Capítulo XIV

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Aiden y Stefan volvieron a Nueva Orleans, tenían planeado reunirse con Inadu en la Iglesia, pero por petición de Aiden fueron hacia donde se encontraba Kol con Hope. La chica debía asegurarse que la segunda parte de su plan estuviera intacta y Hope era fundamental.

— ¿Qué le hicieron? —cuestionó Stefan al ver a Kol.

— Esta es la forma en que Inadu conseguía a los niños antes, buscaba aquellos con la mente inestable para implantar su semilla y controlarlos —respondió Aiden—, Kol perdió la poca estabilidad mental y emocional con la muerte de Davina. Fue sencillo controlarlo.

— ¿Por qué no lo ayudas?

— Porque si ellos descubren que él me ayudó a conseguir a Hope, no sé de lo que pueda ser capaz Klaus. Es mejor de esta manera, ahora sólo me obedece a mi.

Aiden se aseguró que Hope estuviera bien y además de dejar indicaciones a Kol por cualquier cosa que pudiera pasar; después fue a reunirse con Inadu.

Lo que Aiden y Stefan desconocían es que Niklaus y los demás habían ideado un plan para cuando regresaran: les tenderían una trampa en la Iglesia. Todos los vampiros, lobos y algunas brujas atacarían a todos los seguidores de Inadu, sin importar quien fuera. El objetivo principal de todos los vampiros, por órdenes de Marcel, era asesinar a Aiden.

Así que cuando se llegó la tarde de hacer el hechizo para salvar la vida de Martin, parte de los seguidores de Inadu se encontraban en la Iglesia preparándose para el hechizo. Aiden llegó junto con Stefan, Inadu le explicó cómo se haría el hechizo y todo lo que necesitaría.

— No es necesario que él este aquí, si es lo que te preocupa —dijo Inadu colocándose en el centro de una círculo hecho de sal con sangre voluntaria—, pero voy a necesitar algo que él te haya dado. Y no ser interrumpida, si la conexión se pierde él despertará y morirá.

— Siempre golpeando mi orgullo —expresó Aiden dándole una argolla de matrimonio que Martin le había dado cuando se casaron—. Hazlo rápido, siento que algo va a pasar.

— Ellos ya están aquí —dijo Inadu con una sonrisa, después inició con el hechizo.

— ¡Todos pongan atención! —grito Aiden— ¡Tenemos visitas!

Todos los seguidores de Inadu se prepararon para la pelea que se aproximaba. De la oscuridad varios lobos comenzaron a aparecer.

— ¡Adam! ¡Stefan! —dijo Aiden al observarlos—, no dejen que rompan la conexión. ¡Todos los demás, protejan a Inadu!

Los lobos comenzaron a atacar, los brujos usaron sus poderes e hicieron que todos se retorcieran del dolor, los vampiros comenzaron a atacar a los brujos y la tratar de acercarse a Aiden para cumplir el trabajo que Marcel les había encargado. Pero ninguno podía avanzar hasta ella, todos los que lo intentaba perdían el corazón.

— ¡Aiden! —grito Niklaus llamando la atención de todos, éste venía acompañado de Elijah, Hayley, Freya y demás brujos.

— ¿Adam, recuerdas el hechizo que Hope nos enseñó? —cuestionó Aiden y él afirmó—, es momento de ver quién aprendió de quién.

Aiden y Adam se tomaron de las manos, comenzaron con un cántico que hizo que una barrera de hierbas se creara alrededor de ellos e Inadu. La batalla entre los vampiros, lobos y los seguidores se tornó más violenta, luego de que las brujas de Nueva Orleans se les unieran. Mientras Niklaus y los demás trataban de romper las hierbas.

— ¡Freya! Quemalo todo —ordenó Niklaus.

Incendia —pronunció Freya y todas las hierbas comenzaron a incendiarse, Aiden y Adam trataban de soportar el incendio hasta que Aiden se distrajo al escuchar a Stefan quejarse de algo.

La barrera que habían creado se quemaba sin que pudieran evitarlo, Aiden observaba lo que estaba pasando, toda la guerra que había ocasionado. Pero en ese momento, para ellas era más importante salvar la vida de Martin.

— ¿Dónde esta mi hija? —cuestionó Niklaus tomándola del cuello. Aiden se encontraba conmocionada por lo que estaba pasando, no podía pensar claramente— ¡No lo voy a preguntar otra vez!

La chica observó que alguien había lanzado una lanza que había atravesado a Inadu, en ese momento la batalla se detuvo y todos los seguidores de Inadu cayeron al suelo.

— ¡No, espera! —grito Aiden soltándose de Niklaus. Pero cuando había llegado hasta ella, había desaparecido. Tomó la argolla y ésta se hizo cenizas— ¡Stefan!

Stefan uso su velocidad de vampiro para ir por Aiden y sacarla del lugar sin que nadie pudiera seguirlos. La llevó hasta el hotel en el momento justo en que Martin había despertado, la chica se acercó a él y le tomó la mano.

— Lo siento mucho —dijo Aiden comenzando a llorar—, lo intenté.

— No debiste hacerlo —expresó Martin—, mi madre siempre me preguntó por qué te había desposado. Nunca le dije que era porque te amaba, porque sabía que ella nunca me enseñó que era eso, nadie lo hizo hasta que llegaste tú.

— Nunca debí ir a Londres, me lo advertiste pero no hice caso —dijo Aiden llorando—. Y ahora estas muriendo otra vez porque no te hice caso, lo siento tanto.

— Ya no le tengo miedo a la muerte —después de eso su venas comenzaron a resaltar. Y sus ojos se cerraron.

***

Aiden estuvo frente al cuerpo de Martin sin decir ninguna palabra. Sólo lo observaba, esperando que despertara. Stefan entró a la habitación y se acercó a ella, puso su mano en el hombro de la chica.

— Debemos terminar esto antes de que encuentre a Hope —dijo Stefan.

— ¿Por qué debería importarme ahora? —cuestionó Aiden— Ella es la causante de este problema, Niklaus y todos los demás tienen la culpa de la muerte de Martin.

— Aiden...

— ¿Qué importancia tiene si Inadu gana?

— Ya basta.

— Tal vez sea lo mejor...

— Aiden...

— ¡Él está muerto! —grito la chica— y ellos tienen la culpa.

— ¿Ya olvidaste lo que me dijiste en el auto? —cuestionó Stefan tomándola de los brazos— Me dijiste que te recordara por qué estabas haciendo esto y también dijiste que todo lo que pasara si él moría no sería culpa de nadie.

La chica lo observó y después lo abrazó mientras lloraba desconsolada. Por más que quisiera no tener ese sentimiento era imposible, el dolor de su perdida era muy grande. Sin voltear a verlo la chica pronunció la palabra: Incendia y el cuerpo de Martin comenzó a desaparecer en el fuego.

Despierta | Parte III | The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora