Capítulo II.

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— Despierta, Aiden despierta —se escuchó mientras la chica se movía. Los rayos del Sol entraban al lugar. La chica abrió los ojos lentamente, ya que la luz del Sol lastimaba su vista, había pasado cinco días dormida; dos que duraba la Purificado y tres que Freya le había hecho para que se recuperara de todo el daño que le habían hecho.

El color de piel con el que Aiden había salido de la casa era algo parecido al cielo cuando se encuentra nublado, pero con lo que Freya le había dado tenía nuevamente ese color blanco que la caracterizaba. Su ojos nuevamente tenían ese brillo de esperanza, su mirada perdida había desaparecido. Todo en ella había cambiado.

— ¿Estamos...

— Fuera de la casa —interrumpió Freya. Aiden abrazó a la chica con mucha fuerza, no pudo evitar que las lágrimas salieran de sus ojos. Se aparto de ella y la miro a los ojos—. Te prometí que nos sacaría de ese lugar.

— No creí que lograríamos salir, gracias.

Aiden tomó un baño, se cambio de ropa y se maquilló después de casi dos años. Mientras Freya hacía hechizos localizadores, para encontrar a su padre.

— Luces increíble —dijo Freya al ver a Aiden entrar al cuarto, sin dejar de preparar los ingredientes para un nuevo hechizo.

— Gracias, hacía mucho que no tomaba una ducha —respondió recordando los días en la casa. Su mirada se lleno de tristeza al recordar, Freya dejó lo que estaba haciendo y se acercó a ella tomándola de las manos.

— Olvida todo lo que paso, eso jamás volverá a pasar —dijo calmándola.

— Creo que al final ellas tenían razón, al llamarlo Purificación —expresó Aiden—, sigo recordando todo lo que me hicieron, todo el dolor que sentí; y a pesar de estar aquí, el miedo no se ha ido. Todavía siento que la puerta se abrirá y ellas entraran...

— Eso no volverá a pasar, tú eres una viajera y yo te voy a enseñar a defenderte.

— Pero tú eres una bruja, ¿cómo me vas a ayudar?

— Los hechizos entre los viajeros y las brujas son similares, la diferencia entre ambos es que ellos creen que sus métodos son más naturales y que todo lo que hacen está bien; y nosotros lo hacemos que parezca un pacto con el diablo —dijo mientras regresaba a su mesa, en donde se encontraba un hueso en centro rodeado de un círculo de sal, diferentes hojas y un tazón de sangre.

— Sé a lo que te refieres —expresó Aiden al ver lo que estaba sobre la mesa—, ¿Para qué es todo esto?

— Una chica trajo de vuelta a mi padre, pero no sé en dónde esta y con este hechizo lo voy a localizar.

— No es más fácil usar un mapa y tu sangre, he visto que funciona.

— No cuando tu padre es Mikael Mikaelson.

La respuesta de Freya impactó a Aiden, no sabía como reaccionar ante la confesión que le había hecho. Había muchas preguntas en su cabeza, quería hacer cada una de ellas pero al final solo se quedo observando, sin decir nada.

— ¿No vas a decir nada? —cuestionó Freya.

— Bueno, estaba pensando en alejarme de los Mikaelson y ahora resulta que estoy con una hermana de ellos —dijo.

— Hubiera sido su hermana mayor, pero Esther me entregó con Dahlia desde pequeña y todo este tiempo he estado a cuidado de ella.

— ¿Eso significa que eres inmortal como ellos?

— No soy inmortal, Dahlia me enseño un hechizo que te hace dormir por un cierto tiempo y después de que ha pasado el tiempo despiertas, como si nada hubiera pasado.

Despierta | Parte III | The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora