedar frente a mi abuela, la señora se sienta en mi cama con una inocente sonrisa.

-Sabes, Lex...

-Ah no. No empieces de inocente Ana María Clementina de la Parra Torres. conozco este juego.

-Solo te iba a decir que el pastel está muy rico - sonríe -. Pero ya que has sacado el tema, hablaré. ¿Qué demonios pasa con ustedes dos? Van de pelea en pelea, de reconciliación en reconciliación. Tú madre los ha visto tan juntos y tan separados que ya no sabe ni que son.

Hago una mueca de dolor falso y hago trueno la lengua contra el paladar.

-Esto siempre es así, abuela. Solo necesita tiempo... - arrugo la nariz -. Además esto no hubiera ocurrido si no hubiera... ¡agh!

-¿Si no hubiera sido...?

-Si no hubiera sido tan él. Es tan encantador que atrae a todas, es tan sincero y amable que le agarras cariño en cuanto lo ves, es tan buen amigo que no quieres ni compartirlo con otras personas, es tan Jeffrey Atkins que quieres raptarlo y quedártelo para toda la vida. Y si no atrae a las chicas por como es, en dado caso las atrae por ese bendito cuerpo que tiene. ¡Me encantaría decirle que dejara de ser tan él! - me detengo para recuperar el aliento y le digo a mi abuela que espere juntando las puntas de mis dedos pulgar e índice. trago saliva y continuó -. Pero se que si Jeff deja de ser Jeff ya no lo voy querer de la misma manera y es por eso que me aguanto los malditos celos y decido ver como es feliz con cada novia que tiene y conmigo... pero como su mejor amiga y... ¡aghhh! ¿Te das cuenta, abuela? Estoy así por él. ¡Él me pone así!

-Sí, cariño. Me doy cuenta de que te gusta... y demasiado - dice con una mano en el pecho y mirándome de arriba a abajo. Sonrío desganada -. Querida, deberías hablar con él.

-¿Qué? ¡No! Él siempre es el que me pide perdón. Ya han pasado unos días desde que peleamos y no debe de tardar en venir y...

-¡Alexa! -doy un brinco en mi lugar -. ¡Quítate esa idea anticuada de que el hombre da el primer paso! ¡Dios mío, soy mucho mayor que tú y ya traigo otras ondas*! Fui yo la que invitó a salir a tu abuelo, si no fuera por eso tú no estarías aquí - mi abuela se arregla la camisa y sonríe para luego decir calmada -. Ahora, ve a pedirle disculpas a Jeff y llévate una sudadera.

-Esta bien - tomo una sudadera roja de la silla que está a un lado de la entrada a mi cuarto.

Puede que en esa silla haya ropa sucia e incluso algunos sostenes que haya olvidado acomodar. Bajo las escaleras y mi principal destino es la cocina. Tomo una manzana y me la llevo a la boca, me froto las manos y voy por la puerta que me lleva a la sala de estar. Agarro mi manzana y me detengo en la puerta, me doy media vuelta y sonrío.

-Vengo en un rato, mamá.

-¿A dónde vas? - pone pausa a la película y se endereza sin soltar el brazo de Fred.

-Voy a salir a caminar, tardo una media hora o menos - abro la puerta y pongo un pie fuera. Desde donde estoy puedo ver la casa de Lex si giro mi cabeza a la izquierda.

-Regresa antes de que oscurezca.

-Sí, señora.

-¿Lex? - la miro -. Dame tu manzana, se me antojo.

-Pero allá hay más manzanas.

-Soy tu madre, no me reproches - le doy la manzana y ella me sonríe -. Cuídate, tesoro.

Cierro la puerta detrás de mí y dudo si avanzar o no. Tener la casa de Jeff a tres casas es tan bueno como malo porque durante ese recorrido de tres casas tengo que planear como pedir perdón a Jeff. No, no es fácil y menos cuando el orgullo ocupa toda tu mente. Me detengo frente a las cortas escaleras que me llevarán a la puerta y dudo en subir. ¡Quiero volver! sin embargo se que si regreso mi abuela me estará esperando con la historia y si le digo que me acobardé como una gallina me va a ir mal. Yo misma me pellizco el brazo y eso me hace avanzar y subir las escaleras mientras me sobo la parte donde me irrita.

Llamo a la puerta después de tres respiraciones muy profundas. El coche no está así que probablemente estén fuera ¡Bien! hice el intento y fallé ¡Adios! Giro sobre mis talones y mis hombros se tensan en cuanto la puerta se abre. Me doy vuelta lenta y cuidadosamente, lo que menos quiero es ponerme roja a la hora de hablar pero todo eso se va en cuanto estoy completamente frente a la puerta.

-No puede ser, ¿que haces tú aquí?

-También me alegra verte..., Lex.

-No puedo decir lo mismo..., Carlota*.


Volví.

Deserve better |Jeff AtkinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora