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Constance Puck o como yo la llamo, Conny, estaba sobándose su espinilla después de haber recibido una patada gracias a su gran bocota. Le lancé la bolsa de hielo mientras mi mamá no veía y le di en la nariz, reí maliciosamente cuando escuche su "ouch". Mi mamá me puso su mano en mi hombro.

-Mamá, fue el día de la fiesta - trato de decir lo más calmada -. Había tomado y...

-Castigada - dice con una sonrisa, escucho como Conny trataba de ahogar una risa -. Por haber tomado sin decirme algo.

Asiento con la cabeza, cuando mi mamá se va de la cocina le lanzo un hielo a Conny y este le da en la frente, el hielo cae en la tela de su pantalón y Conny se lo lleva a la boca antes de que se derrita en su pantalón. Su mejilla izquierda se ve enorme gracias al hielo que tiene en la boca, parece un conejo con la boca llena.

"¡Regresa con todo a la escuela!" "Feliz regreso a clases" "Todo lo que necesitas para este regreso a clases está aquí" "¡Regresa a la escuela con lo más fashion!"... habíamos entrado a clase hace tres día y de todas maneras a nadie le gusta regresar a la escuela, ni con lo más fashion, ni con útiles nuevos, ni con nada, estoy segura de que incluso a los nerds les gustan las vacaciones y alguna vez en su vida han querido no regresar a clases, porque todo disfrutamos estar en nuestra cama viendo Netflix todo el día hasta que tu mamá te habla para limpiar la casa. 

He escuchado eso estos últimos días en la televisión, radio y cualquier medio de comunicación en el que se pueda hacer publicidad. Entre a la escuela y fui directamente a mi casillero por los libros de literatura. Esa  materia me hacía querer ir a clases pero cuando empezábamos con los números quería irme de esa clase lo más rápido posible. ¿Saben? Dudo que saber la raíz cuadrada de 9 me llegué a salvar la vida, no es así como que alguien llegué y diga: "Dime la raíz cuadrada de 9 o te quito la vida" ... definitivamente no.

La puerta se volvió a abrir, miré a la puerta y Justin Fooley llegó acompañado de otros dos chicos, Montgomery y uno del que no tenía idea de quién era. Fooley había entrado sonriente y con su supuesta aura de belleza, niego con la cabeza y cierro mi casillero. El rostro sonriente de Jeff me hizo dar un salto en mi lugar, me llevo una mano a mi pecho y siento como el corazón me palpita a mil por hora.

-No hay literatura - dice sonriendo, casi con un tono de victoria.

Es comprensible, para él las letras son casi un infierno pero no para mí. Hago una mueca y empiezo a caminar junto a Jeff con menos ganas que con las que había despertado.

-Es la única materia por la que vengo - digo.

-Es la manera que más detesto - dice y pasa su brazo por mis hombros -. ¿Vamos a la Cafetería? No he desayunado.

Llegamos a la Cafetería y tomamos asiento en una mesa no tan apartada de la puerta. Espero a Jeff mientras el va por su comida a la barra, cruzo mis brazos sobre la mesa y diviso a lo lejos a la chica del día anterior con la que Jeff había coqueteado. Su cabello color trigo baja por su espalda y sus ojos brillan cuando sonríe. Siento que el apetito que no tenía no volverá en unas cuántas horas cuando veo que Jeff y la chica cruzan miradas, me siento fuera de lugar cuando Jeff se sienta con el ánimo más elevado que hace unos momentos, y todo gracias a la chica. Mientras que yo me sentía rara y... ¿Cómo lo llamó Conny? ¿Celos? Sí, celos. En fin, mientras yo me sentía rara y "celosa" Jeff comía su sándwich de jamón con gran entusiasmo, me dieron ganas de arrancarle cada pelo a esa chica.
Es decir, yo soy la mejor amiga de Jeff, soy yo quien debería de ponerlo así con cada cosa que me pasa, cada caída, cada momento vergonzoso de mi existencia, incluso con sólo verme pero esa chica sólo le sonreía y ya es la persona más feliz del mundo. Ni siquiera se acordaba de que era yo quien estaba ahí para lo que sea.

¿Qué no recuerda que nos besamos? Claro, el piensa que olvidé todo gracias al nivel de alcohol en mi cerebro aquella noche.

Todos los timbres de los celulares empezaron a sonar, unos antes que otros y varios al mismo tiempo, momentos después los murmullos empezaron hasta cubrir toda la cafetería de sonidos apenas audibles pero sabía que no se algo bueno, el tono me lo decía. Incluso a Jeff le llega algo durante ese momento. Los timbres se detienen y Jeff sigue comiendo mientras revisa lo que causa tanto alborto. Mi teléfono suena y me siento fuera de lugar por un breve instante, me había llegado la notificación al último y todos me miraban como si no me interesará lo que pasa cada minuto en esta escuela. Y no lo hago.

Me niego a abrir la notificación. Regresó la mirada a Jeff puedo ver que sus ojos están muy abiertos, tiene una mancha de mostaza a un lado de la comisura de su labio; aguanto las ganas de reírme y me llevo el dorso de mi mano a la boca para cubrir la sonrisa que amenaza con salir. Trató de calmarme y después de tres respiraciones me decido para preguntar qué es lo que pasa.

-¿Qué ves? - pregunto lo más clamada posible.

Jeff gira su celular y mi boca se abre en una gran O por la sorpresa que aún no puedo digerir. Hannah Baker aparece en una foto con una enorme sonrisa, se nota que se estaba divirtiendo pero eso no es lo que llama la atención. Así como su cabello es impulsado hacia atrás por el aire, su falda se levanta lo suficiente como para dar mucho de que hablar, justo lo que todos están haciendo ahora; que tuvo relaciones, que es una zorra, una fácil. Lo peor viene a mi mente y esa foto me hace creer lo que los demás dicen, hago una mueca.

-¿Tú crees que...? 

-No lo sé - se adelanta Jeff y me mira directo a los ojos, perforándome con ellos -. Pero no hay que sacar conclusiones tan rápido, Lex.

Siento que la cara me arde y quiero hacerme pequeña o desaparecer. La segunda opción me parece más reconfortante.

-Lo siento - murmuro en voz baja.

Aparto la mirada y Jeff me hace volver a verlo cuando simplemente se queda viéndome directamente, como si le hubieran clavado la vista en mí. Tiene una sonrisa traviesa en su rostro y me hace ruborizar.

-No te preocupes - suelto el aire que no sabía que contenía -. Eso es lo que parece y eso lo que todos piensan - Jeff me sonríe y la mancha de mostaza se estira junto con su piel.

Esta vez no contengo la risa y me inclinó para quitarle la mostaza. Tomó una servilleta de su plato, muerdo mi labio para contener la concentración y empiezo a limpiarle poco a poco, noto que su sonrisa desparece lo que me facilita limpiarle la cara. Siento sus ojos pero se que si lo miro me distraeré y esparciré la mostaza por toda su barbilla. Sonrío cuando termino de limpiarle y lo miro a los ojos.

Sonrío y Jeff se mantiene serio, su quijada esta relajada y estoy muy segura de que es la primera vez que me mira así... y comprendo que no me mira, Jeff esta admirando cada parte de mi rostro, sus ojos van en diferentes direcciones dentro del margen de mis cara. Jeff traga saliva y yo suspiró. Hemos entrado en un nivel de intimidad que no se cuanto dure, pero me siento bien y sobre todo siento las dichosas mariposas en el estomago. 

Aparto la mirada con los ojos cerrados cuando una voz femenina nos interrumpe y capta toda la atención de Jeff.  Suelto aire por la boca de manera discreta y siento que el rubor se apodera de mi cara nuevamente, me llevo mis manos a la mejillas. Aún siento la mirada de Jeff pero estoy demasiado confundida como para sostenerle la mirada ahora y sobre todo... con ella.

-Oh, lo siento - dice la chica con la que Jeff coquetea -. ¿Interrumpí algo?

Deserve better |Jeff AtkinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora