Capítulo XI.

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Aiden salió de la casa y se dirigió al barrio en donde con suerte se encontraría con Josephine. Busco por todos los locales que se encontraban instalados, pero no había ningún rastro de ella. Un hombre se acercó a ella.

— ¿Buscas a alguien?

— Una mujer, una mujer vieja —respondió Aiden—. Su nombre es Josephine y...

— Sé quién es, tú debes ser Aiden.

— ¿Ahora soy famosa?

— Los ancestros dicen tu nombre.

— Espero que eso sea bueno.

Como dijo, el hombre llevó a Aiden a la casa de Josephine. Cuando la chica entró a la casa notó que Josephine tenía un estatus importante en Nuevo Orleans.

— ¿Sorprendida? —cuestionó Josephine a sus espaldas.

— Debiste decirme que tienes esta casa enorme, he pagado una renta fuera de mis recursos —expresó Aiden sentándose frente a ella.

— Estoy feliz de verte.

— Eres la primera persona en más de quinientos años que me dice eso —dijo Aiden con una sonrisa—, sintiéndolo de verdad.

— Hay algo que me quieres contar.

— ¿Qué sabes de Adam Grown?

— Adam es un gran muchacho —respondió Josephine—, él está muy apegado a las viejas costumbres, lo cual lo convierte en el mejor partido para cualquier mujer.

— ¿Pero...

— Como dije, está muy apegado a las viejas costumbres y a la conexión que tiene con los ancestros, eso lo hace peligroso.

— ¿Por qué?

— Él está canalizado por los ancestros, por lo cual tiene un gran poder que podría usar en contra de cualquiera.

— ¿Por qué no había escuchado nada sobre él?

— Entre las brujas decidimos guardar ese secreto, pedido especialmente por los ancestros —respondió Josephine—, ¿por qué me preguntas esto?

— Bueno, yo... hice algo —dijo Aiden sin mirarla—, algo que no recuerdo. Hace unos días, yo... morí. Pero por una extraña razón, volví a la vida y resulta que tienes algo que ver en ello, por lo cual te agradezco. Pero hice un trato con los ancestros que no recuerdo. Adam vino a mi y me dijo parte de lo que había pasado, pero sinceramente no lo recuerdo y ahora debo planear algo para asesinar a los Mikaelson antes de las tres o los ancestros van a asesinarme.

— Nunca imagine que fueras tan estúpida.

— Gracias, pero ese no es el punto.

— ¿Asesinar a los Mikaelson no es tú cometido? ¿No es esa la razón por la que sigues aquí?

— No lo sé, quiero decir, quiero hacerlos pagar por lo que me hicieron, pero...

— ¿Sientes algo por ellos?

— Odio, rencor, pena, amor —respondió Aiden—. Pero ahora debo de acabar con ellos y mi vida dependerá de ello.

— ¿Quieres un consejo? —cuestionó Josephine y Aiden afirmó—. Adam puede ser tú mejor arma, quien te protegería de todo y todos.

— ¿Estas diciendo que lo use?

— Aiden, eres una Petrova, está en tus venas. Ser una chica coqueta y usar eso para atraer a los hombres que te pueden proteger, lo he visto en Katherine, en Nadia y ahora en ti.

Despierta | Parte III | The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora